Los niños pasan más tiempo en casa ahora que no deben asistir a la escuela. La convivencia en la familia se puede enriquecer con rutinas compartidas

5 de julio de 2022, 12:33 PM
5 de julio de 2022, 12:33 PM

Llegó el receso pedagógico. Desde el lunes, 4 de julio, los niños se quedan en casa y ya no tiene que ir a la escuela. Durante dos semanas, las vacaciones escolares 'obligan' a padres de familia a modificar sus hábitos y buscar alternativas para ocupar el tiempo de los hijos. 

Las redes sociales se llenan de ofertas y actividades para los estudiantes. Cursos de música, de pintura compiten con propuestas para realizar deporte en espacios abiertos. En este ámbito, el fútbol copa la mayoría de las alternativas.

No siempre es posible inscribir en los talleres de verano a los hijos. El precio, la distancia que se debe recorrer o la preocupación por el incremento de casos de contagio de Covid-19 frenan la decisión de los padres. En estas situaciones, solo resta poner en marcha la imaginación para disfrutar el tiempo compartido en casa.

EL DEBER recoge cinco actividades para programar durante las vacaciones y ejecutarles entre padres e hijos. Expertos en educación recomiendan este tipo de convivencia para afianzar la relación y tejer nuevos lazos de confianza mutua.

La pedagoga y referente educativa Micaela Princiotto sugiere aprovechar estos días para enriquecer la relación con los hijos. "El receso permite a los padres estar más tiempo junto a sus hijos y acercarse a sus preocupaciones", recuerda la pedagoga.

El cambio de rutinas resulta incómodo. Recae en los padres la responsabilidad de revitalizar estos momentos compartido y proponer a los chicos una agenda diferente y enriquecedora. El pedido de Princiotto  a los padres se enfoca en destinar "tiempo para dialogar con sus hijos y mejorar la comunicación en la familia".

Durante los quince días de receso escolar, surgen actividades diferentes que ayudan a unir a padres e hijos. "Procuren ver las películas o los contenidos que ven en redes sociales", propone la pedagoga. Es un tiempo que facilita a los papás "acercarse para conocer sus contactos y dialoguen sobre eso".

Cada vez es más frecuente que los estudiantes se refugien en las redes sociales para disfrutar programas, contenidos o encuentros con amigos. Al igual que un padre se preocupa por el círculo que rodea a sus hijos, en el mundo virtual también debe crearse un criterio de supervisión. "Están en contacto con muchas situaciones que los papás no conocen", alerta Princiotto.

Cinco ideas para las vacaciones:

1. Cocinar en familia. La preparación de los alimentos conlleva una magia intrínseca que conquista la inquietud de los menores. Preparar los vegetales que se transforman mientras son preparados, alistar ciertos alimentos que cambian de contextura despiertan la curiosidad. Además, permite desarrollar habilidades que serán útiles para los niños en su etapa adulta.

2. Cuidado del jardín. Implica cualidades psicomotrices y un contacto con la naturaleza. Desde el cuidado de una plantita hasta la implementación de un huerto doméstico; existe un abanico de opciones amplio. 

3. Bailar. Es indudable que la música influye en el cambio de ánimo. Para aprovechar esa ventaja, se recomienda agendar una hora al día para dar rienda suelta a la expresión corporal y bailar juntos los ritmos musicales del momento. Permitirá a los padres conocer los gustos musicales de sus hijos mientas realizan una agradable actividad física.

4. Expresión artística o lectura. Sobre todo los más chicos disfrutan de colorear dibujos. Los beneficios de impulsar la creatividad artística repercuten directamente en la mejora del rendimiento académico. Y para desarrollar esta cualidad solo se requiere ¡diversión!

5. Acomodar la habitación. Quizá es la actividad más ingrata de las propuestas. Implica, eso sí, asentar nociones de responsabilidad en los menores. Cada jornada, el hijo debe ordenar su habitación y, según se concrete en un acuerdo familiar, el aseo general de la casa. Se trata de una acción conjunta y colaborativa donde todos aportan a la medida de sus posibilidades.

Más allá de estas actividades, Princiotto recomienda "salir alguna vez con los chicos, no significa viajar, sino actividades distintas en el plaza, en el parque, que estén juntos". Se trata de aprovechar el tiempo para realizar actividades diferentes.