Persisten los desafíos para la inclusión de la comunidad sorda en Bolivia

En Bolivia, a pesar de los esfuerzos en concienciación e inclusión, persisten desafíos significativos para lograr una sociedad verdaderamente inclusiva y equitativa, especialmente para la comunidad sorda. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 5% de la población mundial, aproximadamente 430 millones de personas, contaban con discapacidad auditiva en 2019. En Bolivia, según el Censo de 2012, se registraron más de 52 mil personas sordas, una cifra que probablemente ha aumentado en los últimos años.

La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce y promueve el uso de las lenguas de señas, otorgándoles un estatus igual al de las lenguas habladas. A pesar de estos reconocimientos, son notorios los obstáculos que deben abordarse para garantizar la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas en Bolivia.

El 23 de septiembre se celebró el Día Internacional de las Lenguas de Señas, una fecha que Walter Rodrigo Velardes Acery, intérprete de lengua de señas, considera crucial para crear conciencia y reconocimiento de la comunidad sorda. Velardes destaca la oportunidad de celebrar la cultura sorda, difundir la educación sobre la lengua de señas y fomentar la inclusión y solidaridad.

Desde el punto de vista educativo, Mirian Cesari, psicopedagoga graduada de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), destaca pequeños avances hacia la inclusión de la comunidad sorda en colegios y algunas entidades públicas y privadas en Bolivia. Sin embargo, subraya la necesidad de una mayor integración y señala obstáculos en la evaluación y formación profesional de personas sordas.

En el ámbito laboral, Velardes y Cesari coinciden en que el acceso a oportunidades sigue siendo limitado para la comunidad sorda en Bolivia. A pesar de la existencia de leyes que exigen la inclusión de personas con discapacidad en empresas, muchas aún no cumplen con esta cuota. 

Se destaca la importancia de una comunicación adecuada, ya que algunas empresas no conocen la lengua de señas, lo que afecta la interacción y la percepción de las capacidades de las personas sordas.

Para abordar estos desafíos, la Universidad Privada Domingo Savio y la Dirección Nacional de la Lengua de Señas Boliviana han establecido un convenio interinstitucional. 

Este acuerdo busca promover la educación y la comunicación inclusiva para la comunidad sorda en Bolivia, marcando un paso significativo hacia la igualdad de oportunidades en la educación superior.