El grupo argentino, que unió de forma genial el humor, la música y la actuación, se despide de los escenarios después de 55 años de trayectoria. Fanáticos bolivianos hablan del significado de los artistas en sus vidas

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15 de enero de 2023, 4:00 AM
15 de enero de 2023, 4:00 AM

Les Luthiers, ese genial grupo de músicos, humoristas y actores, que crearon sus propios instrumentos, su propio lenguaje y afrontaron la pérdida de integrantes claves y fundadores, como Gerardo Masana, en 1973; Daniel Rabinovich, en 2015 y Marcos Mundstock, en 2020, y el retiro de Carlos Núñez Cortéz en 2014; anunció su despedida de los escenarios, tras 55 años de carrera.

El 15 de septiembre de 2015, Carlos López Puccio, director coral y de orquesta, multiinstrumentista y miembro de Les Luthiers, decía: “Solo aguantamos nosotros y los Rolling Stones”, en comparación a ambas legendarias carreras. Y, aunque fue una comparación sarcástica, puede ser que tengan una increíble similitud. Hace poco, Les Luthiers anunció su “despedida definitiva de los escenarios” y es muy probable que la agrupación inglesa de rock también tenga este año su última gira.

Cuando le preguntaron a Jorge Maronna, otro de los integrantes, si ellos eran los Rolling Stones del humor, respondió que “los Rolling Stones están orgullosos de ser los Les Luthiers del rock”.

EL DEBER habló con el productor Gabriel Feldman, encargado de traer a Les Luthiers a Bolivia en 2013, cuando presentaron Lutherapia en Sonilum, en dos fechas exitosas. También se manifestaron fanáticos bolivianos del grupo argentino, que tuvieron la oportunidad de asistir a una de esas fechas y ahora esperan entusiasmados que incluyan a Bolivia en su gira final.


Les Luthiers en 1972 (de izquierda a derecha): Masana, Maronna, Núñez Cortéz, Mundstock, Acher, Rabinovich y López Puccio


Pieza clave

Gabriel Feldman, argentino que vive hace 25 años, aproximadamente, en Bolivia y responsable de haber traído a La Renga, Calle 13, Andrés Calamaro, Julieta Venegas, Enanitos Verde y Floricienta, señala el primer recuerdo que conserva de Les Luthiers.

“Es de mi infancia: 10 años, escuela primaria, primer disco, juntarnos con amigos a llorar de risa con un humor diferente, instrumentos caseros y raros, primera ida familiar a un teatro y desde allí no despegarme nunca más de ellos hasta hoy”.

Sobre la única visita del grupo a Bolivia, Feldman recuerda convivir con ellos en algunas ciudades previas a su llegada, recibirlos en Viru Viru y compartir una cena con todo el grupo. “Pude conversar con ellos y decirles lo importante que han sido para mí y para mi generación. Los momentos previos en el backstage, la vuelta al aeropuerto con Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock y su mánager, todos fueron momentos inolvidables que recordaré por siempre”.

Aquella primera visita empezó con una conferencia de prensa en el Salón de los Espejos del aeropuerto Viru Viru, que duró casi una hora, recuerda Feldman. “La conferencia de prensa se realizó ni bien pasaron migración y participaron periodistas de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Potosí, Sucre y Tarija, con los cinco integrantes originales, luego nos trasladamos en vehículos distintos a Los Tajibos”, cuenta.

“El show iba a tener una única función, pero las entradas se agotaron tan rápido que agregamos una segunda, que también fue un éxito”, afirma Feldman. “Ellos estuvieron cuatro o cinco días y pasearon por el centro y otros lugares turísticos. Para este show vinieron con dos artistas de reserva, que eran ‘suplentes’, como back up, (Martín) O’Connor y (Horacio) Turano, porque ellos, cual equipo de fútbol, viajaban con uno o dos artistas de reserva, por cualquier emergencia, con artistas que sabían tanto las partes musicales como actorales”, detalla Feldman.

Acerca de la posible inclusión de Bolivia en la gira de despedida de Les Luthiers, Feldman es optimista, pero cauto. “Venimos conversando con su mánager, con quien mantenemos una amistad y nunca hemos dejado de conversar o vernos en Buenos Aires, siempre soñando con la posibilidad de volver a traerlos a Bolivia. Desde que anunciaron la despedida hemos hablado varias veces y estamos haciendo las gestiones para que puedan pasar por acá y despedirse de sus fans locales”.

Y, aunque todavía es temprano para confirmarlo, dio un mensaje que entusiasmará a los fanáticos: “Aún es muy pronto, pero esperamos poder concretar su vuelta, quizás sean varias ciudades, o quizás solo sea Santa Cruz (por un tema de agenda, logística, carga y técnica)”. “Si tuviera que elegir un tema de ellos para mandar al espacio y que la vida inteligente extraterrestre pueda entenderlos sería: La Cantata del adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras, porque refleja una historia, humor, música nativa de diferentes países y un hilo conductor”, eligió Feldman.


El elenco actual de Les Luthiers. De izquierda a derecha: Horacio Tato Turano, Martín O'Connor, Carlos López Puccio, Tomás Mayer-Wolf, Jorge Maronna y Roberto Antier

Luthieranos

El público de Les Luthiers es singular y amante del humor inteligente. Tres fanáticos bolivianos contaron su relación con Les Luthiers, lo que significó en sus vidas. Dos de ellos recuerdan cómo vivieron su único concierto en Bolivia.

