La escritora chilena habló de todo un poco, de su familia, del feminismo y del machismo, de sus obras. La moderadora fue la periodista Patricia Gutiérrez

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31 de agosto de 2020, 18:30 PM
31 de agosto de 2020, 18:30 PM

Mejor cierre no pudo tener la primera Feria Virtual del Libro de Bolivia, al contar como invitada especial con una de las escritoras más prolíficas y lúcidas de las letras en español, la chilena Isabel Allende, que abrió su corazón, desnudó su alma y contó aspectos de su vida privada y de sus letras, que están íntimamente unidas. 

Desde su casa en California, EEUU, rodeada de libros y de muebles antiguos, a la autora de La casa de los espíritus y de Paula, se la veía muy bien. Rubia platinada y guapa, respondió con amabilidad y elocuencia a las preguntas y a los comentarios de la escritora y periodista boliviana Patricia Gutiérrez Paz, que fue la moderadora de la entrevista, que estuvo a la altura de las circunstancias.

Luego de la presentación de una pequeña biografía de Isabel Allende, que se queda corta frente al universo literario que ha creado, empezó la conversación, amena y cálida, y hasta llegó a ser un poco intimista cuando la escritora habló del drama de perder a una hija.

Gutiérrez es una mujer visual, lo mismo que Allende, y ahí empezó la charla. Le preguntó a la chilena si sus obras tienen mucho de cinematográfico. Recordó que dos de sus libros fueron adaptados al cine, La casa de los espíritus y De amor y de sombra.

Ella expresó que recibe ofertas de productores que quieren llevar al cine algunos de sus libros. Ahora tiene varias y anunció que Inés del alma mía ya se filmó y que pronto será estrenada.

Contó que en los años 80 vendió los derechos cinematográficos de La casa de los espíritus a un grupo de inversionistas suecos. Filmó en Portugal y Dinamarca, con actores angloparlantes, menos Antonio Banderas que es español.

"Hicieron una estupenda producción, me gustó mucho la adaptación. Ver a mis personajes encarnados por Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close y Banderas fue fantástico", comentó. Dijo que el cine ha cambiado mucho desde entonces, ahora no hay ningún problema en producir con actores que hablan diferentes idiomas, que para eso están los subtítulos.



Sobre el sentido biográfico que tienen algunas de sus obras, manifestó que no escribe sobre sí mismo, aunque entre líneas sí está presente en las historias. En mis historias yo no estoy metida, pero ciertas veces algunas experiencias de personajes se colan en las historias. "Le prometí a mi hijo que nunca más lo metería en las historias de mis libros. Él me dijo que quería tener vida propia, que nadie conozca su vida, y así será", expresó.

Extranjera en todas partes

Isabel Allende nació en Perú hace 78 años. Se crió entre Chile, Bolivia, Líbano, Venezuela, España y ahora vive en EEUU y tiene nacionalidad estadounidense. Dice que es una inmigrante en todos lados. "Cuando voy de visita a Chile, a la semana me siento extranjera y ya quiero regresar a EEUU, donde tampoco me siento local, porque no soy de ahí, aunque sea mi casa", contó.

La idea romántica que tiene de Chile ya no existe, ya no coincide con la realidad. Dice que ella es de donde está la poca gente que quiere y donde se encuentran sus perros, a quienes ama. "Mi nieta dice que tengo un pueblo en mi cabeza", añadió la escritora.

Amor y desamor

Sus personajes giran en torno a la pasión, al amor y al desamor. Dice que es una mujer apasionada, que los sentimientos mueven al mundo. Cuenta que ha vivido enamorada toda su vida y que la última vez que se casó tenía 76 años. Comenta que el amor a esta edad es igual que a los 20, pero con una sensación de urgencia, pues no se puede perder el tiempo y hay que aprovechar lo que se tiene.

Allende cree que el amor es una construcción, como todas las relaciones humanas. Que a los sentimientos se le debe poner inteligencia, regar con mucha agua para que esa planta surja y crezca, porque sino se muere. 

Explicó que en una de sus obras cuenta la historia de unos personajes que se casan por conveniencia en un barco, cuando partían de su país rumbo a otro. Pasan los años y terminan enamorándose y viviendo toda la vida juntos, porque aprendieron a amarse. Y esa narración es verdadera, la tomó de una pareja de amigos, a los que les cambió sus nombres.

