La maniquí alemana es considerada la pionera de las supermodelos. Ahora, retirada de las pasarelas, organiza una exposición con sus mejores trabajos

El Deber logo
24 de agosto de 2020, 11:23 AM
24 de agosto de 2020, 11:23 AM

Fue la reina indiscutida del modelaje en los años 90, su imagen eclipsó a las estrellas de Hollywood y fue considerada un ícono de la cultura popular. La alemana Claudia Schiffer cumple mañana 50 años y los celebrará con su familia en Londres, donde vive, cumpliendo con las normas inglesas de la cuarentena por el coronavirus.

La rubia teutona anunció que está organizando una exposición con las mejores fotografías de sus más de 20 años de trabajo como modelo de pasarela y publicitaria. Será en Dusseldorf, la ciudad en la cual la descubrieron, en la famosa galería Kunst Palast, de marzo a junio de 2021, informó el diario español ABC.



Claudia Schiffer fue una de las maniquíes que ayudó a forjar el nombre de supermodelos, a principios de los 90, junto a otras chicas como Cindy Crawford, Naomi Campbell, Helena Christensen, Linda Evangelista, Valeria Mazza , Christy Turlington, Kate Moss en una época en la que no había grandes estrellas de las pasarelas. 

Aparecieron ellas jóvenes, despampanantes y con actitud arrasadora. No solo desfilaban, actuaban, bailaban y hablaban muy bien ante el público.

Así surgieron las supermodelos, comandadas por Schiffer, hace 30 años, y cambiaron la historia no solo de las pasarelas, sino también de la moda. Los diseñadores y productores las adoraban, las mimaban y hacían realidad todos sus caprichos. Además que seguían sus consejos.



Y así como eran admiradas y queridas, también les pagaban bien. Ellas cobraban entre 30 y hasta 50 mil dólares por desfile, dependiendo del diseñador, la temporada y el lugar del evento. En un año lograban ganar hasta un millón de dólares, incluidas las campañas publicitarias y presentaciones.

Las estrellas de Hollywood fueron opacadas por las supermodelos, dejaron de aparecer con frecuencia en las tapas de revistas y la gente prefería a las maniquíes, porque eran hermosas y descomplicadas.



La Schiffer

Así la llamaban en el ambiente de las modelos. Nació en Rheinberg, Renania del Norte, Alemania, el 25 de agosto de 1970. Durante su adolescencia tenía complejo por su elevada estatura, a los 16 años ya medía 1,78 m., a los 18 llegó a 1,80 m y nunca se sintió bonita. Fue descubierta en 1987 por un agente de la agencia Metropolitan en un bar de Dusseldorf, donde trabajaba detrás de la barra.

La invitaron a pertenecer a la agencia, luego viajó a París para una sesión de fotos, fue portada de la edición francesa de la revista Elle y su vida cambió para siempre. Su belleza fresca impactó a los productores de moda y todos querían tener entrevistas con ella.

El diseñador Karl Lagerfeld la eligió para que sea la nueva imagen de la casa Chanel. Luego le llegaron otros buenos contratos para desfilar en los eventos más importantes. Empezó a forjarse el apelativo de supermodelo, más cuando aparecieron otras jóvenes igualmente bellas. Se unieron y reforzaron su apariencia de grandes protagonistas de las pasarelas. 



La Schiffer se convirtió en la mimada de Versace, Christian Dior, Valentino, Óscar de la Renta, Gucci, Armani, Yves Saint Laurent, abría y cerraba sus desfiles. Las perfumerías y casas de cosméticos también la requerían para sus anuncios publicitarios, pues tenía una piel de porcelana y labios carnosos.

En la cumbre de su fama, a inicios del 2000, fue comparada con la diva francesa Brigitte Bardot, no solo porque las dos eran rubias, sino por la sensualidad natural que emanaban ambas y porque eran muy populares.

A fines de 2009 anunció su retiro de las pasarelas tras más de 20 años de vigencia. Dijo que era mejor retirarse bien, en la cúspide, a que ya no llamen para trabajar y no sea ni siquiera invitada a los desfiles. Sin embargo, siguió realizando campañas publicitarias y asistiendo a eventos, recopila el diario El Comercio.

Según la revista Forbes, Claudia Schiffer llegó a reunir 100 millones de dólares en un poco más de 20 años de intenso trabajo, cifra que sigue aumentando.

Su vida

Schiffer tiene una vida privada discreta y siempre fue así. Nunca protagonizó un escándalo ni de pareja ni en su campo de trabajo. De 1994 a 1999 fue novia del ilusionista David Copperfield, relación que tuvo amplia cobertura mediática. En 2002 se casó con el productor de cine británico Matthew Vaughn, con quien tiene tres hijos: Caspar Matthew (17), Clementine (16) y Cosima Violet (10).

Ha sido entrevistada en los programas de TV más populares de Europa y EEUU, participó en ocho películas, en dos videoclips y ha asistido como presentadora a importantes entregas de premios, como los Óscar, los Globo de Oro, en la apertura del Mundial de Fútbol Alemania 2006 y en la alfombra roja del Festival de Cannes.

Actualmente reside en Londres junto a su familia. Asiste como invitada especial a los eventos de modas en las pasarelas europeas y estadounidenses. Algunas veces da charlas sobre superación personal y fortaleza para triunfar en un ambiente complicado y competitivo. 



Después de la generación de las supermodelos de los 90 no surgió otro grupo como ellas. Aparecieron en las pasarelas los Ángeles de Victoria's Secret, pero no contaron con su popularidad y fuerza, además de que las críticas a sus estrictos cánones de belleza y la crisis económica las eclipsó.