El héroe celeste dijo que la felicidad de sus padres es lo que hace especial este momento. “Mi apodo se alargó, ahora mis compañeros me dicen Pulpo goleador“.

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6 de noviembre de 2018, 4:00 AM
6 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Terminó el clásico y casi todos los medios de comunicación querían una nota con el héroe de la noche, Paúl Arano. El volante, que marcó los dos goles en el triunfo de Blooming sobre Oriente, miraba de reojo a su padre, Alfredo Arano, que estaba en la malla del perímetro de la cancha. Allí se dirigió para regalarle la polera con la que acababa de amargar a los verdolagas un día antes de su aniversario. Su madre, Carmen Rosa Ruiz, no estaba en el escenario pues no acostumbra asistir a los clásicos porque se pone muy nerviosa. Eso sí, en casa lo esperaba para darle un largo abrazo.

“Lo mejor de todo fue regalarle la polera a mi padre y abrazar a mi madre. La felicidad de ellos fue única”, así es Paúl, de 23 años, que disfruta de ver feliz a sus progenitores y que producto de los siete goles que lleva marcados en el torneo Clausura su apodo creció en letras, ahora sus compañeros le dicen el “Pulpo goleador”. “Hasta hace poco era solo Pulpo”, afirma con un poco de risa de por medio.

Después del clásico cruceño, por la noche, y ayer durante todo el día, su teléfono no ha parado de sonar y ni qué se diga de los mensajes. “Todos han sido para felicitarme. La verdad que nunca me pasó esto. He tenido un montón de llamadas y mensajes”, afirma el volante mixto, que en los anteriores dos torneos solo marcó de a un gol, pues pisaba poco el área. Ahora suma siete tantos, los mismos que Gustavo Britos, el atacante argentino que hasta el domingo era el solitario artillero celeste.

Pese a que ayer por la mañana Erwin Sánchez los citó para entrenar, la figura del clásico ha intentado cumplir con la mayor parte de los medios de comunicación que lo invitaron. “Estoy en ello”, afirmó ayer por la tarde, intentando hacerse un campo para no fallar con las entrevistas. Ante la pregunta de quién o quiénes han sido clave para que se gane un puesto en el equipo de Sánchez, el volante nombró primero a Dios y luego siguió son su familia y el entrenador, ‘Platiní’. “La confianza del profesor ha sido muy importante, y ni qué se diga de mis compañeros”, asegura el mediocampista, que es cristiano desde hace cinco años.

Paúl no se conforma con lo que ha logrado hasta el momento. “Estoy seguro de que puedo dar mucho más. La verdad que cuando uno sigue mejorando y no para en ello, se da cuenta de que en el día a día puede lograr muchas cosas que antes parecían imposibles”, recalca. Para ello, trata de realizar trabajos fuera de los ejercicios de entrenamiento. “Voy al gimnasio con regularidad. También una o dos veces por semana me quedó a rematar tiros libres. Eso ayuda bastante”.

Los que lo acompañan en el trabajo ‘extra’ de tiros libres son el arquero Hugo Suárez y Julio Herrera. “Trato de cumplir lo que el profesor me dice: que mantenga el ida y vuelta, siempre con ritmo, y sobre todo que trabaje a conciencia”, afirma.

Sueños por cumplir

Con el buen momento que pasa, Arano afirma que este es su mejor año desde que está en el fútbol profesional y por ello no para de soñar, como el hecho de jugar en la selección. “Ya debuté en la selección nacional contra Birmania, y ahora voy por más. Pretendo salir a jugar fuera del país, si es a Europa mucho mejor”, dice.

Y si de elegir equipo, su ambición no tiene límites: “Quiero jugar en el Barcelona de Lionel Messi”, avisa. Y luego recalca: “Así de claro póngalo, quiero jugar en el Barcelona es mi gran sueño, por ello entreno duro”.

Con estas últimas palabras se despidió, debía cumplir con una entrevista con un medio. A Blooming se le viene Royal Pari, el sábado, y Paúl Arano es clave para que la academia vuelva a celebrar.

Rioja: “Paredes es un mala leche, me dio un rodillazo al descuido"

Rioja fue titular en el clásico. Foto: EL DEBER


Todavía con bronca, Juan Pablo Rioja, marcador central de Blooming, se refirió a la lesión que le provocó en el clásico cruceño el paraguayo Jorge Paredes, de Oriente Petrolero. “Paredes es un mala leche, me dio un rodillazo al descuido. No sé por qué no se fue expulsado. La agresión fue clara”, dijo.

Agregó que ese golpe lo sacó del partido, pues tuvo que dejar la cancha a los 63’. “Me sacó del partido, pues la pierna se me enduró y así era imposible seguir en cancha. En realidad, me golpeó porque le dije que era un mala leche pues minutos antes Paredes le había aplicado un codazo a Rober Cueto”, sostuvo.

Producto del rodillazo, Rioja ayer caminaba con bastante dificultad. “La paralítica me dejó con la pierna inflamada. Con masajes, voy a estar entre dos y tres días fuera“, recalcó el defensor que espera estar en el partido de Blooming ante Royal Pari, a jugarse el sábado en el estadio Tahuichi.

Si no está Rioja, su lugar lo ocupará Leonardo Urapuca, de 20 años, que partido a partido está ganando experiencia y demostrando que tiene condiciones para tener más minutos. En el clásico ingresó y cumplió un buen trabajo.

En la zaga central también ya está listo para reaparecer Christian Coimbra, que ya superó un esguince de tobillo.

Por dentro

Hugo Suárez estará de baja unos 10 días

El arquero Hugo Suárez será intervenido hoy o mañana de un cálculo renal, que le viene provocando fuertes dolores. La operación lo dejará fuera de las canchas durante al menos 10 días.

Es la tercera vez que el portero va al quirófano por este malestar. Suárez destacó el nivel que viene mostrando Rubén Cordano. “Está haciendo un buen trabajo en el arco. Con él venimos trabajando hace cuatro años y me pone feliz su momento“, dijo.