No lleva el cintillo de capitán, pero se hace sentir. Competidor nato, que siempre quiere ganar, más aún, ahora que toca jugar de visitante

8 de septiembre de 2024, 9:27 AM
8 de septiembre de 2024, 9:27 AM

Cuando comenzó la concentración de la selección nacional, para los partidos ante Venezuela y Chile, hubo una frase que retumbó por varios días en la Verde: “Si ellos están aquí es porque son los mejores en sus puestos, no porque son chicos o jóvenes; yo siempre quiero ganar y les voy a exigir lo mismo a ellos”. Las palabras son de un tal Carlos Emilio Lampe.

El arquero de 37 años, máximo referente de Bolivia y con tres eliminatorias encima, no dio margen para el pretexto, sellando que competir a este nivel, es grandioso para todos y que no se podía desaprovechar la chance. Nadie lo refutó, nadie salió a cortarlo, es más, ese campanazo hacia adentro del grupo fue tomado como una línea marcada a seguir.

No es el capitán del equipo -el cintillo lo lleva Luis Haquin- pero sí un líder futbolístico, de esos que te exigen al máximo porque él lo hace y eso quedó en evidencia cuando en el partido contra Venezuela hubo una fuerte llamada de atención a Lucas Chávez que terminó saliendo en el primer tiempo tras bajo nivel. Lampe es así, un ganador por naturaleza.

Ante Chile será su segundo partido en estas eliminatorias y lo hace con el entusiasmo de siempre. Volver a ser titular no fue fácil; se mantuvo a la sombra de Guillermo Viscarra -que rayaba a gran nivel- y jamás protestó, es más, cuando tuvo que salir al frente para levantar al grupo, lo hizo sin inconvenientes, sabiendo cómo hacerlo tras los golpes recibidos.

Luego que Marcelo Martins Moreno se retirara de la Verde en noviembre del año pasado tras jugar contra Uruguay, Lampe quedó como la cara visible de Bolivia ante el mundo. Haberse destacado en Huachipato de Chile, Atlético Tucumán, de Argentina o de haberse calzado la polera de Boca Juniors en 2018, lo hacen un arquero distinto, de respeto.

El Nacional de Santiago y el mismo Chile en eliminatorias, le trae un buen recuerdo ya que en las últimas dos eliminatorias para Rusia 2018 y Catar 2022 fue y empató (0-0 y 1-1) con él como figura. Esa historia quiere repetirla ahora -lo de su buena actuación- pero esta vez, ganando para romper una mala racha de 31 años sin festejar afuera de casa.

Si hay algo en lo que el técnico Óscar Villegas está contento es en que la competencia por ser el 1 del arco le ha hecho muy bien a la selección. Con Viscarra son amigos y en este momento le toca al del Tigre respaldar al de Bolívar, tal y como sucedió hasta hace poco cuando ‘Billy’ fue el indiscutible para Gustavo Costas y Antonio Zago, lo técnicos anteriores.

Lo que está claro es que Bolivia cuenta con un hombre de temple en el arco, acostumbrado a actuaciones memorables de local y de visitante. Tiene el respaldo del grupo y del cuerpo técnico y espera responder a las expectativas en un partido que se anticipa difícil por el nivel y por las urgencias del rival. Bolivia se aferra a las manos del ‘gigante’ Lampe.