No vinimos a ver el partido, sino a contarte cómo es una final
Santa Cruz será sede de la final de la Copa Sudamericana en 2025. Y vamos a tener una de las mejores
No, no vinimos a ver el partido, vinimos a contarte cómo es una final de Copa Sudamericana, porque en 2025, el desafío es hacer algo similar en Santa Cruz. Asunción fue un gran anfitrión, vio coronarse a Racing Club campeón y a aplaudir a Cruzeiro que fue segundo. El 3-1 queda en el registro de los hinchas y nos desafía a hacer algo similar en el país.
Hay similitudes, como, por ejemplo, que la final aterrizará en la ciudad más futbolera del país y que tiene gente que le encanta mostrarle al extranjero lo hermoso de su tierra. La capacidad organizativa es gigante, Paraguay se alineó con la seguridad (helicópteros y policías que cuidaron a los hinchas), los campos de esparcimiento y hasta con el tráfico por la zona del estadio.
Se pusieron buses a disposición de los hinchas y habilitaron lugares para camping ante la invasión de los últimos días. En el día del partido la temperatura fue subiendo de a poco y los 37º C del termómetro, obligó a ir de cortos, y como no bastó, ahí estuvieron los bomberos para regar agua a los hinchas y originar una fiesta en las tribunas que tanto nos caracteriza.
Acá no es necesario el aire acondicionado de lo estadios de Catar, basta con el ingenio del sudamericano. Eso mismo de los bomberos pasaba hasta hace unos años en Santa Cruz, una hermosa costumbre que se ha ido perdiendo. La animación en la previa fue tan bien hecha que fue como un entremés único antes del plato fuerte. Cumbia y samba, ¡para qué más!
Sonó Gilda, Vila Palma e’ Pampiros, La Mosca y más, todo para hacer bailar a los miles de hinchas que se apostaron desde temprano. En las arterias del estadio se vendieron las chipas, panchitos y hamburguesas que se podía combinar con gaseosas y agua; los precios iban de $us 2 a 4. A ello se agregó la facilidad para acceder a tu asiento con guías en cada pueta.
En el estadio una pantalla gigante mostró lo mejor del partido, la fiesta de los hinchas, los cambios y luego la premiación. El gramado fue una alfombra y la iluminación permitía ver -cuando cayó la noche- de una tribuna a la otra. No cabía un alfiler y por tal motivo se habilitaron pantallas en el estadio Nacional que está a una calle de la Nueva Olla.
Fue una acción rápida entre las autoridades paraguayas con las de Conmebol ya que el objetivo era evitar cualquier tipo de inconvenientes ante la aglomeración de hinchas sobre todo de Racing. Cuando se movió la pelota de la final fue otra historia porque el partido fluyó y permitió que el hincha de Racing disfrute ya que al final lograron el título que esperaban.
Los goles de Gastón Martirena (15’), Adrián Martínez (20’) y Roger Martínez (90+5) hicieron festejar al crédito argentino, mientras que el descuento de Kaio Jorge (52’) puso emoción en un momento del partido. Para destacar al DJ del estadio, conectado con lo que cantan los hinchas en las tribunas. Eso también permitió que la fiesta no se detuviera.
Esa chispa sudamericana se sintió más que nunca. Cuando cantaban los brasileños la tribuna alta temblaba (hay un video en EL DEBER que lo ratifica), dejando en claro que no solo la Bomboera late, la Nueva Olla igual tiembla. De inmediato se nos vino a la mente el Tahuichi que aunque tiene la mejor cancha, necesita reforzar su escenario en diferentes lugares.
Urge ponerse manos a la obra en el principal escenario de la ciudad, porque hay que cumplir con los estándares que exige un evento como este. La Conmebol ya aseguró $us 2 millones y la FBF que preside Fernando Costa gestiona otro monto más, porque la mirada está en no dejar pasar por alto este año que será histórico para nuestro fútbol.
En las afueras la reactivación económica fue movida porque se vendían camisetas, comida en las calles que conducían al estadio y hasta recuerdos de la Copa Sudamericana. Los taxis o los móviles que se mueven gracias a las aplicaciones, ‘hicieron su agosto’ como decimos en Bolivia, mientras que la hotelería colapsó junto a los buses privados que llevaron hinchas.
En las radios que hicieron la previa era frecuente escuchar “que vengan más finales como esta”, mientras que en los restaurantes por donde pasó La Travesía de ED Sports, se evidenció lleno total por las largas filas en la caja en procura de comprar su ticket para la comida. Eso es lo que origina la Copa Sudamericana, un movimiento impresionante más allá del fútbol.
La consagración de Racing Club fue emotiva, única por la pasión de sus hinchas. Quebraron una mala racha de 35 años y nos alegró ver su emoción; pero en La Travesía no perdimos el foco porque fuimos observadores de lo que se puede vivir. La Copa es nuestra y Santa Cruz nos espera en 2025. A ponernos manos a la obra desde ya.