Juan Lara dirigió en la ida y José Cabero está encargado para la vuelta. La decisión se debió a las cuestionadas actuaciones de los árbitros bolivianos en varios partidos decisivos

4 de mayo de 2024, 11:35 AM
4 de mayo de 2024, 11:35 AM

Por: Mauricio Cambará - Julio Lozada

El 29 de agosto de 2023 explotó el escándalo: la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) presidida por Fernando Costa, denunció que el fútbol se paralizaba tras denuncias de amaños de partidos en el que estaban involucrados dirigentes, jugadores y árbitros. Desde ese día hasta hoy, el arbitraje en Bolivia ya no es visto igual y la susceptibilidad se eleva al nivel máximo sobre todo cuando los partidos son decisivos. La realidad hoy dice que las finales del torneo Apertura han sido encargadas a jueces chilenos.

Motivos para llegar hasta aquí hubieron de sobra, no solo desde el año pasado, sino desde un tiempo atrás, desatando también agresiones y robo de pertenencias como lo que pasó con Álvaro Campos en 2022 tras el partido Oriente Petrolero – The Strongest en el Tahuichi (1-1). Ese día hubo una discutida actuación del juez que provocó que un grupo de barras ‘asaltara’ el vestuario de la terna, robara sus pertenencias y los agredieran. Oriente fue suspendido por varias fechas sin poder jugar en el Tahuichi.

Pero no todo quedó ahí ya que el escándalo mayor se dio con audios que fueron y vinieron con árbitros involucrados al punto que el presidente del club Vaca Díez -Marco Rodríguez- fue denunciado por el árbitro Gaad Flores de ofrecerle $us 3.000 para que cobre penales en contra de su equipo en el duelo frente a Nacional Potosí. Rodríguez fue suspendido de por vida más allá que negó la acusación, y Flores no dirigió durante nueve meses sino hasta este sábado con el duelo Chaco Petrolero – Pucarani.

El 2024 comenzó con los árbitros en la mira tras el año que explotó el tema de amaños, y los últimos duros cuestionamientos se dieron contra Gery Vargas, en el choque Blooming – Nacional Potosí, contra Dilio Rodríguez, en el San Antonio – Bolívar, y contra Javier Revollo, que estuvo al frente del VAR en el Hernando Siles, durante la vuelta entre Bolívar y San Antonio. Blooming hizo incluso un video en el que se ve cómo Vargas detuvo más de 40’ el partido que ganó pero que no alcanzó para avanzar a cuartos.

Ese día Vargas cortó demasiado el juego y descontroló a los jugadores celestes frenando las embestidas que hacían para lograr el gol de la clasificación, cuando el equipo empató, y cuando pasó a ganarlo (2-1, aunque necesitaba un tercero que no llegó). Cobró un penal que luego el VAR descartó y detuvo incluso el partido porque su auricular se cortó con la sala VOR. Fue el mismo día en que el DT de Nacional Potosí, Claudio Biaggio, refrendó la palabra “es parte del folklore”, por el tiempo perdido.

Ya en cuartos de final, San Antonio recibía en el Carlos Villegas de Entre Ríos, al favorito Bolívar. Dilio Rodríguez fue designado para ese choque y de entrada expulsó al extremo Bruno Savio lo que originó un fuerte reclamo tras otros cobros que se dieron en contra de la academia. Acto seguido: la Comisión de Árbitros suspendió al chuquisaqueño -hasta nuevo aviso- tras el fuerte reclamo del presidente celeste, Marcelo Claure, y de su directorio que consideraron una actuación deficiente del árbitro.

No todo acabó ahí porque en la revancha, el cuestionado Gery Vargas estuvo como árbitro central y el VAR lo comandó Javier Revollo, que había sido recusado por Bolívar por actuaciones anteriores. Claure escribió que la Comisión hizo caso omiso a esas observaciones y tras quejarse de “dos penales anulados por el VAR”, solicitó una “exhaustiva investigación” contra Revollo apuntando al perjuicio tras el 1-1 de la vuelta. Encima, Revollo apareció luego dirigiendo ‘U’ de Vinto – The Strongest en ‘semis’.

“Cuidado amigos de The Strongest”, advirtió Claure en sus redes cuando supo de Revollo. Esa alerta fue respondida por el mismo club atigrado que emitió un duro comunicado para la semifinal de vuelta, advirtiendo de iniciar proceso al designado Ivo Méndez (Santa Cruz) si en caso su actuación no iba bien -no hubo necesidad-. A la final en medio de un camino pedregoso por la susceptibilidad con los árbitros, llegaron San Antonio Bulo Bulo y Universtario de Vinto.

De todas formas, los presidentes Sebastián Peña, de Blooming; Ronald Raldes, de Oriente Petrolero; y Mario Franklin Chávez, de Royal Pari, solicitaran -entre otros cinco puntos- el mismo día en que se realizaba el Congreso Ordinario de la FBF en La Paz, que se sortearan los árbitros previos a los partidos, pero, además, que pierdan la ‘inmunidad’ de recurrir a la justicia ordinaria para procesarlos por ‘daños’ cada vez que lo consideren necesario. Esto “por las inversiones que se realizan”.

Además, pidieron que la Comisión de Árbitros que hoy preside José Jordán, ya no dependiera del Comité Ejecutivo de la FBF, sino que sea un órgano autónomo, que le permita elegir por su propia cuenta, quiénes son los que dirigen en cada fecha. A estos tres clubes de Santa Cruz poco después se unió Marcelo Claure de Bolívar y entre los cuatro, dejaron sobre la mesa la posibilidad de “no presentarse al torneo Clausura”, si en caso no eran atendidas estas demandas “de manera urgente”.

En medio de este ambiente la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) hizo pública una decisión fuerte: “Árbitros de Chile van a dirigir las dos finales”. Se sabe, que Fernando Costa se impuso a los cuestionamientos de algunos directivos, y al final, corriendo con los gastos, Juan Lara y José Cabero se encargaron de las dos finales del Apertura. Los árbitros de Bolivia se declararon en emergencia y hubo cuestionamientos a la decisión de los mismos críticos que antes apuntaron a los mismos jueces bolivianos.

No hubo vuelta, ha sido imposible no hablar de los árbitros en todo este tiempo, desembocando los cuestionamientos previos en que el árbitro central, los líneas, y el encargado del VAR, vienen de Chile gracias al convenio con la FBF. Además, en Chile 49 árbitros se capacitaron desde enero en procura de mejorar una pata que hoy está coja. Por cierto, en el convenio, los bolivianos también van a poder dirigir en la primera división del país trasandino. Todo esto, en la previa a la segunda final.