El músico colombiano puso a bailar a grandes y chicos en la Quinta Vergara. Fue una noche llena de energía y amor. En 17 días, Santa Cruz de la Sierra vivirá una noche similar

25 de febrero de 2023, 10:51 AM
25 de febrero de 2023, 10:51 AM

En cuatro años, el colombiano Camilo Echeverry armó una numerosa tribu alrededor del mundo, integrada por grandes y chicos. Con su particular bigote y descalzo fue caminando por la música urbana, explorando y fusionando géneros, hasta convertirse en uno de los artistas latinos más reconocidos y queridos.

Su sencillez y carisma iluminó ayer la Quinta Vergara, en la última noche del Festival de Viña del Mar, donde dio un show de más de una hora, lleno de sorpresas y energía. Lo acompañó en algunas canciones su esposa, Evaluna Montaner, y toda su colección de guitarras.


Vestido de blanco y descalzo, como es su costumbre, no hubo rincón del escenario en el que no baile o interactúe con su querida 'tribu' que demostró su hermandad entregándole las Gaviotas de Plata y de Oro

"Vengo muchísimos años soñando con este momento, desde que estoy chiquito, mis conciertos favoritos y mis artistas favoritos los vi en Viña del Mar desde mi casa y empezó un conteo regresivo haste el día en que Dios me diera la oportunidad de encontrarme con la tribu aquí en la Quinta Vergara. El hecho de que la primera visita que hago a Chile sea en Viña del Mar es testimonio de lo gigante que es Dios", expresó el artista, provocando la aclamación del público.


A tanto cariño respondió con todo lo que sabe hacer, pop, urbana, bachata, cumbia, regional mexicana y otras fusiones en una quincena de temas. También se bajó a compartir con los asistentes, se grabó con ellos y recogió sus regalos. 

Sonó Kesi, Ropa cara, Favorito, La mitad, Millones, Tattoo, Tutu, Bebé y Vida de rico, además de Por primera vez y Maccu Picchu con Evaluna, cuando llegó la primera 'gaviota' reclamada por el 'monstruo' chileno. 

"No hay nadie como ustedes. Con la tribu aprendí el valor de la diversidad, el valor de ser quien yo soy, sin disfrazarme de nada. Estamos en un mundo en el que quieren que nos veamos como alguien más, que tengamos una cantidad de likes, de seguidores y perdemos la oportunidad de celebrar la persona que somos hoy y ahora", expresó antes de dar inicio a la segunda parte del show.


La velada siguió con Desconocidos, El mismo aire, Alaska y Pegao, que trajeron la Gaviota de Oro, que el artista pidió que se la entregue su esposa.


Así sucedió, una vez más la pareja demostró su unión y complicidad ante un auditorio que terminó de caer rendido a tanto amor. La pareja cerró la noche de la mejor manera, al ritmo de Índigo, tema que lleva el nombre de su "guagüita", como la nombró Camilo. 

Así cerraron casi 80 minutos de un espectáculo que dentro de 17 días se vivirá en Bolivia, cuando el colombiano actuará en el estadio de Real Santa Cruz en su primer encuentro cara a cara con su 'tribu' nacional.