Su esposa, Micheline Roquebrune, reveló que el actor escocés, fallecido el sábado a los 90 años, sufría demencia

3 de noviembre de 2020, 15:21 PM
3 de noviembre de 2020, 15:21 PM

La mañana del sábado diversas generaciones de seguidores del séptimo arte y estrellas de cine se conmovieron con el anuncio de la muerte del actor Sean Connery, de 90 años, uno de los actores más famosos del mundo durante décadas y también acreedor de títulos como "El escocés más grande", "El hombre vivo más sexy" (1989) y "El hombre más sexy del siglo" (1999). 

El intérprete del agente James Bond en siete películas de la saga falleció mientras dormía, rodeado de sus seres queridos.

Su esposa durante 45 años, la pintora franco-marroquí Micheline Roquebrune, de 91 años, reveló al medio Mail on Sunday, que en los últimos meses Connery había perdido la memoria y que ya no sabía quién era

Sufría demencia y eso le pasó factura. Logró cumplir su último deseo de marcharse sin hacer ruido”, dijo la artista.

“En los últimos tiempos no era capaz de expresarse. Al menos murió mientras dormía, de forma absolutamente tranquila. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se fue. Eso era lo que él deseaba”, agregó.

La viuda también compartió la última imagen del actor, del 6 de mayo de este  año, en la que se lo ve muy bien a pesar de sus años. “Era fantástico y tuvimos una vida increíble juntos. Era un hombre modelo. Va a ser muy difícil estar sin él, lo sé. Pero no podía durar para siempre y se ha ido en paz”, declaró Roquebrune sobre el intérprete de películas como El nombre de la rosa, Los intocables e Indiana Jones y la última cruzada.

Sobre los restos de su esposo, indicó que Connery será cremado en Bahamas, donde había fijado su residencia, y allí también se realizará su funeral, que aún no tiene definidos fecha ni el destino final de sus cenizas.

Connery se retiró definitivamente del cine hace 15 años, después de ganar un premio Óscar, dos BAFTA y tres Globo de Oro. Desde entonces se recluyó en su mansión en Lyford Cay, en la isla de Nueva Providencia y muy cerca de Nassau. 

Desde allí se supo solamente que pasaba sus días jugando al golf y disfrutando de su esposa, hijos y nietos, además de su fortuna, estimada en $us 350 millones.