El cantante no cumple con sus obligaciones de manutención desde fines de 2019. Su expareja tiene la cuestodia de los menores

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21 de abril de 2021, 17:55 PM
21 de abril de 2021, 17:55 PM

Justo cuando está saboreando las mieles del éxito y de la popularidad, gracias a la segunda temporada de la teleserie de Neflix que cuenta su vida, el cantante mexicano Luis Miguel (51) recibe un baldazo de agua fría. Será demandado por su expareja, la actriz Aracely Arámbula (46) porque desde fine de 2019 no paga las pensiones de sus dos hijos Miguel (14) y Daniel Gallego (12).

Guillermo Pous, abogado de Arámbula, dijo en un programa de TV mexicano que no han tenido ninguna respuesta al pedido que le hicieron al famoso cantante, ni de manera directa ni por medio de sus representantes legales. 



Contó que su cliente tiene la custodia de los menores y desde hace más de un año ella solo hace los gastos de educación, ropa, alimentación y todo lo que un par de chicos necesitan. Explicó que ha estado gastándose sus ahorros, pues desde que empezó la pandemia no trabaja, porque no ha encontrado donde hacerlo, informa el diario mexicano Milenio.

Dijo que Luis Miguel nunca antes había hecho esto, desentenderse de la manutención de sus hijos. "Siempre cumplió con sus obligaciones y más de lo que la ley estipula. Se preocupaba por los chicos, los llamaba, los visitaba, se los llevaba de vacaciones, compartía con ellos agradables momentos. Pero desde hace un poco más de un año eso cambió totalmente y no da señales de vida", explicó el abogado.



La ley mexicana lo obligará a pagar todo lo adeudado. Frente a ello no hay negociación, pues si no cumple puede ir hasta a la cárcel y para él eso sería catastrófico, añadió el representante legal.

Aracely y Luis Miguel estuvieron juntos desde 2005 hasta 2009 y tuvieron dos hijos. Formaron una de las parejas preferidas de los medios de comunicación de la farándula. Todo lo que hacían era registrado en los diarios, revistas y programas de televisión. Parecían que tenían una relación sólida, sin embargo el idilio llegó a su fin y cada uno tomó su propio camino.