Proceso creativo

Isabel Allende contó que es metódica para escribir, para producir sus obras literarias. Empieza a armar sus ideas el 8 de enero de cada año, pues para ella es una fecha mágica. Dice que si no tuviera esa disciplina de escribir todos los días no podría conseguir una obra al año. 

Dijo que tiene buen oído para escuchar, que siempre está pendiente de las historias de la gente, que luego escribe y forman parte de sus novelas. Tiene una fundación cuyos integrantes le dan las historias que plasma en sus libros, porque la mayoría de sus personajes literarios son de verdad, no inventados. 

Anunció que ya terminó de escribir su nueva novela, que se llamará Mujeres del alma mía, que presentará en octubre. Se trata de historias femeninas y demuestra que las mujeres son parecidas unas con otras.

Alma herida

Isabel Allende expresó que la pérdida de un hijo no se supera nunca, que se puede aceptar y acostumbrarse, pero jamás pasa el dolor. Fue lo que le pasó a ella con su hija Paula, que murió en 1992 en Madrid, cuando tenía solo 29 años. Ese suceso hizo que escribiera su novela autobiográfica Paula, que tuvo notable éxito de lectoría y de crítica.

Reveló que cuando su hija estaba en el hospital le escribió a su madre 180 cartas, que ella guardó y un tiempo después se las devolvió y le dijo "léelas, para veas que la única salida de Paula era la muerte".

Afirmó que cuando falleció su hija lo que la salvó fue la capacidad de escribir, de contar historias, de abrir el corazón que solo las mujeres tienen, que el machismo no le permite a los hombres hacerlo. En su libro Paula hay una frase que siempre recuerda y que dice "la muerte anda suelta por los pasillos y mi tarea es distraerla para que no encuentre tu puerta".

Pandemia

Sobre el coronavirus la autora chilena dijo que la gente se ha dado cuenta de que es mortal y es seguro que la sociedad cambiará. Que por primera vez la humanidad entera entiende que vivimos en el mismo planeta, que lo que pasa a uno, influye en el otro. 

"Hemos comprendido el sentido global en el que vivimos, que esta emergencia sanitaria servirá para que seamos una sociedad mejor y ojalá acabe con el machismo".

Siempre escritora

Los inicios de Isabel Allende en las letras fueron como periodista. Escribió para varios diarios y revistas en Chile y en Venezuela, pero confiesa que no era buena en ese oficio. 

Su editora le decía que ella se inventaba las entrevistas, a lo que ella le contestaba que no era así, que sus historias eran verdaderas, solo que tenían mucha imaginación.

Feminismo

Se declaró feminista, pues siempre ha defendido y defenderá a las mujeres y a sus derechos. Aseguró que esta corriente es una verdadera revolución que ha cambiado al mundo.

Comentó que los hombres han sido hábiles por pintar a las feministas como lesbianas peludas. Cuando se empezó a hablar de esta corriente en Chile no era mal visto, porque no la conocían. Después vino el golpe de de Estado de 1973 que llevó al poder a Pinochet y  no hubo nada más machista que ello. 

Resalta que las chilenas son organizadas y luchadoras, que el mundo ha avanzado mucho para desterrar el machismo, pero falta aún camino por recorrer. Expresó que "el feminismo influye en la mitad de la humanidad. Cada generación aporta a este movimiento, que es una antorcha que pasa de generación en generación".

Allende cree que los hombres jóvenes aportan al feminismo, sobre todos aquellos que fueron criados por madres y abuelas luchadoras. Ellos son protagonistas y pueden ayudar al cambio, agregó.

Otros criterios

Isabel recordó que su apego por los libros fue desordenado, leía todo lo que encontraba. Dice que Las mil y una noches influyó mucho en ella, lo leía a escondidas, de manera rápida, algunas veces saltaba los cuentos, cuando vivía con su familia en Líbano. Ese fue el caldo de la imaginación, de la fantasía, gracias a esa obra conoció así el poder de la palabra.

Manifestó que si tuviese un jardín interno en su casa y pudiese invitar a tomar té y conversar, le gustaría tener en frente suyo a su mamá y a su hija Paula. También llevaría a todos los autores del boon latinoamericano, a la mujeres escritoras que no le dieron la oportunidad de difundir sus obras.

Contó que van a hacer una miniserie para televisión de su libro La ciudad de las bestias, y que está muy curiosa de dónde y cómo va a ser filmada.

Isabel Allende le aconsejó a los nuevos autores que escriban porque adoran el proceso de crear literatura, no solo para que se publiquen los textos o buscar la fama.