La protagonista de la serie Beverly Hills, 90210, famosa en los 90, se encuentra en la fase cuatro de la enfermedad

2 de octubre de 2020, 13:20 PM
2 de octubre de 2020, 13:20 PM

La actriz estadounidense Shannen Doherty, de 49 años, ha vivido una montaña rusa de emociones en cuanto a su salud. Tras subidas y bajadas, la mujer que interpretó a Brenda Walsh en la popular serie noventera Beverly Hills 90210 se encuentra en la etapa cuatro del cáncer de mama, el más grave y que se ha expandido a otras partes de su cuerpo.

El 29 de septiembre, la revista Elle entrevistó a la actriz, que dio durísimos detalles de cómo está sobrellevando la enfermedad y cómo se resiste a creer que pronto morirá

Doherty contó cómo fue que en febrero de 2019 convocó a su esposo, el fotógrafo y productor Kurt Iswarienko, familiares, amistades más cercanas y a su oncólogo a una cena en su casa para darles la noticia de que el cáncer de mama, que había entrado en remisión en 2017, estaba de vuelta y con mucha fuerza. 

Según cuenta Shannen, a pesar de la cirugía, la quimioterapia y la radiación a la que se sometió después de su primer diagnóstico, algunas células cancerosas habían sobrevivido al asalto y habían llegado a su columna vertebral. Con el tiempo, lo más probable era que la enfermedad se extienda al cerebro, los pulmones, el hígado o alguna combinación de los mismos.

Sin embargo, el médico explicó a todos que no se trataba de una sentencia de muerte, había motivos para la esperanza, ella podía vivir una década o más, pero estaría en tratamiento por el resto de su vida. 

Doherty recordó que cuando ella recibió la noticia caminaba y lloraba y pensó en todas las cosas que no había podido hacer, como viajar a Botswana y Kenia, pero, sobre todo, en la trayectoria de su vida: “Yo estaba como, 'Está bien, ¿tengo buen karma? ¿Tengo mal karma? ¿Por qué tendría yo mal karma? Empecé a hacer un balance de mi vida y las cosas que había hecho, y las cosas que no había hecho. Cómo estaba con la gente", señaló al medio.

La actriz confesó que la cuarentena por el coronavirus fue muy provechosa para ella y su esposo, que se confinaron en su mansión en Malibú. Ella pasaba las tardes paseando al aire libre con su pastor alemán, Bowie, y una copa de vino mientras veía trabajar a su esposo en la construcción de un huerto. “Intento atesorar todos los pequeños momentos que la mayoría de la gente no ve o da por sentado. Las pequeñas cosas se magnifican para mí. Tenemos este pozo sin fin dentro de nosotros, y solo se trata de seguir cavando en ese pozo en busca de la fuerza para enfrentar la adversidad, y para que también podamos ver toda la belleza", declaró.

En el momento más duro de la entrevista, Doherty confesó que ha catalogado mentalmente sus posesiones y ha pensado qué artículos deben ir a quién. “No me he sentado a escribir cartas. Eso es algo que tengo que hacer. Hay cosas que necesito decirle a mi mamá. Quiero que mi esposo sepa lo que significa para mí", reveló.

También contó que ha pensado en hacer mensajes de video para que los vean después de su muerte. “Pero siempre que llega el momento de hacerlo, se siente tan definitivo. Se siente como si estuvieras cerrando, y yo no lo estoy. Siento que soy un ser humano muy, muy sano. Es difícil terminar con tus asuntos cuando sientes que vas a vivir otros 10 o 15 años", detalló.

Finalmente habló sobre sus proyectos, como un nuevo programa de televisión y otros en los que desea apoyar a otras pacientes con cáncer de mama metastásico. "No estoy lista para morir. Tengo mucha vida en mí”, dijo al cerrar la entrevista y afirmar que ejecutará todos sus planes.