El exastro brasileño tiene prisión domiciliaria en una lujosa habitación de hotel en Asunción, luego de soportar otros 30 en una cárcel policial

15 de abril de 2020, 7:55 AM
15 de abril de 2020, 7:55 AM

El exastro brasileño del fútbol Ronaldinho Gaúcho cumple este miércoles su noveno día de prisión domiciliaria en una lujosa habitación de hotel en Asunción, luego de soportar otros 30 en una cárcel policial, procesado por uso de pasaporte paraguayo falso.

En el exclusivo hotel Palmaroga, en el centro histórico de la capital paraguaya, distante a dos calles del Palacio de Gobierno, Ronaldinho y su hermano Roberto ocupan dos suites Premium por las que pagan 350 dólares diarios por cada una, según el gerente del hotel, a la espera del desenlace de su caso que tiene una expectativa de pena de hasta cinco años.

Ambos usaron pasaportes paraguayos originales de contenido falso al arribar a Asunción el 4 de marzo pasado, por razones que la Fiscalía investiga. Dos días después fueron detenidos. Otras 14 personas se hallan imputadas por producción, tráfico y presunto lavado de dinero, un empresario brasileño entre ellos, y una prófuga de la justicia.

La fianza para obtener la domiciliaria del exestelar del FC Barcelona y su hermano fue de 1,6 millones de dólares en total, según la resolución del juez, que aceptó la garantía ofrecida por la defensa.

Impedido de recibir visitas debido a la pandemia del nuevo coronavirus que ya arrojó un saldo de ocho muertos y 161 infectados en Paraguay, el campeón en el Mundial de Corea del Sur y Japón-2002 transcurre sus horas de ocio sin un esquema rígido, sin comidas especiales, con rutinas en el gimnasio y paseos por el portentoso edificio de 6.000 metros cuadrados, de capital español, inaugurado en 2019 y que conserva una fachada del 1900.

"Ayer le trajeron una pelota reglamentaria. Le habilitamos un salón -de unos 30 metros por 15- para sus picaditas (manejo del balón)", comentó Emilio Yegros, el gerente del albergue de estilo neoclásico.

"Parece buena gente. No pierde la sonrisa, su hermano tampoco. Su semblante cambió desde el primer día cuando llegó tenso y visiblemente estresado", retrató Yegros.

La presencia de su mediático huésped de 40 años alteró enteramente la vida de los empleados del hotel quienes hasta se turnan para atender las incesantes llamadas del exterior, especialmente de periodistas que buscan la primicia de una entrevista con el idolatrado "Dinho".