Expediente Chapecó: Detrás de la tragedia aérea, producido y transmitido por el canal Discovery Plus. Consta de cuatro capítulos de los cuales ya se han emitido dos (el tercero se verá hoy).

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29 de mayo de 2022, 4:00 AM
29 de mayo de 2022, 4:00 AM

Un plano aéreo muestra una ciudad, unas letras indican que es Chapecó, un municipio del estado brasileño de Santa Catarina. Aparece después el estadio Arena Condá, donde juega el club de fútbol Chapecoense. Luego, desde las sombras emerge una persona. Empieza a hablar, dice: “Después de la tragedia perdí más de 20 kilos”. Quien dice esto es el futbolista brasileño Hélio Neto, uno de los seis supervivientes de la fatídica noche del 28 de noviembre de 2016, cuando el vuelo 2933, de la aerolínea Lamia, se estrelló en Colombia llevando 77 pasajeros, la gran mayoría de ellos pertenecía a la delegación del Chapecoense. Jugadores, dirigentes y periodistas no pudieron llegar a Medellín, donde jugarían una de las finales de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional. El avión había partido del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra. 

Hélio Neto menciona eso en el documental Expediente Chapecó: Detrás de la tragedia aérea, producido y transmitido por el canal Discovery Plus. Consta de cuatro capítulos de los cuales ya se han emitido dos (el tercero se verá hoy). El documental fue producido y grabado en Colombia, Brasil, Bolivia, Paraguay, Argentina, Estados Unidos y España. Cada capítulo dura una hora.

Una investigación minuciosa

“Siempre buscaba respuestas. ¿Por qué sucedió? ¿Quiénes son los culpables? Todo ese revuelo público ha pasado, pero nuestro mayor dolor, que es el dolor de la pérdida, el dolor de la injusticia, del olvido, eso es lo que nos mata”, continúa el futbolista Neto en el documental. Él es uno de los tantos testimonios brasileños que aparecen en esta producción. El documental también entrevistó a gente de Colombia, como el coronel Miguel Camacho, jefe del Grupo de Investigación de Accidentes de Colombia que lideró la investigación oficial y quien analizó todas las piezas en la investigación aérea del accidente; Julián Echeverri, investigador principal del accidente y uno de los primeros en llegar a la escena de la tragedia donde cayeron los restos del avión; Luz Yaneth Molina Ovalle, controladora de tráfico aéreo del aeropuerto de Rionegro, en Medellín y quien guió el avión y mantuvo comunicación con los pilotos en los últimos minutos antes del accidente; y Juan Pablo Moreno, excooordinador logístico del club Atlético Nacional, quien viajó con su equipo en el avión siniestrado de LaMia en dos fechas de la Copa Sudamericana 2016.

La investigación para el documental en Bolivia tuvo al periodista Guider Arancibia, del diario EL DEBER, como una fuente importante. “Me contactaron hace más de un año”, explica Arancibia, quien antes también había colaborado en otro documental titulado Chapecoense: las claves oscuras del siniestro, realizado por la cadena CNN. “A ellos les gustó el trabajo que hice con CNN y sabían de las investigaciones que hice los días y meses después del accidente, así que me pidieron que les ayude”, señala Arancibia.

El periodista cruceño indica que la línea de Expediente Chapecó es más testimonial que investigativa, como se pudo ver en los dos primeros capítulos. “El equipo de Discovery vino a Bolivia un par de veces para grabar el documental, pero pidieron que todo se mantenga en absoluta reserva”, dice Arancibia, quien apareció en el primer capítulo y admite estar feliz de haber formado parte de este nuevo trabajo. “Los realizadores del documental querían saber qué pasa con las investigaciones, ya que muchas de ellas han quedado inconclusas. Necesitaban saber por qué no habían empezado algunos juicios”, cuenta Arancibia.

Entre los documentos que entregó Arancibia están las más de 90 páginas de transcripciones de las conversaciones entre la tripulación con los aeropuertos antes del accidente.

En buscas de respuestas

“El dolor de la pérdida, el dolor de la injusticia, del olvido es lo que nos mata”, continúa el defensor Hélio Neto en el documental. Chapecoense había dado la sorpresa ese año, un equipo de una ciudad pequeña (su estadio apenas tiene capacidad para 22.000 espectadores) había llegado a la final de uno de los torneos más importantes del continente sudamericano. La exfigura del fútbol brasileño, Romario, también tiene una aparición en el documental recordando ese brillante ascenso: “Chapecoense era un equipo que estaba creciendo. Había tenido una evolución muy grande”, señala Romario. El club se fundó en 1973 y recién ascendió a primera división en 2014.

