La autora hace su debut literario con nueve cuentos reunidos en “Las desapariciones”. Heinrich incursiona en la ficción con relatos inquietantes y divertidos, que no dejarán indiferente al lector que se acerque a ellos

31 de julio de 2023, 13:00 PM
31 de julio de 2023, 13:00 PM


Mónica Heinrich fue redactora de la sección de cultura de EL DEBER y durante años alimentó las páginas del suplemento Brújula con sus críticas de cine, las que actualmente pública en el portal Aullidos de la Calle. Con amplia experiencia en la producción audiovisual y algunas incursiones en la producción teatral, Heinrich acaba de publicar su primer libro de ficción “Las desapariciones”, en el que reúne nueve cuentos que no dejarán indiferente al lector.

¿Qué te decidió a publicar los nueve relatos de “Las desapariciones” y cuál fue el criterio de selección para elegirlos?

Tenía muchos textos amontonados y, aunque soy muy negada para lo público, el próximo paso natural era ese: publicar. Aún así me di mañas para postergarlo bastante tiempo por #mañosa. Hasta que ya no dio para más. La selección la hice porque esos cuentos eran hermanitos que se tomaban (o se tironeaban) de la mano. Todos comparten un rompimiento de lo cotidiano, una pérdida de eje.

¿Tenés una hoja de ruta para tus relatos o van más a la deriva?
Siempre existe cierto control, pero las historias surgen y se desarrollan casi por sí solas. No escribo con una estructura, o un orden de lo que busco, no hago esquemas, me aburriría haciendo eso. Tampoco tengo cábalas ni me pongo de tarea escribir cierta cantidad de páginas. Escribo solo cuando tengo ganas, que curiosamente es casi todos los días. Para mí, la escritura es un disfrute no un tormento o una obligación. Claro que después de escupido el texto sí hay un trabajo de revisión/corrección en el que también me divierto mucho.

¿Qué fue lo más desafiante de este libro a nivel creativo?

A nivel creativo no siento que haya existido nada desafiante como tal, porque como escribo sin presión daba lo mismo si una historia salía o no salía, si no sale dejo el cuento o abandono al personaje sin ascos y listo. No me quita un segundo de sueño. Desafiante ha sido publicar. Hacerme la idea de verlo como algo físico y tangible es lo que más me ha costado. 

Los relatos de “Las Desapariciones” transcurren entre los miedos sociales y los límites de lo que se considera como “normal” ¿Ese territorio ficcional es el que más te atrae?

Los miedos sociales están omnipresentes. En Bolivia hemos estado al borde del abismo tantas veces que se nos debe una agresiva terapia grupal. Y no hablemos de lo perturbador que fue transitar la pandemia. Sí, en la vida real suceden cosas que parecen sacadas de la mente del autor más retorcido, y la ficción por supuesto que navega en las aguas de lo real. Es imposible sustraerse/sustraerme. Más que ser un territorio que me atrae, son temas que por ahí tengo muy interiorizados. 

En tus cuentos hay violencia, terror, pero también mucha ironía y humor ¿Son ingredientes que piensas a la hora de escribir?

Pensarlo, pensarlo, no. Por ejemplo, Happy Ending tiene lo turbio y el humor negro casi en estado endogámico. En Lucecitas , no hay espacio para el humor, pero sí para una especie de ruptura psicológica vivenciada con mucho miedo. Cada historia reclama sus propios ingredientes y se nutre de lo que aporta el autor/autora. Para mí sería imposible escribir solemne del todo, porque no concibo la vida sin humor y eso se traslada al papel.

Utilizas un lenguaje casi coloquial, sin adornos ni metáforas forzadas, hasta podría decirse que descarnado ¿Hay intencionalidad en esa forma de contar?

Pasa lo mismo que con el humor y la ironía. Así me nace contar. Siempre he escrito como hablo. No me arrepiento, ni me he planteado nunca cambiarlo. Es mi forma de vivir el vínculo con la oralidad, primero, y luego con la escritura. El texto es mío cuando lo escribo, en ese momento me libero y hago lo que me sale de los ovarios. Después, el texto pasa a ser del que lo lee y esa persona podrá aceptarlo o detestarlo.

¿Hubo algún momento en el que te resultó especialmente complicado desarrollar la historia?

Las historias las escribo de una sentada. Cuando se me viene una historia, siento que fluye de manera muy orgánica: situaciones, personajes. A nivel creativo no me atoro. Pero sí trabajo retoques, relecturas, abrir más una imagen, explorarla o acortar mucha cháchara, esa fase sería la más compleja. 

¿Por qué elegiste tu cuento Las Desapariciones para que sea la cara y nombre del libro?

En un conflicto social pasa de todo y se suelen borrar las líneas que dividen el bien del mal. La mente se fragiliza, la vida se fragiliza. Lo vemos a nivel global, lo vemos a nivel local. El cuento Las desapariciones englobaba el concepto general del libro, el tono, ese borrado de líneas que los otros cuentos comparten en temas más personales o domésticos.

Este es tu debut en la literatura ¿Piensas publicar más relatos?

Lo políticamente correcto sería decir con mucho entusiasmo: Claro que sí. Pero la verdad, no sé. Tengo más hermanitos agarrándose de las manos, y otros a su aire, solos y felices, habrá que ver si aguantan o aguanto convertirlos en libro.



Librerías en las que puede conseguir "Las desapariciones"

SANTA CRUZ : Lectura; COCHABAMBA: EncantaLibros;  LA PAZ: El Baúl del Libro; SUCRE: LibreRía; Rayuela; TARIJA: RoSch; POTOSÍ: Cronopios