Esta es la segunda vez que el equipo Santo pierde la categoría; descendió en 1999. La Federación Boliviana de Fútbol tiene que decidir qué pasa con los puntos pendientes

27 de septiembre de 2021, 9:02 AM
27 de septiembre de 2021, 9:02 AM

San José de Oruro decidió poner fin a su participación en el campeonato de la División Profesional, a nueve fechas del final, abatido por una crisis insuperable que arrastra desde la temporada pasada.

La dirigencia del club santo comunicó ayer su decisión de abandonar el Torneo Único, forzando su descenso automático de categoría.

“El Tribunal de Honor tiene una posición real y por unanimidad es que San José ya no debe participar. Ayer (sábado) fue su último partido. Consideramos que los medios económicos los hemos agotado al tope. Por lo tanto, al no existir el apoyo de las autoridades, de las empresas, la misma sociedad e hinchas, San José no puede continuar”, declaró su titular, Ernesto Araníbar, a una radio de Oruro, según la AFP.

El club de la ciudad de Pagador tiene una deuda que ronda los 5 millones de dólares y muchos compromisos pendientes.

San José disputó 21 partidos, de los cuales perdió 20 y empató 1 (con Real Potosí), recibió 62 goles y anotó solo 8.

El Tribunal de Resolución de Disputas de la Federación Boliviana de Fútbol le quitó doce puntos como sanción por no cumplir con el pago de deudas a exjugadores que le iniciaron juicios.

La Federación Boliviana de Fútbol tendrá que tomar una decisión en relación con los puntos pendientes de disputa.

Existen dos opciones; anular los puntos jugados con San José o sumar tres unidades a todos los equipos que tenían partidos pendientes con el equipo orureño .

Esta es la segunda vez que el club de la “V” azulada, fundado en 1942, pierde la categoría.

En 1999 descendió a la asociación orureña pero regresó rápidamente, un año después, a la denominada Liga del Fútbol Profesional.

San José de Oruro fue cuatro veces campeón nacional, y participó en varias ocasiones en la Copa Libertadores de América y la Copa Sudamericana.

Abandonos

El abandono de San José de Oruro no es el primero que se da en el fútbol boliviano.

La mayor cantidad de retiros corresponde a clubes de Cochabamba.

Petrolero de Cochabamba, dependiente de YPFB del valle, dejó la Liga dos veces, en 1988 y 1993. Solicitó licencia en 1988 y retornó en 1990. Su último partido en la Liga fue el domingo 31 de octubre de 1993. Se marginó debido a problemas económicos. Al final, tras no contar con respaldo, se disolvió en 1996. Participó durante quince años.

Deportivo Bata de Quillacollo estuvo tres temporadas en Primera División (1977, 1978, 1979). Pertenecía a la empresa Manufacturas Nacionales Manaco. Sus propietarios decidieron desafiliarlo de la Liga en 1979. Luego sería disuelto.

San Pedro de Cochabamba compitió un año (1990). Fue ascendido para que ocupe la segunda plaza vacante de Cochabamba ante la licencia de Petrolero, la negativa de Enrique Happ a hacer uso de su cupo al ganar la Copa Simón Bolívar, la desafiliación de Bata y el descenso de Aurora. Se marginó un año después y desapareció.

Orcobol, “Orgullo de Cochabamba y Bolivia”, compitió dos temporadas en la Liga del Fútbol Profesional (1991-1992). Fue ascendido para ocupar la tercera plaza restante de Cochabamba. Algo similar a lo que sucedió con San Pedro. Luego, desapareció.

Municipal de Potosí participó un año (1987), aunque no terminó la temporada. El equipo de la Alcaldía potosina duró unos meses en competencia, decidió abandonar el certamen por una grave crisis económica.

El último club en dejar la División Profesional fue Sport Boys Warnes, aunque en su caso no fue de manera voluntaria. El Toro warneño fue “desafiliado” por no presentarse a jugar en la penúltima fecha a raíz de problemas económicos.

San José es el sexto caso de un club que deja su lugar voluntariamente en el fútbol profesional boliviano.