Se entregaron los galardones a lo mejor de la industria de la televisión sin público presente debido a la cuarentena por el coronavirus. A pesar de eso hubo elegancia

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21 de septiembre de 2020, 15:55 PM
21 de septiembre de 2020, 15:55 PM

El mundo sigue enfrentando a la pandemia del Covid-19, por ello es que los eventos internacionales, como la reciente entrega de los premios Emmy, a lo mejor de la televisión 2020, se tienen que adaptar a la nueva normalidad, con códigos de vestimenta, logística y organización diferentes a las otras ediciones.

Los productores de la entrega de estos premios anticiparon que no asistiría público, que la ceremonia sería transmitida por televisión y por las redes sociales, al mejor estilo de los eventos virtuales que están de moda en la actualidad.




A los nominados se les pidió que asistan al evento desde sus casas, desde hoteles o en cualquier lugar de su preferencia, tranquilos con sus familiares y amistades. Que vistan de manera sencilla, como lo hacen cuando están en sus hogares.

Todo se cumplió, menos lo de vestimenta sencilla. Es que la mayoría de los nominados no querían perder la oportunidad de lucir sus mejores galas, por lo que igual se pusieron ropa elegante e improvisaron una alfombra roja en sus casas, algunos en sus salas, en sus comedores, en el jardín y hasta en las terrazas. 

Desfilaron y se exhibieron con sus vistosos atuendos. Después de la ceremonia algunos brindaron y manifestaron su agradecimiento a la Academia de la Ciencia de las Artes de la Televisión por esta oportunidad de estar en contacto con el público, aún en tiempos de emergencia sanitaria.




Se vio de todo un poco en cuestión de vestuario, tal como sucede en una auténtica alfombra roja. Vestidos muy elegantes, otros no tanto, y algunos que exageraron en las formas y las dimensiones de los modelos.



Lo cierto es que los premios Emmy 2020, en tiempos de cuarentena por el Covid-19, igual tuvo su alfombra roja, al mejor estilo de Hollywood. Y es que los actores y productores no iban a perder la oportunidad de lucirse por culpa de un virus.