La nueva producción de Netflix está inspirada en Anna Sorokin, quien años atrás se hizo pasar por una rica heredera alemana llamada Anna Delvey y logró estafan a un sinfín de personas

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16 de febrero de 2022, 11:26 AM
16 de febrero de 2022, 11:26 AM

indiehoy.com

Hace unos días se sumó al catálogo de Netflix ¿Quién es Anna? (originalmente titulada Inventing Anna), una esperada serie producida por Shonda Rhimes (Grey's Anatomy y Bridgerton). Pues bien, es sabido que el guion de este show se inspira en un artículo del New York Magazine escrito por Jessica Pressler y titulado "How Anna Delvey Tricked New York's Party People". El personaje de la vida real sobre el cual trata esa investigación es Anna Sorokin, quien años atrás se hizo pasar por una rica heredera alemana llamada Anna Delvey.

Por medio de la construcción de ese alter-ego, la mujer consiguió infiltrarse en el círculo más exclusivo de la alta sociedad neoyorkina. Gracias a su ingenio y carisma, consiguió estafar a un sinfín de personas, bancos, hoteles y comercios utilizando tarjetas de crédito no válidas y presentando extractos bancarios totalmente falsos.

Tal y como reportan medios como Esquire, Sorokin alcanzó a crear una fundación, un club privado y una organización de arte y atrajo a donantes adinerados para potenciar su marca personal. Por otra parte, también se convirtió en una influencer muy envidiada en Instagram.

Anna fue finalmente desalojada después de haber sido rechazada en diferentes hoteles por falta de fondos en su cuenta. En octubre de 2017, gracias a una operación policíaca, fue detenida mientras estaba en un centro de tratamiento de adicciones en Los Ángeles.

En medio del proceso judicial en su contra, se encontró que Sorokin obtuvo de forma ilegal cerca de 275.000 dólares durante sus años como estafadora. En abril de 2019, la joven ruso-alemana fue declarada culpable de ocho cargos, dentro de ellos robo de servicios, intento de hurto mayor en primer grado, hurto mayor en segundo grado y hurto mayor en tercer grado. La condenaron a una pena de prisión de 4 a 12 años y a una multa de 24.000 dólares y se le ordenó que pague una indemnización de 199.000 dólares.

Ella cumplió casi todo su tiempo tras la rejas en un centro penitenciario de Albion, Nueva York y, a comienzos de 2021, fue excarcelada de forma anticipada. Poco después fue detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos por exceder la duración de su visa y volvió a la cárcel mientras esperaba por ser deportada a Alemania.