El próximo jueves la editorial Kipus lanza, en las librerías del país, la última novela del escritor tarijeño Gonzalo Lema, uno de los narradores bolivianos más destacados

6 de noviembre de 2022, 4:00 AM
6 de noviembre de 2022, 4:00 AM

Si no está escribiendo cuentos, artículos para la prensa o entrevistando poetas, líderes o intelectuales nacionales, Gonzalo Lema escribe novelas. Lo hace, dice, para mantener “la mano caliente”, un ejercicio que practica desde los 15 años cuando empezó con sus primeras narraciones las que recién comenzó a publicar a los 22 años. Su dedicación a la narrativa se ha traducido en más de diez novelas y que sumando sus otros trabajos superan la veintena. El escritor tarijeño, radicado en Cochabamba, no es solo uno de los narradores más prolíficos del país, también es uno de los más importantes de las últimas décadas.

En ese trayecto ha sido ganador de importantes reconocimientos, como el Premio Nacional de Culturas de 2014, el Nacional de Novela Alfaguara de 1998 o el Erich Guttentag de 1983. Fue también finalista del Premio Casa de las Américas en 1993 y en 2017 obtuvo uno de los premios de novela negra más prestigiosos de habla hispana, el L’H Confidencial, gracias a Que te vaya como mereces, relato que tiene como protagonista al investigador Santiago Blanco, personaje que tiene un merecido pedestal dentro de la literatura boliviana y que es protagonista de una serie de relatos policiales en los que no faltan la crítica social.

Lo más nuevo de Lema es la novela Yo, un relato editado por Kipus que, a decir del propio escritor, hace énfasis en el absurdo y que desde este 10 de noviembre estará en las librerías de todo el país.

Acerca de esta novela y de cómo percibe el panorama actual de la narrativa en Bolivia, Lema conversó con EL DEBER

-¿Cuál es el argumento de su nueva novela “Yo”?

Quizás el argumento sea el sentido de la existencia encarnado en el kallawaya y el sinsentido encarnado en el Yo.

El primero transita un tiempo trascendente, cíclico en saberes, lineal en ciclos de vida y muerte, y el otro vive brincando de una coyuntura a otra, como quien brinca de un cráter a otro. Uno se deja vivir y fluye; el otro está atrapado, una y otra vez, en trampas sociales que persiguen el poder. Me adelanto a su pregunta y le digo que no me reconozco en ninguno de los dos. Pero es una novela que abarca un trazo largo de historia y los personajes pululan. En varios de ellos debo estar yo, pero codificado.

-En la contratapa del libro dice: “Resucitar es fácil, lo difícil es estar muerto” ¿Cuál es el sentido de la frase?

No deja de ser una verdad. La gente de la política se redime y resucita; la gente de los negocios resurge triunfante asociándose a personeros del gobierno de turno; las celebridades se mitifican y se convierten en seres infalibles, perfectos.

La muerte para siempre casi no existe. Desaparecer, volverse nada, no existir. Al mismo tiempo, la frase es también una consigna de esperanza: “¡Levántate, tú puedes!” Esa idea pone al personaje de mi novela en pie, lo ayuda a andar, lo impulsa para correr.

 -¿Cómo surgió la idea de la novela y cómo fue el desarrollo de su escritura?

La idea fue la imagen del kallawaya en Mizque, en 1932, curando a la gente con los milagros del perejil. A dos cuadras de allí, en la placita, los camiones militares cargaban a la gente rumbo a la Guerra del Chaco.

Una de las chicherías que vaciaron está presente en toda la novela. Los combatientes vuelven, salvo alguno, y continúan filosofando. Todo este cuadro lo tuve en mi cabeza con anterioridad, luego dejé que los impulsos hicieran su trabajo.

-¿En qué género se puede situar “Yo”?

Es una novela de género universal con énfasis en el absurdo.

-Ha contado que escribe desde los 15 años y no ha parado desde entonces. ¿Cómo situaría esta novela dentro de su extensa trayectoria literaria?

Es cierto, y comencé a publicar a mis 22. Esta novela está un paso por delante de todas: por su material narrativo, por su ambición narrativa, por su madurez. Los años pasan para todos.

-¿Tiene pensado un lector al que le gustaría llegar? o en todo caso ¿Cómo es el lector ideal para usted?

Un lector joven o adulto, que tenga tiempo y que carezca de prejuicios. Las novelas entretienen y también enseñan.

-Al parecer “Yo” es una novela con más de 300 páginas. ¿Cuándo decidió que ya estaba madura para ser publicada?

Tiene cerca de 500 páginas. El año 2016 estaba lista para su publicación, pero preferí que girara en fuego lento. Siempre he sentido temor de publicar, pero 25 veces lo he vencido. Ahora, seis años después de haberla terminado, será igual. Corregir eternamente es un vicio que no se debe profesar.

-¿Cuáles son las fechas de presentación de la novela y cuándo estará en las librerías del país?

La novela “aparecerá” en todas las librerías del país a partir del 10 de noviembre. La Editorial Kipus sabrá distribuirla. Pero, además, de acuerdo al calendario de las coyunturas políticas, visitaré las capitales del país. Es una de las alegrías de publicar libros. Los clubes de libros me ayudarán mucho.

-¿Cómo ve el panorama actual de la novela en Bolivia? ¿Ha cambiado? ¿Sigue igual?

Ha cambiado: es más numeroso, incursiona en los géneros y ya no se propone ser nacional a primera vista.

Refleja el sentido de la existencia encarnado en el kallawaya y el sinsentido encarnado en el Yo”

El año 2016 la novela estaba lista para su publicación, pero preferí que girara en fuego lento”