El artista tiene invitados de la talla de Ricky Martin, Camilo, Black Eyed Peas o Pedro Capó para fusionar la música colombiana con otros géneros

El Deber logo
13 de mayo de 2022, 12:50 PM
13 de mayo de 2022, 12:50 PM

Primero dio un adelanto con El teke teke, la primera canción de su nuevo disco, y horas después lanzó el álbum completo, sorprendiendo una vez más al mundo, como desde hace cuatro décadas.

Y es que el colombiano Carlos Vives, a sus 60 años, sigue demostrando su vigencia y un poder especial para transmitir alegría a través de la música.


Cumbiana II es el nombre del disco en el que el cantante mantiene su esencia colombiana, con base de cumbia y vallenato, pero le agrega matices urbanos y hasta reggae de la mano de colegas de la música, pero de otros géneros.  

Camilo, Ricky Martin, Fito Páez, Pedro Capó y Black Eyed Peas son algunos de sus aliados en la nueva propuesta.



"Cumbiana II es la felicidad de decir que estamos conectados desde este territorio olvidado, el de los ríos y las ciénagas del país, que hemos olvidado y que fueron el génesis de nuestra cultura, con el resto del mundo", expresó Vives al medio de su país El Colombiano.

El músico señala que él no fusionó el rock ni el pop con el vallenato, sino lo que hizo fue tomar sonidos e instrumentos prestados de otros géneros y aplicarles los patrones propios del vallenato.

"Si no hubiera sido así, ninguna de esas canciones hubiera funcionado, porque no se trata de imponer algo prestado para ponérselo a algo propio", aclara.

El teke teke

El videoclip de El teke teke que se estrenó ayer se acerca a las 70 mil reproducciones en sus primeras horas en YouTube.

Es una de las canciones más alegres del disco e y cuenta con la colaboración del grupo de hip hop estadounidense Black Eyed Peas y el dúo de rap argentino y venezolano Play-N-Skillz.


"A mí me gusta verte reír, a mí me gusta verte saltar, como la luna que baña el mar, entre tus besos yo me perdí, es algo que no puedo explicar, mi corazón se quiere escapar", canta el colombiano a su estilo, para luego dar paso a versos de hip-hop y rap.

El video evoca una fiesta en algún pueblo colombiano que provoca alegría y ganas de sumarse a bailar.