El boliviano Álvaro Mercado dirige la nueva propuesta que desafía el cine tradicional para abrir espacio a los jóvenes. Se estrenará el 20 de enero en todo el país. La protagoniza el creador de contenido Alvinich

10 de enero de 2022, 8:29 AM
10 de enero de 2022, 8:29 AM

Ser creador de contenidos, ni es un compilado de videos chistosos”, eso aclara desde un principio Álvaro Mercado. Con 26 años, el diseñador gráfico, comunicador visual y fotógrafo boliviano debuta en la cinematografía con Quiero ser youtuber, una película que se sumerge en el mundo de los jóvenes para hurgar entre sus intereses, anhelos y preocupaciones y llevarlos a la pantalla.

Grabada entre 2018 y 2019 y postergada por la pandemia y los conflictos sociales, el filme se estrenará por fin el 20 de enero en todo el país. El director adelanta que serán 107 minutos de una comedia romántica que pretende “cambiar el concepto de “apoyar el cine boliviano” por “disfrutar el cine boliviano”.

Para darle más realismo, los protagonistas son youtubers bolivianos en la realidad, como Álvin Sánchez o Alvinich su nombre en el mundo digital, ‘Ale’ Pinedo y Cristian Gonzales, entre otros que tienen protagónicos o cameos.

La propuesta

“Quiero Ser Youtuber  es una historia de superación personal basada en las vivencias de uno de los más reconocidos creadores de contenido de Bolivia, Alvinich, y que busca transmitir un mensaje de compañerismo, humildad y de luchar por los sueños a los chicos”, expresa el director.

Comenta que lo que hace especial a su ópera prima es que está protagonizada por youtubers e  influencers sin experiencia en actuación, pero que tienen su propio lenguaje, puesta en escena y estilo de interpretación. “Si bien se sigue una línea cinematográfica con los estándares más altos, el resultado que se verá es una película divertida, con actores espontáneos y haciendo sus propios aportes creativos”, cuenta.

Con esta experiencia, Mercado pretende “innovar en la propuesta  cinematográfica boliviana, fusionando el lenguaje del cine con el de los generadores de contenido del mundo digital, tan de moda actualmente”. “Por eso era importante contar una historia y no hacer un collage de sketchs como se vio en algunas películas del estilo a nivel Latinoamérica”, agrega.

Confiesa que ver los afiches de la película colgados en todo el país le provoca la satisfacción de un enorme desafío cumplido, el de retar a  “un sistema tradicionalista, donde los jóvenes no tienen llave de ingreso”.  “Es el inicio de muchos proyectos que se plantean más accesibles también para los creadores y guionistas jóvenes.  Es una suerte de democratización del cine boliviano”, destaca.

Como un primer paso, la película se estrenará en todos los cines del país, “desde el más chico hasta el más grande”, detalla el nuevo cineasta que financió la película con recursos propios.

Alvinich, siete años en la red

Su nombre real es Alvin Jusefh Sánchez Céspedes y tiene 23 años, de los cuales los últimos siete los dedicó a la creación de contenido de humor en las redes sociales.

Además de ser el protagonista de Quiero ser youtuber, también le puso su estilo y su esencia como guionista, tarea que no le fue muy difícil ya que utilizó un sueño de infancia para crear la historia.

“Tampoco es una autobiografía, sino que cuenta una historia ficticia, pero inspirada en vivencias propias, de un joven que sueña con ser el mejor youtuber de su país y que en el camino encuentra dificultades”, relata Alvinich, activo en Facebook, Instagram, YouTube y TikTok, esta última con más de 270 mil seguidores.

Detalla que tiene seguidores de los nueve departamentos de Bolivia y a nivel internacional de siete países. Sin embargo, lo más curioso es que, pese a que radica en La Paz, su público más alto se encuentra en Santa Cruz.

Su debut en la pantalla grande  está alineado con el propósito de Alvinich, el de “ser el superhéroe de los días complicados, que cuando una persona se sienta triste le saque una sonrisa”. Pero esta vez, con un guion y colegas del mundo digital, intenta enseñar que “los sueños se hacen realidad, a medida que los creas posibles”.

El director concluye que este será el primero de muchos proyectos para los actores y el ‘crew’, que están convencidos de que se tratará de un peldaño que los impulse a desarrollar cine coloquial y divertido. “Esperamos con ansias volver al rodaje y... ¡por qué no hacer una secuela”, revela.