No tienen ingresos por derechos de TV, patrocinios o recaudaciones, y por ello están urgidos de dinero. No se salvan ni los que se aseguraron $us 3.000.000 por jugar la fase de grupos de la Libertadores

El Deber logo
19 de octubre de 2020, 7:17 AM
19 de octubre de 2020, 7:17 AM

Los 14 clubes de la División Profesional fueron golpeados por la pandemia que interrumpió el fútbol el 15 de marzo por la propagación del Covid-19. El tiempo sin que ruede el balón ya suma siete meses, sin al menos una fecha tentativa para volver a la cancha. Por ello, la crisis económica tiene ahogados a los clubes, que piden a gritos que se reinicie el campeonato, pues además de las restricciones sanitarias por el Covid-19, la división por una pugna de poder en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), no ha permitido ningún acuerdo para la reanudación de la temporada 2020.

Por un lado, están los ocho clubes que apoyan a Marcos Rodríguez, presidente reconocido por el comité ejecutivo y por la Conmebol, aunque tiene una orden de aprehensión en su contra por desconocer un amparo constitucional que respalda a Robert Blanco, como titular federativo. Este último tiene el apoyo de seis de los 14 clubes. Así, el fútbol está dividido, y pese a que los clubes la pasan mal, ninguno de los dos frentes ha cedido en sus posturas, impidiendo que la División Profesional se reúna por falta de cuórum.

Todos la pasan mal. No se salvan ni los clubes que están disputando la fase de grupos de la Libertadores, Bolívar y Wilstermann, que este año ya ingresaron gran parte de los $us 3.000.000 por disputar cinco de seis partidos del torneo. El aviador jugará el martes la última fecha de visitante ante Colo Colo, un resultado que decidirá su suerte, si avanza a los octavos de final o si pasa a jugar la Sudamericana, si es que se ubica tercero en la Serie C. La academia paceña también se jugará la vida, un día después, en casa ante Guaraní de Paraguay. Si queda tercero del grupo B, que es casi un hecho, pasará a la Sudamericana.

Según el vicepresidente del aviador, Renán Quiroga, cuyo equipo paró durante tres días en reclamo por el premio de clasificación a la Libertadores, la crisis se da porque han dejado de percibir un 60% de los dineros que antes tenían seguros cada mes.

“Sobrevivimos con los ingresos del premio de la Libertadores. Tenemos aportes de directores del club y préstamos. Hemos dejado de recibir dinero de los sponsors, derechos de televisión y recaudaciones. Somos uno de los equipos que más gente lleva a los estadios, y como últimamente hemos estado en la Libertadores, los patrocinadores también tienen un aporte fuerte, pero por la pandemia se han frenado”, sostuvo Quiroga.

Bolívar también sufre por las apreturas económicas, pese a que es uno de los clubes que tiene al día su planilla. “Si no fuera por los ingresos de la Libertadores y Marcelo Claure (el presidente), que le pone el hombro al club, sería muy difícil haber cumplido la mayoría de nuestras responsabilidades financieras. Además, hay que recalcar que en abril, por la pandemia y la crisis, arreglamos (descuentos) con todos los jugadores hasta fin de año”, dijo Dardo Gómez, vicepresidente de la academia paceña.

El dirigente es uno de los partidarios de que vuelva el fútbol, para que los campeones surjan de la cancha y no de una mesa. “Queremos que vuelva lo más rápido posible, de manera inmediata, fuera del tema político institucional. Que los campeones salgan de la cancha. Lo principal es que los 14 clubes pongan de su parte para gestionar este retorno”, sostuvo.

Al igual que el resto, Blooming también la sufre, pues a una parte del plantel le debe cuatro meses, y por eso no se entrenaron durante siete días mientras la dirigencia está en la búsqueda de dinero para cancelar al menos un sueldo. El equipo levantó el paro, pese a la falta de pago, y decidió asistir a las prácticas, pero con su propia indumentaria.

“Es duro lo que se está viviendo, pero vamos a salir de esta situación porque Blooming es grande. Estamos trabajando para conseguir el dinero, pues nos quedamos sin varios sponsors, que nos pidieron prorrogar los pagos, pues la crisis es de todos, y también los entendemos. A esto se sumó que el aporte del socio se redujo hasta un 30%”, sostuvo Fernando Cuéllar, gerente administrativo del club.