Jorge Arturo Lora, actor y director de cine y teatro, contó que pudo verlos, que la primera vez que los escuchó fue en un auto y que escucharlos también le exigió su cuota de intelectualidad.

 “La primera vez que los escuché, me acuerdo que estábamos en el vehículo de Róger Quiroz, que entonces era director del grupo de teatro Nosotros Dos, me acuerdo que nos estábamos trasladando y me dice ‘escucha esto’, y pone un casete , empiezo a escuchar la descripción de sus instrumentos, el violín de lata, el tubófono silicónico cromático y el bass-pipe a vara. Pero, además, los hacían sonar, y sonaban tan raros que me pareció muy gracioso y ante mi asombro, me dice, ‘son Les Luthiers, humoristas argentinos’”.

 “Lo primero que escuché fue Cartas de color, de Yogurtu Mghe, ese fue mi primer contacto, de amor por el humor fino, intelectual, porque te obligaba a tener conocimiento de cultura general, no solo de Argentina o de Latinoamérica, sino del mundo. Escuchaba tarde y noche ese casete a tal punto que me aprendí los diálogos, melodías, los sonidos y desarrollé toda una luthiermanía en mi vida. Aún recuerdo ese día de 2013, tan bien, que se me dibuja una sonrisa en la cara, que fue uno de los días más emocionantes de mi vida, sin exagerar, era cumplir con el sueño de verlos en vivo, después de tanto casete, tanto DVD. Durante el día hacía Viene de la página 5 mis cosas, pero se me venía a la mente, frases, canciones, por la emoción que inconscientemente me ganaba, yo mismo me reía solito, pero era emoción que en la noche iba a poder presenciar el espectáculo. Cuando salen y saludan fue adrenalínico, hasta me dieron ganas de llorar, me emocioné muchísimo, disfruté como loco el show. Es una de las joyitas que cada vez que recuerdo me generan felicidad”, comenta con emoción Lora.

Isaac Terceros, director artístico de la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra, cuenta la influencia que significó Les Luthiers en su carrera y los posibles proyectos en torno a su música.

“Tuve la oportunidad de conocerlos cuando era muy niño, era la época cuando coleccionábamos DVD, recuerdo tener todavía, al menos, 20 DVD de los años 80 y con mis hermanos verlos todos los días, hasta aprendernos de memoria todos los diálogos, canciones, los instrumentos; prácticamente me formé al lado de Les Luhiers. Y lo interesante es que, desde muy niño, mientras aprendíamos algunos instrumentos musicales, tocábamos el piano, la flauta y violín, admiraba la manera en que ellos no solo eran capaces de tocar esos instrumentos, sino de inventar otros y producir esas sonoridades maravillosas. En épocas recientes, hemos hablado mucho con el equipo de la Orquesta Filarmónica, que debemos realizar un espectáculo en homenaje a Les Luthiers. Por supuesto, está todo el asunto de los derechos, las partituras y todo el material que se necesita conseguir para una producción de ese tipo, pero estamos muy deseosos de poder realizar adaptaciones de sus temas, junto a artistas bolivianos e invitados que son fanáticos. Ojalá podamos realizar un homenaje que, sin duda, ellos se lo merecen”, expresa Terceros.

Mauricio Gómez, ejecutivo de ventas de Sinapsis, cuenta su afición por Les Luthiers, que incluye usar el lenguaje luthierano con su familia.

 “Los escucho desde niño por mi papá y mi tío, que eran grandes fanáticos. Al principio, los escuchaba y notaba que la gente se reía, pero no entendía los chistes. Del show en Sonilum, puedo decir que fue uno de los más lindos a los que he asistido, pese a que me conocía de memoria Lutherapia. No he parado de reír con los chistes, verlos en vivo es otra experiencia, otra sensación, es muy fuerte lo que sentí, reía y lloraba al mismo tiempo por la emoción, fue muy raro lo que me pasó”, asegura Gómez.

Se refiere a las ocasiones en que incluye frases en las reuniones familiares. “Tenía una novia, cuya familia era muy Les Luthiers, cuando había algún acontecimiento y todo el mundo estaba de acuerdo, por ejemplo, decíamos ‘queda’ y levantábamos las manos. Eso hace Les Luthiers en algunos de sus shows. Muchas personas no entienden, entonces, se quedan con la intriga, porque el mundo Les Luthiers es muy amplio, no es conocido en muchos sectores, con mi tío igual, les decíamos el postre a los del Real Madrid, porque en ese sketch, hablan del merengue”, recuerda.

En sus 55 años, la agrupación creó casi medio centenar de espectáculos conceptuales y musicales, entre ellos Mástropiero que nunca, Todo por que rías, El reír de los cantares, Luthierías, Bromato de Armonio y Lutherapia.

La gira de despedida todavía no tiene nombre, pero Gabriel Feldman considera que debería incluir a Johann Sebastian Mastropiero, para recordar a uno de los personajes claves y ficticios del universo de Les Luthiers.


La creación de unos instrumentos fabulosos y un asombroso virtuosismo musical, hicieron de Les Luthiers un clásico