El documental muestra los videos de los jugadores cuando están en el avión que está a punto de despegar de Santa Cruz de la Sierra a Medellín. “Ya está por comenzar el viaje”, dice uno de ellos mientras muestra a sus compañeros sonrientes haciendo la señal de la victoria con los dedos. “Hablé con mi esposo por teléfono y estaba contento, me hablaba de lo bien que estaba el equipo, todo. Después, no conseguí contactarme más con él”, dice una de las esposas de los futbolistas fallecidos.

Alan Ruschel es otro de los futbolistas que sobrevivió. El restante fue Jackson Follman. Ruschel fue el único que pudo continuar jugando. En el documental Ruschel recuerda que tenía pensado dormir en los asientos de adelante del avión, pero a último momento se fue más atrás, algo que le salvó  la vida. “Recuerdo que antes del accidente estábamos cantando pagode”, dice Ruschel, quien fue comprado por el Chapecoense en 2013 y actualmente juega en el Londrina. Después del accidente tardó ocho meses en volver de nuevo a las canchas.

Los otros sobrevivientes fueron el periodista brasileño Rafael Henze, el tripulante boliviano Erwin Tumiri y la azafata del vuelo, también boliviana, Ximena Suárez.

Expediente Chapecoense también entrevista al periodista Alex Sabino, del diario Folha de Sao Paulo, quien está investigando el caso desde hace años. “Desde el primer momento vimos que la tragedia del Chapecoense no era un simple accidente aéreo. Había un lado oscuro y algunas preguntas básicas no estaban siendo respondidas”, menciona Sabino en el audiovisual. Una de esas interrogantes del periodista brasileño es: “¿Cómo una empresa boliviana pequeña, de la que yo nunca había escuchado hablar, comenzó a transportar equipos de fútbol y llevó al Chapecoense al juego más importante de su historia?”.

Finalmente, Sabino se pregunta: “¿Por qué nadie hasta ahora fue castigado por el accidente?”.

El caso empantanado

Lo último que se escuchó respecto a las investigaciones del accidente ocurrió en marzo de este año, cuando Celia Castedo, que era la controladora de vuelos en el aeropuerto Viru Viru el 28 de noviembre, y había autorizado el despegue del avión de Lamia, fue liberada en Brasil, donde se marchó cuando empezaron las investigaciones después de la tragedia. Había sido detenida en septiembre de 2021 por su presunta responsabilidad en el hecho.

Castedo estaba detenida en Corumbá, en el estado de Mato Grosso del Sur, fronterizo con Bolivia, la había arrestado la Policía Federal en cumplimiento de un pedido de la justicia boliviana.

“Fueron seis meses esperando a que todo se solucionara”, afirmó Castedo a la salida del penal donde estuvo recluida. Castedo ha sido señalada por, supuestamente, haber aprobado el plan de vuelo del Chapecoense sin los requisitos mínimos de seguridad, un cargo que ella niega.

Si bien se llegó a la conclusión de que el accidente ocurrió por fallas humanas, ya que el avión no llegó a destino por falta de combustible, hay investigaciones que continúan, ya que hay muchas dudas sobre la aerolínea LaMia. Pero también hay mucho que investigar en cuanto a las aseguradoras y en las posibles irregularidades en la póliza contratada por la aerolínea.

El año pasado se supo que todavía hay varias demandas para encontrar a los responsables y obligarlos a indemnizar a las familias. Con procesos en Brasil, Bolivia, Colombia, Reino Unido y Estados Unidos. Incluso una comisión en el Senado brasileño investiga los hechos por su cuenta.

Desde 2017, el ‘Chape’ dice haber firmado acuerdos extrajudiciales con aproximadamente el 85% de los familiares. Otros 23 casos llegaron a los tribunales y los están pagando “religiosamente”, según dijeron directivos.

El club tiene previsto pagar sus compromisos económicos con las víctimas en marzo de 2028.

Ruschel en pelea con el club

En febrero de este año sucedió un hecho que  indignó a muchos. En un comunicado, el club Chapecoense decía que Alan Ruschel no era una víctima del accidente y que se estaba aprovechando de lo que sucedió para su beneficio personal. Esto se debió a un juicio entablado por el futbolista para cobrar una deuda con el club. Chapecoense señaló que “el accidente le dio notoriedad al reclamante y apalancó sus ganancias”.

“Hay que señalar que el reclamante no fue víctima de un accidente, al contrario, fue un sobreviviente, bendecido por la fuerza divina y, entre los directamente vinculados al fútbol, el único que continúa desarrollando actividades de manera idéntica al período anterior”, escribió el club.

El lateral izquierdo respondió públicamente: “He tenido acceso a la defensa del club, y afirman que no soy víctima del accidente, sino sobreviviente. Dicen que la tragedia me ha beneficiado. Están siendo frívolos y no están preparados para manejar un asunto tan importante”, dijo Ruschel.

La tragedia del Chapecoense seguirá cobrando víctimas.