Hollywood despide a Richard Donner, director de Superman y Alma letal
Murió ayer, a los 91 años. Fue uno de los grandes maestros del cine en los 70 y 80
Uno delos grandes maestros del cine en los 70 y 80, Richard Donner, falleció ayer a los 91 años, en Estados Unidos. Su legado es extenso, pero fue quien aterrorizó al mundo con La profecía (1976) y quien elevó a Superman (1978) a lo más alto.
La información fue confirmada por Lauren Schuler Donner, su esposa, y la compañía productora del cineasta, sin revelar las causas ni el lugar de su deceso.
Antes de su salto a Hollywood Donner tuvo un gran paso por la TV, dirigiendo capítulos de series tan famosas como El superagente 89 y La isla de Gilligan, y por el cine independiente con X-15 (1961) y Sal y pimienta (1968).
La profecía empezó su escalada, toda esa era se aterrorizó con la historia del misterioso Damien, y luego Superman, protagonizada por Christopher Reeve y Marlon Brando, lo catapultó a la fama, recaudando más de 300 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, cinco veces más que su presupuesto, y también escribió el guion de la segunda parte.
También llevan su sello Los fantasmas atacan al jefe, comedia navideña protagonizada por Bill Murray; Maverick, con Mel Gibson; Asesinos, protagonizado por Antonio Banderas; y Conspiración y Arma letal, en la que coincidió nuevamente con Mel Gibson. Son 27 títulos los que suma en su carrera, en la que estuvo activo hasta 2014, cuando hizo de productor ejecutivo de X-Men: Días del futuro pasado.
Condolencias
Varias figuras del cine expresaron su pesar tras la noticia. "Dick tenía un dominio tan poderoso de sus películas y estaba tan dotado para tantos géneros. Estar en su círculo era como pasar el rato con tu entrenador favorito, el profesor más inteligente, el motivador más feroz, el amigo más entrañable, el aliado más acérrimo y, por supuesto, el mejor Goonie de todos", escribió Steven Spielberg, en Variety, haciendo alusión a la película que escribio y que dirigió Donner en 1985.
"Mi amigo, mi mentor. Fue magnánimo de corazón y alma, los cuales dio generosamente a todos los que lo conocieron. Si juntáramos todas las buenas obras que hizo, se extenderían hasta un lugar desconocido en el cielo", se refirió un conmovido Mel Gibson.
Sylvester Stallone también se despidió de su director en Asesino, el de la "risa como un trueno".
