Ministro de Deportes italiano negó ser homófobo tras declaraciones sobre Jankto

El ministro italiano de Deportes, Andrea Abodi, negó el martes las acusaciones de homofobia tras el enfado generado en el país tras sus comentarios sobre el jugador abiertamente gay Jakub Jankto.

En una entrevista publicada por La Stampa, Abodi declaró que "no quería pasar por homófobo" después de haber dicho que a él "no le gustaba la ostentación" del centrocampista checo, que debería unirse en este mercado de fichajes al Cagliari, recién ascendido a la Serie A.

Este comentario, realizado durante una entrevista en la radio el lunes, fue interpretado como una referencia al hecho de que Jankto revelara su homosexualidad en febrero.

Pero Abodi insistió que hablaba de lo que el considera una "ostentación excesiva" entre algunos participantes en los desfiles anuales del orgullo LGTB+, en lugar de la libertad de las personas a expresar su orientación sexual.

"Mi respuesta tenía la espontaneidad requerida cuando tienes que dar una respuesta muy breve, sobre todo en la radio donde dispones de muy poco tiempo", declaró Abodi.

"Uní dos conceptos que debían estar separados... la identidad de cada uno debe ser respetada y espero que miles de otras personas harán su salida del armario", añadió Abodi.

Jankto se convertirá en el primer jugador abiertamente homosexual de la Serie A una vez se haga oficial su traspaso del Getafe al Cagliari.

El internacional checo de 27 años, que forma parte del puñado de jugadores de alto nivel que ha revelado públicamente su homosexualidad estando todavía en activo, regresará a Italia, país en el que ya jugó en el Udinese, en el Ascoli y en la Sampdoria.

Abodi, de 63 años, es ministro de Deportes y de la juventud en un gobierno de derecha dirigido por el partido Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia, FDI), que tiene raíces neofascistas.

Militantes de derechos de los homosexuales denuncian el trato hacia la comunidad LGTB+ italiana desde que la jefa del gobierno y del FDI, Giorgia Meloni, asumiera sus funciones el pasado mes de octubre, con un programa que promueve los valores familiares tradicionales.

Los estadios de fútbol italianos son a menudo escenario de actos de sectarismo y de racismo por parte de grupos de aficionados organizados, un gran número de los cuales tiene opiniones políticas abiertamente de extrema derecha.

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