Desde el 2017 forma parte del equipo inmobiliario. Este zurdo mediocampista cruceño cumplirá en noviembre 29 años. Este 2021 se graduó en la Gabriel René Moreno. Es un ejemplo para sus colegas y los jóvenes deportistas.

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12 de septiembre de 2021, 13:21 PM
12 de septiembre de 2021, 13:21 PM

Pedro Omar Siles Canda es un futbolista digno de imitar por sus colegas y por los jóvenes deportistas que buscan el éxito en la vida.

Apasionado desde niño por el fútbol y firme en su convicción de que con esfuerzo se puede superar todo obstáculo, este joven deportista ha sabido capear los duros momentos con sabias lecciones de su padre (Alcides), su abuelo (Rosendo) y su familia.

En Royal Pari desparrama talento, pues es el club que lo acogió el 2017 y que desde entonces lo ha mostrado en los torneos locales de la División Profesional y también internacionalmente al jugar Copa Sudamericana. Además, le ha brindado la posibilidad de terminar su carrera universitaria de Contador Público.

Pedro Omar aprendió el abc del fútbol en el barrio Guaracachi, donde se crio y disfrutó desde los siete años de los campeonatos, que impulsaba su papá, un futbolero e hincha de Oriente Petrolero.

La academia Tahuichi formó parte de su formación y estuvo desde los ocho años gracias a su abuelo, que tenía el tiempo suficiente para llevarlo a los entrenamientos. En esta entidad que formó a grandes jugadores estuvo hasta los 14, pues un año después pasó al club Universidad, ya que el objetivo de su progenitor era que juegue hasta que termine el colegio y después pueda seguir una carrera universitaria en la Gabriel René Moreno.

“Dejé la Tahuichi porque no tenía continuidad; quizás no confiaban en mi porque era muy flaquito y chiquitito”, confesó el hoy zurdo mediocampista de algo más de 1.80 metros de estatura.

Eso pasó. El 2010, ya con 18 años, empezó a estudiar ingeniería financiera, aunque tiempo después, según él, debió a cambiarse a Contaduría porque la anterior era más complicada y no tenía el tiempo suficiente para estudiar y entrenar.

Guabirá, su primer club profesional

En ambas actividades fue creciendo hasta que en el 2013 Guabirá lo fichó por cinco temporadas. Había llegado al fútbol profesional, uno de sus objetivos, aunque el esfuerzo era mayor, jamás abandonó la universidad.

La llegada de Víctor Hugo ‘Tucho’ Antelo como entrenador de los Rojos de Montero en el 2016 ocasionó que haga un clic en su vida. Tras la conclusión del torneo del primer semestre de 2017 el DT le comunicó de entrada que no estaba en sus planes.

¿Qué hacer ante esta medida? Siles tenía un contrato hasta fines de 2017. Fue el momento más duro de su carrera, confiesa él, porque estaba encariñado con el club, sus compañeros y los hinchas que incluso hoy le demuestran aprecio.

“Nunca tuve problemas con Tucho, pero cuando un entrenador tiene sus gustos elige al jugador que prefiere y yo no estaba en sus planes. Por eso fue directo y me dijo que no iba contar conmigo. En ese lapso retomé mis estudios porque tuve más tiempo, pero fue difícil porque uno no está preparado para afrontar una situación como la que viví en ese momento”, dijo.

Y fue complicado porque no pudo continuar su carrera en un club de la división profesional. “Nadie me quería porque no tenía continuidad”.

¿Qué hizo? Explicó que pese a las dificultades su meta era continuar jugando. Al mal tiempo, buena cara fue su reflexión. Su aliciente fue que recibió una propuesta del club Quebracho de Villa Montes, que lo quería en sus filas para jugar la Copa Simón Bolívar.

“Estaba hecho lo de Quebracho cuando apareció la oferta de Royal Pari, que también estaba a un paso de clasificar a la Simón Bolívar y el entrenador era el profesor David de La Torre, que me abrió las puertas del club para entrenar y, además, quería que me quede para jugar la Copa. Casi dos meses estuve con ellos hasta que lograron la clasificación. Me quedé y por eso le devolví la plata a don Ramiro Vaca (presidente de Quebracho) por el mes de sueldo adelantado y le agradecí por el interés que pusieron en mí”, expresó.

Con este dato, Siles es el jugador con más partidos disputados de Royal Pari porque formó parte del ascenso a la División Profesional en 2018 y este largo vínculo podría alargarse, dado su buen rendimiento, por un par de años más pese a que su contrato finalizará en la próxima temporada (2022).

La selección

Integrar la selección nacional es su sueño. “Uno siempre quiere estar. Creo que he merecido ser convocado alguna vez. Considero que estoy listo para demostrarlo, pero lastimosamente no he tenido esa oportunidad”, dijo.

Cuenta  que en la era del peruano Roberto Mosquera como entrenador de Royal Pari (2018-2019) tuvo la sensación de que pudo ser convocado, ya que era titular y demostró un buen rendimiento. “Mis compañeros me decían te van a convocar, pero lamentablemente no se dio”, sostuvo.

¿Qué opina de la selección que está jugando la presente eliminatoria?

“Estamos lejos de las otras selecciones. Es muy notorio. Contra Argentina y en una cancha rápida no podíamos dar un pase ni controlar la pelota. Jugamos a otra velocidad y esto es porque en el país jugamos en canchas que en su mayoría no están en condiciones; creo que la únicas en buen estado son el Tahuichi, la del Hernando Siles y la de Montero, que ha mejorado mucho. El resto tienen pasto alto y muchas imperfecciones. Es difícil jugar rápido y a otra velocidad ante rivales que juegan en otro tipo de infraestructura. Por eso creo que la selección hace lo que está a su alcance. Si no lo dan condiciones de trabajo es complicado competir a otro nivel”, expresó.

Contador público

A la par de su carrera deportiva, Pedro Omar también siguió con sus estudios en la universidad. En este logro destaca los consejos de su padre, quien le inculcó que haga el esfuerzo de jugar y estudiar a la vez.

“Por eso salí profesional después de casi once años. El avance lento, pero mi objetivo fue siempre terminar. La clave fue no abandonar mis estudios porque sé que es difícil vivir de una sola profesión. Lo hice estando ya casado y con mis dos hijos. No fue fácil y en todo este tiempo agradezco a las personas que me ayudaron a terminar, como es el caso del licenciado Chavico y del licenciado Fausto Mendoza. Soy un agradecido con ellos. Ahora que soy contador, mi propósito es seguir jugando hasta donde me dé el cuerpo; es mi principal sustento y si algo me pasara en el fútbol como una lesión grave estoy listo para ejercer mi otra profesión”, puntualizó.