Marcelo el 'Loco' Robledo decidió renunciar como técnico de Independiente porque “no le encontraba la vuelta” después de haber logrado el ascenso y consagrarlo campeón de la División Profesional.

12 de septiembre de 2022, 7:39 AM
12 de septiembre de 2022, 7:39 AM

Decidió renunciar a Independiente luego de perder por goleada ante Universitario de Vinto 4-1, el colero del campeonato. Reconoce que con su cuerpo técnico “no le encontraron la vuelta”, como se suele decir en el fútbol, y por eso decidió dar un paso al costado.

Sin embargo, él se va con la cabeza en alto. “Me voy con el pecho inflado”, dice, orgulloso por lo hecho en el “Matador”. Es argentino, pero los lazos que lo ligan a Sucre son muy fuertes, tanto que en medio de todo lo que provocó su sorpresiva dimisión soltó la frase “acá radico y acá me van a enterrar”.

Claro, si jugó en los dos clubes más representativos de la capital del país. Fue arquero de Universitario, pero por supuesto que lo hecho en Independiente lo ha marcado ya de por vida.

Es un personaje en Sucre y por eso su salida del club tuvo tanta repercusión, mucho más que las de otros entrenadores de equipos bolivianos.

En Independiente fue jugador, primero, y, luego, su director técnico. Tuvo la capacidad de conducirlo a la División Profesional al haber sido subcampeón de la Copa Simón Bolívar el 2020 y al año siguiente fue campeón en la División Profesional por primera vez en la historia del “Matador”.

Ganó el campeonato único con 65 puntos en 30 presentaciones, en un final dramático, logrando la primera colocación, superando en el tramo final a Always Ready y The Strongest.

“Soy un tipo luchador y ganador de la vida”, señala este santafecino de  nacimiento, pero chuquisaqueño de corazón. Eso es parte de su historia. El
presente indica que Robledo renunció y no es más director técnico de Independiente.

 ¿Cuál es la importancia de Independiente en tu vida?

"Independiente me ayudó a madurar como persona y como profesional. Crecimos a la par con los dirigentes porque si bien tuve un paso como DT por Ecuador en Primera División, pero en realidad no es lo mismo que se dio acá".

 ¿Con qué sensación dejas el club después de más de dos años?

"Hemos dejado muchas cosas, como lograr el ascenso a la Primera División, coronar con un campeonato nacional. Pero hay algo que quiero rescatar por encima de todo: hemos dejado jugadores jóvenes que quedan para la institución;
ellos ya son de la categoría Profesional que hoy ya tienen la oportunidad de jugar en cualquier momento. Lo material (el título) es importante, pero tanto o más importante es que queden chicos pisando la Primera División".


 ¿Alguna sensación especial en lo íntimo?

"La tristeza de no haber podido dejar el equipo más arriba. Al mismo tiempo, me voy con una sensación muy feliz de ser el entrenador más ganador en la historia de Independiente, haber ascendido, el primer título, la primera participación en Copa Libertadores. Soy el más ganador de la historia (de Independiente). Son lindos los festejos, pero también quedan los otros, los tristes... Fíjate que en este aprendizaje del fútbol aprendí más de los momentos malos que de los otros; aprendí más en esta Copa Libertadores porque fue la primera en mi carrera como entrenador y tal vez no tuve la capacidad suficiente para poder leer diferentes situaciones de los partidos para poder tomar mejores decisiones. Estas lecciones me servirán de mucho para lo que pueda venir más adelante".

 ¿Crees que podrías ser una especie de manager deportivo de Independiente, considerando todo lo que has hecho para el club?

"No va conmigo esa figura, no siento ser manager deportivo para nada. Eso sí, si tengo más adelante la posibilidad de ayudar al club lo voy a hacer porque le tengo mucho respeto. La presidenta de la institución me decía: “Es tu club también, Loco”. Entonces, lo que necesiten de mi parte siempre lo van a tener, pero lo mío es la pasión de ser entrenador. Lo voy a hacer hasta el cuerpo me dé…pero esto recién empieza y creo que hay muchos años (tiene 42) para seguir recorriendo esto".

 Y en adelante, ¿qué pensás hacer?

"Mirá cómo son las cosas. Hace un par de meses me rompí los ligamentos cruzados de mi rodilla, quiero operarme, pero también necesito tomarme un par
de días para ir a pescar, leer un poco, porque tengo dos libros pendientes de darle una mirada. Pero la perspectiva es seguir dirigiendo. Estoy a full, tengo muchas ganas, me siento fortalecido. Esto es lo más lindo, lo que me apasiona. Y si me llaman mañana para agarrar a otro equipo, lo analizaremos con el cuerpo técnico para ver si dan las condiciones para meterle porque también tenemos muchas ganas de seguir trabajando".

El Loco es pura energía, pero ahora baja un cambio, se fue con su familia a la localidad chuquisaqueña de Chuqui Chuqui. Seguramente, a repasar lo vivido en los últimos años y a pensar en el futuro.

Mientras tanto, disfrutará de la tranquilidad de la pesca, esa otra pasión. Atento a lo que pasa en el río, como cuando esperaba un centro cuando era arquero o seguía las acciones del partido al borde de la cancha; no vaya a ser que se le escape un Surubí.