El 2022 tuvo enormes desafíos para el gran maestro del humor, que enfrentó al cáncer a los 83 años. Lo venció, volvió al teatro e incursionó en la elaboración de panetones y galletas para llegar a hogares bolivianos

27 de noviembre de 2022, 9:06 AM
27 de noviembre de 2022, 9:06 AM

En 2022, Bolivia vio al gran David Santalla ser golpeado duramente por la vida, primero con un cáncer y luego  por el precario sistema de salud público para enfrentarlo.

Sin embargo, a sus 83 años, el actor resistió, la enfermedad entró en remisión y él se levantó y apareció en el teatro, el cine y recién creó una línea de panetones y galletas.

 ¿Cómo evalúa David Santalla el año que acaba?

Muy difícil. La prueba más dura fue cuando me dijeron que tenía cáncer, pensé que era el final, pero estoy convencido de que la mente puede dominar al cerebro. Soy muestra de ello.

 ¿Cómo pasó esa prueba?

Me concentré en que necesitaba vivir y le pedí a Dios con mucha fe que me diera una oportunidad más. No hay que desperdiciar un solo minuto de la vida. El cuerpo envejece, pero la mente y la voluntad no.

 Al batallar contra el cáncer mostró el abandono de los artistas bolivianos de parte de las autoridades, al final, ¿alguna lo escuchó?

Recibí ayuda exigua porque la enfermedad era muy cara. Los artistas debemos contraer enfermedades baratas.

¿Cómo se portó el público?

Descubrí que mi público había sido enorme. Estoy muy agradecido, sus oraciones y donaciones para gastos médicos ayudaron en mi recuperación.

 ¿Dónde está viviendo y a  qué se dedica?

Vivo en La Paz, dedicándome a escribir y a mi nuevo emprendimiento de panetones y galletas. Ambos están hechos con mucho amor, con la intención de estar simbólicamente en el hogar de cada uno de mis seguidores de toda Bolivia.

 Volvió al teatro y apareció en el cine, con Mi Socio 2.0, ¿cómo sintió la vuelta?

Fue como que salía de un paréntesis y volvía a empezar. En la película Mi Socio 2.0, aunque me dieron un papel reducido, ver el
camión me trajo muchos recuerdos, emociones y promesas.

 Por su actuación fue preseleccionado para los premios Platino, ¿surgió alguna oportunidad de hacer más cine?

Era un papel pequeño, pero no hay papel grande ni chico si actúas con amor a lo que hace.  Para hacer más cine, solo un emprendimiento personal podría lograrlo.

 ¿Cómo surge la iniciativa de los panetones y galletas?

Tengo una esposa muy emprendedora, con un espíritu guerrero y me contagió. No acepto acabar la vida esperando la muerte, así que decidí que debemos luchar.

 Su esposa y su amor fueron un soporte vital en las pruebas.

Definitivamente el amor es el mejor tónico que se puede beber. Dios me dio un premio, se llama Sandra Saavedra.

 ¿Cómo se encuentra de salud y de ánimos?

Estoy recuperado y mejorando paso a paso, con optimismo, buen humor y fe en Dios.
 ¿Qué se viene en teatro?

Estoy preparando muchas obras que escribí durante la cuarentena, la primera será La cuarentena de la imilla, que solo se presentó en La Paz, pero la reestrenaré en 2023 más pícara y con más volumen.

 ¿Hay Santalla para rato?

Sí, vengo de una familia de longevos, mi padre vivió hasta los 104 años y mi madre, 93.

 ¿Qué le falta para sentirse pleno?

Lograr conseguir un teatro propio y redactar una buena ley para los artistas.


Los panetones marca David Santalla

Emprendimiento

Su último proyecto es la elaboración de galletas navideñas y panetones libres de bromato. Los hay en la presentación tradicional con frutas abrillantadas y otro con chispas de chocolate. Pedidos al teléfono 696-91222. Están haciendo envíos a la mayoría de las ciudades.