El sicólogo Eduardo Cabrera explica que quienes se contagiaron, los que están sanos y cuidan a un enfermo deben ser optimistas y no tomar a la pandemia como el fin del mundo

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8 de enero de 2021, 11:54 AM
8 de enero de 2021, 11:54 AM

Se sabe lo virulento que es el Covid-19, de los daños que causa al cuerpo humano y de las secuelas que puede dejar. Lo que no se dice mucho es de los estragos que causa a la salud mental, a la parte sicológica que es tan importante como la física. Una persona que se infecta de coronavirus debe asumir una actitud especial frente a su situación, lo mismo que la que está sana en medio de la pandemia, al igual que quien cuida a un enfermo o está al frente de una familia que tiene un contagiado.

El sicólogo cruceño Eduardo Cabrera explica que la emergencia sanitaria que se vive ha traído consigo un sin fin de situaciones tanto para el individuo como para la sociedad, y cada caso debe ser tratado de manera personal.

Dice que quienes optan por quedarse en la casa, que se han aislado y prefieren escudarse en su hogar, lo hacen muy bien, pues es una de las formas de repeler al virus, pues al encierro no ingresa el coronavirus. Sin embargo, cuando se exagera en el aislamiento y se opta por no tener contacto con la sociedad, es posible que se den algunos problemas mentales.



El aislamiento puede llevar al miedo, que es una reacción común, intuitiva del ser humano hacia alguna amenaza, en este caso el virus. También se puede caer en la angustia, que es un estado de desesperación que aparece ante un peligro desconocido, y la ansiedad, que son otros temores exagerados que impiden llevar una vida normal.

Para evitar esos trastornos la persona debe romper un poco su aislamiento. Con todas las medidas de bioseguridad puede que salir de su casa, al corredor, abrir la puerta y mirar la calle, ver que hay una vida que transcurre y no se detiene ni con la pandemia. También se recomienda tener contacto con otras personas de manera virtual, hacer llamadas o videollamadas a amigos y familiares.

Es decir, ocupar, distraer la mente en otros asuntos que no sea solamente el coronavirus y los daños que está ocasionando. Pensar que esta emergencia se acabará y todo volverá a la normalidad.

"Somos seres sociales, de contactos, de compartir la realidad con los demás. Por ello encerrarse y aislarse, como querer taparse los ojos a la realidad, no es bueno. Debe haber un grado de interactuación con los demás, es bueno para despejar la mente", dice Cabrera.

Cuando en una familia alguien se infecta de Covid-19 todo cambia, pues se debe seguir las normas de bioseguridad para evitar más contagios y cuidar adecuadamente al enfermo. Igualmente, en este caso quien ejerce la función de líder, debe tener un alto grado de equilibrio, de tranquilidad, de raciocinio y evitar caer en el estrés.



El rol de quien atiende a un enfermo es muy importante. Primero debe tener mucho cuidado para no contagiarse, luego tiene que dar buenas vibraciones al infectado, saber que su buen estado ánimo lo transmite, o también el pesimismo. Finalmente, debe darse cuenta de que el infectado no es él, por lo que debe estar muy tranquilo porque si se pone nervioso complica la situación.

Del cuidante depende mucho que el infectado supere rápidamente la infección, pues la parte anímica es importante. 

Cuando una persona recibe el resultado de su análisis y es positivo, es decir que está infectado con Covid-19 no debe ser tomado como una sentencia de muerte ni algo por el estilo. Es una sentencia para cuidarse e iniciar un tratamiento médico.

La ciencia ha avanzado mucho, sobre todo la manera de tratar al coronavirus. Hay tratamientos eficaces y rápidos, lo que debe dar tranquilidad a quien se infectó, de que tiene que esperar unos días y confiar en los médicos.

Lo primero que debe hacer un contagiado de coronavirus es aceptar su realidad, que su cuerpo fue atacado por un virus, que es peligroso, que debe seguir un tratamiento, pero que tiene cura.

Algo muy importante en una persona que está infectada es el optimismo. La mente es poderosa y manda al cuerpo. Si es positivo en su pensamiento, si se mentaliza que vencerá a la enfermedad, que con esfuerzo y la ayuda de los médicos saldrá de esta situación, así será.

Si el enfermo se estresa, si es negativo y se lamenta todo el tiempo de lo que le pasa, le costará curarse. Todas las personas deben informarse bien, de buenas fuentes, para saber que el Covid- 19 es muy peligroso, pero que hay formas de combatirlo y derrotarlo, explica Eduardo Cabrera, que forma parte de la organización Sicólogos sin fronteras Santa Cruz, que diariamente atiende a varios pacientes con problemas mentales ocasionados por la pandemia.



¿Qué hacer?

* La persona que se infectó debe reconocer que se infectó

* Acudir inmediatamente a un médico y seguir el tratamiento que le den

* No tomar a la enfermedad como una sentencia de muerte, porque tiene cura

* Relajarse, bajar los niveles de estrés y ser optimista

* Quien cuida a un enfermo tiene que estar tranquilo, pues los nervios se contagian

* Si alguien decidió aislarse, no debe ser tan rígido su confinamiento, de vez en cuando es bueno ver la calle, por lo menos desde de la puerta de su casa

* Conversar, aunque sea por celular, es saludable para la mente

* Es bueno informarse bien sobre la pandemia, para saber que tiene cura y cuales son las medidas de bioseguridad para protegerse adecuadamente

* El pánico solo lleva al descontrol, hay que manejar la situación con tranquilidad

* Se debe quitar de la mente los pensamientos apocalípticos