Ganó tres Mundiales, hizo más de 1.280 goles, inventó el 'jogo bonito' y motivó a millones. La magia de Pelé vive.

30 de diciembre de 2022, 10:03 AM
30 de diciembre de 2022, 10:03 AM

Cuenta Pelé, que sus abuelos repartían leña con una carreta y él de 10 años solía acompañarlos. La gente era pobre, pero todos trabajaban. Su padre era también jugador de fútbol, apodaba Dondinho. De chico soñaba ser futbolista como su padre y su hermana decía que desde chico era inquieto, electriquiño. Su padre se lesionó, el hijo entonces lustraba zapatos para ayudar a la familia.

Cuando en 1950 se consumó el “Maracanazo” a manos de Uruguay, el Edson niño vio llorar a su padre y se juramentó que un día lo recompensaría en condición de un Brasil campeón del mundo. En 1956 fue a probarse a Santos. Sorprendió y quedó, en poco tiempo fue convocado para el Mundial de Suecia de 1958.

Por primera vez salía de su natal Brasil. Y demostró las virtudes asombrando al mundo con 17 años, ganando la final al local por 5-2 con dos goles de él dándole el primer título mundial a su país. Estaba lesionado en Suecia, pero este fenómeno, iba a escribir la primera revolución.

Con Garrincha y Didí crearon un festival de toques y goles. En andas, reía y lloraba con la copa entre sus manos. Al cumplir 18, tuvo que prestar servicio militar como recluta en el Sexto Grupo de Artillería Motorizada de Santos. Marcó
goles, ganó partidos. Y dio la vuelta olímpica también en el ejército de Brasil.

El complejo de vira-lata de los brasileros comienza a mutar, cuentan los sociólogos de la época. La autoestima del pueblo crece. Pelé era un símbolo
de emancipación brasileña.

Dos años más tarde el presidente del Santos lo declaraba patrimonio nacional y anuncia que no lo venderá a ningún precio. Ese año vencen al Benfica 5-2 en la final Intercontinental.

Llega la Copa del Mundo en Chile y Pelé ya había madurado. Ese Mundial fue de Garrincha y Amarildo, estandartes de un Brasil arrollador. Brasil logra la segunda Copa del Mundo. En ese Mundial pudo jugar solo 2 partidos: estaba lesionado.

El Mundial del 66 fue el más desdichado en la vida de Pelé. Brasil quedó afuera pronto y Pelé, muy criticado. La obra cumbre, el Mundial de México1970 fue la cumbre. El 4 a 1 sobre Italia fue la gloria. Acompañado por Carlos Alberto, Gerson, Jairzinho, Rivelino y Tostao.

Su casa quedó en Santos, con 25 títulos entre 1956 y 1974. Terminó en el Cosmos. Su último partido fue en Nueva Jersey el 1 de octubre de 1977.

Anotó 1.284 goles, pero para la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol las anotaciones oficiales fueron 757. “Hoy los jugadores mandan besitos a las cámaras y aparecen en el mundo entero. En mi época, teníamos que ir a todos los países para ser conocidos.Solo me faltó jugar en la Luna para conquistar la fama”, dijo.

En 1977 fue nombrado embajador de las Naciones Unidas y le fue entregada la condecoración “Ciudadano del Mundo” por la ONU. En los últimos años, sufría
dolores de cadera, le costaba caminar. Los ingleses inventaron el fútbol y Pelé lo convirtió en una obra de arte.

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