La radio acompaña la cuarentena compartiendo la información al instante. La participación de los oyentes, con consultas y sugerencias, enriquece el contenido de una señal que está al servicio de la población

16 de abril de 2020, 15:21 PM
16 de abril de 2020, 15:21 PM

“Muy buenos días”, la voz firme y experimentada alarga ligeramente las vocales en un estilo particular. Son las 6:00 de la mañana y Marcelo Huanca arranca la programación en EL DEBER Radio. Por delante una larga jornada de entrevistas, información y contenido acompañando a la audiencia. Apenas arrancó la emisión y los mensajes de la audiencia llegan insistentemente al 721-22122, la línea de WhastApp.

Son oyentes que saludan, desean un buen día o felicitan por su cumpleaños a algún familiar. Ellos piden repetir la información sobre el alcance de los bonos o sobre los mercados de abastecimiento que estarán abiertos. También comparten datos y experiencias de sus días en cuarentena. Son los oyentes que nos acompañan en esta pasión que es la radio.

“La audiencia está más cercana, tiene más tiempo para escucharnos, más tiempo para participar”, comenta la comadre Nicole Nostas mientras concreta una entrevista misteriosa que no quiere revelar. Eso sí, insiste en que no se pierdan el programa para descubrir la sorpresa. “Antes nos escuchaban mientras trabajaban o cuando manejaban el taxi. Ahora, durante la cuarentena, quieren ser más protagonistas, tienen ganas de hacerse escuchar”, matiza la conductora, que asume como un reto agradable la necesidad de compartir programa con la audiencia.

Alguna Pregunta, el espacio que cada noche conduce Jorge Robles, se ha desbordado de consultas. El WhastApp se llena de mensajes y preguntas de una audiencia inquieta que quiere más información, que busca mayor detalle. Robles siente la necesidad de adaptarse a esta nueva situación donde “las preguntas son de la gente, no del periodista. El periodista pregunta de dónde salen los fondos para pagar el bono; la gente cuestiona cómo y a quién llegará este. Lo cotidiano se vuelve noticia", reafirma el conductor.

Las medidas de cuarentena asumidas por el ejecutivo nacional obligaron a EL DEBER Radio a priorizar la seguridad. La cabina luce vacía, los invitados habituales permanecen en sus casas y los conductores se conectan por Skype para mantener la programación activa. Jaime Galarza, presentador de Los Más Buscados, apunta a mantener la normalidad y acompañar a las audiencias a través de los programas. Desde su casa se conecta vía Skype con los demás conductores para dar vida a una agenda gestionada previamente en el grupo de trabajo. El programa, matiza Jaime, “aporta para que la gente se distraiga. Ante la preocupación que envuelve a la población, el deporte, el fútbol brinda un espacio de distracción a la gente”.

Linda González acude todos los días a EL DEBER Radio. Desde el estudio proclama cada medio día Aquí estoy con el optimismo que irradia. Gracias a la tecnología, se conecta con bolivianos que viven la cuarentena en diversas partes del mundo: España, Italia, Argentina, Estados Unidos, Perú…recorre cada semana el mundo para tender lazos de solidaridad y unir en una misma esperanza a los compatriotas.

Esperanza es una de las palabras más repetidas. Cansados de las desgarradoras cifras de fallecidos y afectados, de la persistencia de los conflictos por la desobediencia social, “es momento de dar un giro, de darle la vuelta a la información y transmitir esperanza”, alienta Yuli Peña, la otra comadre que anima las tardes en la radio. “Es increíble la fortaleza que puede transmitir una entrevista – insiste la conductora –, la energía que nos contagió la compatriota boliviana que estaba internada en España durante su tratamiento. Fue duro, pero fue tan real”, cuenta.

La tecnología facilita la conectividad de la radio. Desde la emisión tradicional por la sintonía 103.3 hasta la trasmisión digital desde aplicaciones como tuneIn, la radio es accesible de múltiples maneras. Desde la cuenta de Facebook de EL DEBER Radio se pueden ver los programas, compartir el escenario con los conductores e invitados. “La cuarentena – explica Huanca, conductor de los informativos – ha acelerado la multimedialidad de la radio. Las audiencias están más conectadas y participativas que nunca”, asegura.

Huanca también resalta el papel de los oyentes que “comparten datos e informaciones para que nosotros las corroboremos y ampliemos con la investigación periodística más rigurosa”. El combate de las 'fake news' sella una alianza entre periodistas y oyentes que se extiende más allá de los programas. “Tratamos de responder los mensajes, sobre todo aquellos que consultan y preguntan en busca de información útil y funcional”, aclara Cristhian Rivero, operador de la radio y apoyo fundamental para que todos los programas salgan al aire con la calidad sonora que la marca de EL DEBER requiere.

La cuarentena obligó a los programas de radio a trabajar de otra forma. “En la programación normal – confiesa Yuli– se buscan invitados presenciales. Eso implica que estén en la ciudad, tengan tiempo para venir a la radio y aporten con un tema de relevancia para la audiencia. El contacto permite entrevistas de emociones, ves la cara, la reacción del invitado”, resalta. Pero la imposibilidad de llevar invitados al estudio por la cuarentena abre una puerta increíble. El acceso a los entrevistados ahora es más amplio, “podemos aspirar a entrevistas internacionales, a contactos con otra gente que,  normalmente, se encuentran fuera de nuestro alcance” revela la comadre.

Los cambios llegaron a todos los programas. Robles optó por emitir desde su casa y acatar la normativa. “El trabajo desde casa tiene otro ritmo, otra perspectiva, pero se mantiene la misma exigencia, se requiere el mismo rigor con la verdad y se vive el mismo compromiso con la audiencia”, sentencia.

Nicole aprovecha la cuarentena para disfrutar el tiempo en casa. Madre de dos pequeños hijos, trata de pausar su día para conectarse al programa, “igual que muchas mujeres, divido el tiempo entre la casa, la familia y muchas otras acciones”. Con el humor que caracteriza a las comadres, dice que en estos días se siente una 'Esperancita' más. “Es una oportunidad increíble para hacer lo que amamos desde casa. Para nosotras es importante mantener el programa y adaptarlo a las inquietudes de la audiencia, acompañamos a las personas en estos momentos difíciles y agradecemos también su compañía cada jornada”, concluye.

La pausa que vive el país también ha afectado al mundo del balón. Los programas deportivos descansan de “la vorágine diaria que provoca jugar los partidos de manera tan consecutiva”, explica Galarza. El programa ha aprovechado el alto para hablar con otros protagonistas. “Dejamos de lado las urgencias para hablar de relatos, de historias, de vidas que han crecido junto al fútbol”, explica. El equipo de Los Más Buscados alienta la participación de los fanáticos del fútbol para elegir a jugadores, equipos o entrenadores que han marcado momentos de la historia. 

Son las 22:00. Alguna Pregunta cierra la emisión informativa por hoy. Cristhian, desde controles, despide a la audiencia. Otro día más, las ondas de la radio surcaron a los cuatro vientos para contagiar con información y esperanza a sus audiencias. La música se alista para una larga noche hasta que el “muy buenos días” arranque otra jornada de servicio y compañía.