Dos artistas y gestores culturales cruceños hablan de las deficiencias en la gestión cultural en los barrios cruceños. La nueva directora de la red de bibliotecas distritales tiene una propuesta a largo plazo

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30 de agosto de 2021, 5:00 AM
30 de agosto de 2021, 5:00 AM

Por Adhemar Manjón

Durante los últimos meses de la gestión de la alcaldesa Angélica Sosa, la biblioteca municipal del distrito 10, en el barrio Fabril 26 de Septiembre, se convirtió en oficina del Plan Regulador. A comienzos de año, uno de los frentes que disputaba la junta vecinal del barrio propuso convertirla en una enfermería. El covid podría funcionar como excusa para decir que era mejor no exponer a los usuarios de la biblioteca al contagio, pero los vecinos mencionan que ese espacio siempre estuvo semicerrado.

Reactivación

La anterior semana, el grupo Voyeur Teatro organizó un taller de actuación en la biblioteca del distrito 10. El taller se dio gracias a una convocatoria que realizó la nueva Secretaría Municipal de Cultura, a cargo de Sarah Mansilla. Jorge Calero, director de Voyeur Teatro, dijo que las bibliotecas distritales son primordiales para generar un movimiento cultural y así descentralizar la cultura en la ciudad. 

Hay que saber y asumir que las bibliotecas distritales funcionan como centros culturales, donde debiera existir muchas actividades, entre ellas artísticas, literarias, y también de toda expresión cultural que se relacione con las lenguas, la historia, la gastronomía y hasta videojuegos”, apuntó Calero.

El joven dramaturgo señaló que la importancia de estas bibliotecas radica en que se fortalezca el desarrollo de la cultura. “En una ciudad tan grande como Santa Cruz no podemos seguir esperando que todas las personas viajen hasta la Casa de la Cultura o los museos del centro”, agregó.

Calero puntualizó que son necesarios más ajustes a la hora de hacer gestión cultural en la ciudad y sus barrios: “En estos espacios solo se realizan actividades esporádicas, cada tanto, pero sin un objetivo complejo, y no son a largo plazo. Tan solo se improvisan actividades ‘culturales’, algún conciertito o algún taller. Pero no hay una proyección ni una estructura ni presupuesto que puedan sostener esta proyección a largo plazo”, refirió Calero.

Juan Pablo Sejas es director del Centro Cultural San Isidro, situado en el barrio Plan 3.000. Sejas lleva años organizando actividades culturales y sabe lo que cuesta llevarlas adelante. Para Sejas, las bibliotecas municipales en Santa Cruz de la Sierra fueron una opción positiva para propiciar un “fomento a la lectura”; sin embargo, “dicho fomento a la lectura no tuvo un programa definido que permita vincular las bibliotecas con las comunidades y viceversa, he ahí que por muchos años varias de ellas estaban completamente deshabitadas”, dijo el gestor cultural.Sejas mencionó que otro elemento que juega en contra en las bibliotecas distritales es la forma en que fueron construidas. “Esas estructuras han provocado muchas quejas de diversos artistas, quienes no están conformes con la altura que tienen (lo que no ayuda para una buena sonoridad) y la escasez de espacios para desarrollar alguna actividad artística cultural. Es que, evidentemente, aquellas infraestructuras no se las pensó para centros culturales. Considero que pudo haber sido más versátil haber creado un centro cultural como el de la Villa 1ro de Mayo, que también alberga una biblioteca”, agregó Sejas.

Propuestas

Desde la Alcaldía, Biyú Suárez, directora del Departamento de Bibliotecas, dependiente de la Secretaría de Cultura, mencionó que están planificando varias acciones para estos años en las bibliotecas distritales, como implementar la participación ciudadana de forma presencial y virtual a través de las bibliotecas central y de barrios, involucrando a los vecinos e instituciones locales para trabajar en el fortalecimiento de la identidad cruceña, con temas locales en los que la comunidad contribuya al dinamismo de la inclusión social y el desarrollo local. 

De la misma manera, Suárez dijo que se fortalecerá el compromiso cívico “que debemos tener como cruceños nacidos o no en este pueblo”. Además de eso, Suárez dijo que se articulará el rol de la biblioteca para enfrentar los desafíos locales, transformándolas en ese espacio público, abierto y gratuito con recursos tecnológicos, personal capacitado y grupos artísticos, culturales que están en los centros culturales y la biblioteca al servicio de los vecinos

Una de las iniciativas para este año es el Cowork, que será un espacio dentro de la Biblioteca Central, que permitirá a los artistas que no tienen oficinas puedan desarrollar su trabajo por unas horas de forma gratuita, compartir el espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos y necesidades.