La cinta, que estuvo nominada a mejor película y que ganó un Óscar al Mejor Actor de Reparto por la actuación de Daniel Kaluuya, se proyecta en las salas de la ciudad

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30 de abril de 2021, 18:07 PM
30 de abril de 2021, 18:07 PM

Por: Julio Jordán

Es difícil comentar sobre una buena película sin caer en el spoiler, sin embargo, voy a aceptar el reto de hacer una reseña sin contaminar ni frustrar a quien me lee.

Anoche fui a Cinemark por primera vez en dos años, gracias a la invitación de Warner Bros Latam para ver la película Judas y el Mesías Negro, que estuvo nominada a mejor película y que ganó un Óscar al Mejor Actor de Reparto Daniel Kaluuya.

La cinta es dirigida por Shaka King, que también es coguionista, sin dejar de mencionar la también destacada actuación de Lakeith Stanfield y Jesse Plemons.

Debo destacar la magnífica organización de Warner Bros Latam y de Cinemark con respecto a los cuidados de bioseguridad para ingresar a sala permitiendo el acceso a pocas personas guardando una buena distancia, con esto quiero decir que, si querés ir al cine, podés hacerlo guardando siempre los cuidados necesarios para evitar contagios.

Con esto no quiero alentarlos a salir de su cuarentena ya que los riesgos de contagio están en todo tipo de espacios, inclusive en el mismo aislamiento, pero no sería honesto decir que no se puede asistir por que no es cierto, sugiero no quitarse el barbijo mientras estén adentro (ni para comer pipocas) y desinfectarse las manos al ingresar y al salir.

Sobre la peli, debo decir que te enfrentás a un thriller complejo e intenso, en el que posiblemente tus ideas sobre racismo y política podrían incubarte algunas dudas, aun así tengás bien determinadas tu visión e ideologías. Con esto quiero decir que la película aborda estas dos temáticas de manera contundente, el racismo y la política.

Ambientada en los años 70s muestra por dentro los conflictos del movimiento y partido político Panteras Negras (Black Panther), grupo reaccionario autodenominado “revolucionario” en Estados Unidos que llegó a ser un grupo armado en respuesta a los abusos raciales de la época en el país del norte.

Si bien el guion muestra de manera casi documental lo ocurrido en la época, se centra en lo que su título dice claramente: Judas por un infiltrado enviado por el FBI bajo presión a las entrañas de los Pantera Negra y Mesías por un liderazgo imponente dentro del movimiento político. Si detallo más caeré en el cruel spoiler, cosa que no pretendo hacer.

Lo que sí puedo adelantar es a que te toparás con una actuación impecable, una fotografía a cargo de Sean Bobbitt con muchos acercamientos (Close ups) pocas veces vista que te eleva la catarsis y que no te deja salir de la película y una musicalización a cargo de Craig Harris y Mark Isham que resalta el drama y te transporta a la época.

Es complicado definir a un héroe y a un villano, en cualquier caso, la violencia es el villano y la búsqueda de la paz es el héroe. Esta es una película que tenés ver.