Los albos sin ingresos

Otro club que insistió en la vuelta del fútbol fue Real Santa Cruz. Su presidente Carlos Sánchez: considera que el problema debe tener una solución rápida. “Hay mucha gente que vive del fútbol. Hay que resolver las diferencias en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), para que todo se encamine”.

El dirigente se mostró preocupado porque su club se quedó sin ingresar unos $us 30.000 al mes por alquileres de su estadio para conciertos, además de su local para eventos sociales y su cancha sintética. “Estamos sobreviviendo con los aportes de los socios y algunos dineros que llegaron de la Conmebol y de la FIFA”, afirmó.

Adelanto de los patrocinadores

“Es difícil aguantar esta crisis, estamos subsistiendo con préstamos particulares. Si no existiera el lío de la FBF ya hubiéramos recibido el 15 por ciento del total de los derechos de televisación y habríamos salvado el año”, sostuvo Ronald Paz, vicepresidente de Guabirá. “Ya nos comimos el patrocino de Fancesa, del ingenio Guabirá y Celina, de la familia Paz”, matizó.

El azucarero le debe agosto a una parte del plantel y septiembre a la totalidad. “Hemos demostrado que se puede jugar, disputando la Copa Inmobiliaria con Royal Pari. Ya no hay excusas para que no haya fútbol”, concluyó Paz.

También sufre por la crisis, Oriente Petrolero, que viene arrastrando dos meses de deudas con sus futbolistas, aunque están entrenando normalmente desde el 3 de agosto, a órdenes del argentino Pablo ‘Vitamina’ Sánchez.

Blooming confía en la venta de butacas y de jugadores

En Blooming son conscientes de la situación económica que vive el fútbol boliviano, pero también confían en solucionar esos problemas gracias al ingreso que están recibiendo por la venta de butacas de su estadio, cuyas obras comenzarán a finales de este mes.

Con la construcción en marcha del Blooming Arena, la adquisición de los espacios aumentarán, permitiéndole al club cubrir sus obligaciones económicas, entre ellas el pago de los salarios al plantel, que en su mayoría suma cuatro meses sin cobrar.

También será un incentivo para los aportes de los fanáticos la terminación de las obras del coliseo, que será entregado el próximo mes y que se edifica en la sede celeste.

Pero no solo eso, en Blooming también están a la expectativa de la venta de los jugadores, como ya pasó con los volantes Roberto Fernández, que se fue al Leonesa de España y actualmente está en Bolívar. También partió de la academia a Wilstermann, Paúl Arano.

“Hay varias cosas que ese están haciendo para contrarrestar la crisis. A lo anterior se suman las campañas con los socios”, dijo el gerente administrativo de Blooming, Fernando Cuéllar, que tiene la esperanza de resolver los problemas económicos del club en poco tiempo más.

Los ingresos por derechos de televisión están frenados

Como los 14 clubes de la División Profesional desconocieron la licitación por los derechos de televisación que se adjudicó Sports Tv Rights, tras la apertura de sobres el 10 de agosto, el 15% de cuota inicial, que iban a recibir del contrato, quedó frenado.

El monto económico que ofertó la empresa por los próximos cuatro años, de 2021 a 2024, era de $us 46.530.000, de los cuales 41.000.000 recibirían los clubes. De ese monto, $us 6.150.000 era la cuota inicial. El restante $us 5.530.000 debía invertirse en la implementación y funcionamiento del videoarbitraje (VAR)

Pese a que Sports Tv Rights afirmó que hará valer sus derechos, pues considera que la licitación fue legal, los clubes ahora barajan otra alternativa. Sostienen que la anterior estuvo fuera de norma luego de que el amparo constitucional, que respaldó como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) a Robert Blanco, estableciera que no tiene ninguna validez lo que se haya realizado entre el 23 de julio y el 20 de agosto.

Esta situación impide que los clubes tengan ingresos por los derechos de la TV, aunque esperan recibir más dinero en una futura licitación, pues consideran que el fútbol boliviano vale más de $us 50.000.000.

San José es el que la pasa peor

Jugadores de San José confirmaron que el club les debe ocho meses de salarios. La deuda viene arrastrándose desde el año pasado.

Los ‘santos’ aseguran que llaman en todo momento al presidente del club, Huáscar Antezana, para recibir algún dinero. “Él se hace la burla de nosotros”, afirmaron. Advierten que si no hay nada concreto hasta la próxima semana abandonarán las filas del club.

Bolívar y Royal Pari son los clubes de la División Profesional que confirmaron que están al día en el pago de sus planillas.