La calabaza, lejos de ser un mero adorno, encierra leyendas y tradiciones.

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30 de octubre de 2024, 17:39 PM
30 de octubre de 2024, 17:39 PM


¿Quién no ha visto una calabaza tallada con una mueca espeluznante en la noche de Halloween? Este símbolo tan característico de la festividad tiene una historia más rica y compleja de lo que imaginamos. La calabaza, lejos de ser un mero adorno, encierra leyendas y tradiciones.


Jack O'Lantern: el origen de la leyenda

Todo comenzó con un tal Jack, un hombre irlandés astuto y poco escrupuloso que logró engañar al mismísimo Diablo en varias ocasiones. Al morir, ni el Cielo ni el Infierno quisieron recibirlo, condenándolo a vagar eternamente en la oscuridad. Para iluminar su camino, Jack utilizó un nabo hueco con una brasa encendida en su interior. 

Fue así que se conoció a este personaje como Jack of the lantern, o Jack, el del la linterna, lo que terminó acortándose y popularizándose como Jack O' Lantern.

Esta leyenda, transmitida de generación en generación, llegó a Estados Unidos con los inmigrantes irlandeses y escoceses a mediados del siglo XIX. En el Nuevo Mundo, los nabos fueron sustituidos por calabazas, mucho más abundantes y fáciles de tallar.

También se conoce que al llegar los inmigrantes,  fusionaron esta costumbre  con una práctica local en la que los niños vaciaban calabazas y les hacían agujeros a la altura de los ojos para usarlas como máscaras. 

Este uso de calabazas como máscaras ya estaba documentado antes de la publicación del  cuento de Jack O' Lantern en 1836; se mencionan estas máscaras en 1834. La influencia de la literatura también es notable: en 1820, Washington Irving publicó La leyenda de Sleepy Hollow, un cuento gótico que narra la historia del fantasma de un soldado de la Guerra de Independencia, quien, mientras busca su cabeza perdida, utiliza una calabaza en su lugar y recorre los caminos hasta encontrarla.

De la leyenda a la tradición

La calabaza tallada, o Jack-o'-lantern, se convirtió rápidamente en un símbolo icónico de Halloween, que representa tanto la luz que guía a las almas perdidas como la protección contra los espíritus malignos. Con el tiempo, la tradición se popularizó en todo el mundo, y las calabazas adquirieron un papel central en las celebraciones de Halloween.