Los padres del portero boliviano eligieron Factory para ver anoche el partido. Los invadió la intranquilidad, sobre todo a la mamá, que sufrió casi siempre. Don Carlos se emocionó.

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5 de octubre de 2018, 8:24 AM
5 de octubre de 2018, 8:24 AM

Los padres del arquero Carlos Emilio Lampe Porras vivieron anoche una jornada histórica. Don Juan Carlos Lampe y doña Cecilia Porras decidieron salir de casa para ver el partido en Factory, un local conocido que está en el centro de la ciudad.

La presencia de ambos no pasó desapercibida, tomando en cuenta que a este boliche acude gente para ver grandes eventos deportivos y, sobre todo, porque se trataba de los papás del futbolista de quien habló todo el día la prensa nacional y argentina.

Llegaron a las 20:40 y de inmediato fueron rodeados por periodistas de programas deportivos y de noticiarios de la noche.

Don Juan Carlos se mostró más sereno, aunque todo el tiempo atendía su teléfono por las continuas llamadas de amigos y de periodistas que le consultaban sobre lo que estaba experimentando previo al partido que iba a marcar el futuro de su hijo, el menor de tres.

Cuando comenzó el encuentro la mamá prefirió apartarse de los televisores y caminar sobre el boliche. “No puedo soportarlo. Este partido va a definir el futuro de mi hijo y esto me pone mal”, decía mientras chateaba por WathsApp con sus hijas Éricka, que vive en Santa Cruz, y Claudia, exbasquetbolista de selecciones nacionales, que radica en Estados Unidos.

Sin duda, una familia de deportistas. “Mis tres hijos son muy unidos. Emilio jugó basquetbol por Claudia, que lo llevaba a sus entrenamientos”, contó la mamá de los Lampe, quien en sus años mozos fue una destacada voleibolista en Santa Cruz.

El papá no se quedó atrás en contar historias y eligió el momento, sobre todo luego de la culminación del primer tiempo entre Boca y Cruzeiro, para recordar cómo Emilio dejó el básquet para dedicarse al fútbol.

Emilio Lampe junto a sus hermanas, Claudia y Éricka. Son inseparables

“En cierta ocasión, y cuando mejor estaba jugando básquet, me dijo que este deporte ya no lo llenaba y que su aspiración era jugar fútbol para ser famoso. Desde ese momento empecé a entrenarlo e incluso hice gestiones para llevarlo a un torneo juvenil que se hizo en Colombia. Costó arrancar, porque luego lo llevé a Bolívar, donde se quedó como tercer arquero. Después vino la selección sub-20, donde Óscar Villegas fue determinante para consolidarse y mostrarse más”, dijo don Juan Carlos, quien hizo un repaso de cómo Emilio estuvo entrenando un tiempo en el equipo de sus amores, Blooming, y que debido a desacuerdos con la dirigencia celeste terminó en Guabirá, que en ese momento era dirigido por Víctor Hugo ‘Tucho’ Antelo.

La mamá escuchaba todo mientras iba y venía donde habían elegido sentarse para ver el partido, cuyo desenlace era esperado para saber si Carlos Emilio Lampe se iba o no a Boca.

“Mi hijo hasta dejó de ganar el doble de lo que le ofreció Sport Boys por irse a Huachipato. Él presentía que le iba a ir mejor y que iba a dar el salto que necesitaba”, dijo doña Cecilia, quien destaca de su hijo su humildad y lo cariñoso que es con sus dos hermanas.

¿Y de cuál equipo son hinchas?, le consultamos. “Somos bluministas y a Emilio, desde niño, lo llevaba al estadio vestido de celeste”, dijo y tampoco escondió que, al igual que su hijo, son seguidores del fútbol argentino desde siempre. “Eso era antes porque ahora soy hincha a muerte de Boca”, sostuvo con el humor que lo caracteriza a don Juan Carlos, un chapaco de nacimiento, pero que vive en Santa Cruz desde muy jovencito.

Un desenlace con lágrimas Tras el gol de Cruzeiro que puso en peligro la clasificación de Boca Juniors, don Juan Carlos Lampe paró de conversar para concentrarse de lleno en el partido. “Ahora sí estoy preocupado”, comentó a los que estábamos cerca de él.

“Si no se da, al menos el aliciente será que un club grande del mundo puso sus ojos en mi hijo”, decía doña Cecilia, quien optó en los minutos finales por alejarse de las pantallas.

El gol de Pavón que significó el empate para los xeneizes fue un alivio para todos y, obviamente, para los Lampe Porras.

Cundió una notoria alegría, que después desencadenó en un festejo general, ya que Boca se clasificó y se concretaba el pase de Carlos Emilio Lampe a uno de los clubes más poderosos de América y del mundo.

Apunta a Europa Don Juan Carlos lloró mientras lo entrevistaba en vivo un programa de televisión. “Se me vienen tantas cosas a la mente que es inevitable no derramar lágrimas”, dijo el progenitor, quien no descarta que en diciembre el exportero de Huachipato se vaya a un club europeo.

  • Óscar Villegas, un DT que lo apoyó

Juan Carlos Lampe, papá del nuevo arquero de Boca, contó que con el ex árbitro argentino Javier Castrilli iniciaron los contactos para que Emilio llegue al club xeneize.

Cecilia Porras, mamá de Emilio, contó que tiene terror viajar en avión y que, por ese motivo, no viajará a Buenos Aires con su marido para ver la presentación de su hijo en la Bombonera

Óscar Villegas fue determinante para que Emilio Lampe jugara en la selección sub-20 en 2007. “Se la jugó por mi hijo, pese a que fue presionado por cierta dirigencia para que no lo pusiera de titular”, dijo el papá del portero

Emilio vio anoche el partido en Santiago de Chile en la casa del presidente del club Huachipato.