El departamento cruceño, en los últimos 40 años, pasó de cultivar 264.800 hectáreas a más de tres millones de hectáreas. La soya es el principal producto que se cultiva en la región, según una investigación

1 de octubre de 2023, 4:00 AM
1 de octubre de 2023, 4:00 AM

En los últimos 40 años, la superficie cultivada en el departamento de Santa Cruz se multiplicó 11 veces: de 264.800 hectáreas a más de tres millones de hectáreas. Este ritmo de crecimiento tiene una relación directa con el aumento de la producción. 

Así, Santa Cruz pasó de cosechar 2,3 millones de toneladas anuales a 15,3 millones de toneladas. La región cruceña no presentó problemas en su expansión de cultivos, ya que solo a finales de los 80 tuvo una leve caída de sembradíos. 

“La expansión de la superficie cultivada mantuvo un ritmo constante con un crecimiento promedio de 70.000 hectáreas por año, equivalente a un crecimiento interanual de 7%. Este comportamiento agrícola es exclusivo del departamento de Santa Cruz y no tiene similitudes con el estancamiento de la agricultura en la mayoría de los otros departamentos, particularmente en la región andina de Bolivia”, afirmó Gonzalo Colque, investigador de la Fundación Tierra.

Esta institución presentó la investigación “Cambio Climático en Santa Cruz, nexos entre clima, agricultura y deforestación”, que fue elaborada por Fundación Tierra con el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Asdi) en Bolivia. Además de Colque, trabajaron en este estudio los investigadores José Luis Eyzaguirre y Efraín Tinta.

Este documento, entre otros aspectos, expone las principales características del sector agropecuario, el crecimiento acelerado de la agricultura en las cuatro décadas, la expansión de la frontera agrícola, el auge de la soya como el principal cultivo y las proyecciones de cambio agrario. Además, muestra las relaciones estrechas entre los cultivos y la deforestación mediante la presentación de información y datos sistematizados sobre los desmontes anuales en las últimas décadas.

Crecimiento

En la década de los 80, la superficie cultivada anual en el departamento de Santa Cruz, en promedio, alcanzaba a 321.259 hectáreas, lo que aumentó paulatinamente hasta llegar a 971.180 -en la década del 90-, luego a 1.683.897 entre 2001y 2010 y finalmente 2.614.079 (2011-2022). En otros términos, la superficie cultivada creció 760.000 hectáreas cada diez años. Estos datos tienen una tendencia casi lineal en el tiempo.

Una característica invariable es que entre el 90% y 95% de las tierras cultivadas se destinaron a seis cultivos principales: soya, maíz en grano, sorgo en grano, girasol, arroz con cáscara, caña de azúcar y trigo. Este alto grado de participación del conjunto de los seis cultivos no cambió significativamente en las cuatro décadas, pero varió la composición interna.

“Por ejemplo, la superficie cultivada dedicada a la caña de azúcar cayó del 23% de participación que tenía en 1981, al 6% para el año 2022. El maíz en grano descendió del 30% de participación al 7% en el mismo periodo. Sin embargo, estas disminuciones porcentuales no significan menor número de hectáreas cultivadas. En 1981 se sembraba 61.010 hectáreas de caña de azúcar y aumentaron hasta 169.125 hectáreas para el año 2022. Una similar situación se presentó en los cultivos de maíz, que se ampliaron de 79.000 a 196.693 hectáreas durante los mismos años”, dice parte del estudio.

La participación porcentual disminuida de maíz y caña de azúcar obedece al creciente protagonismo que cobró la soya. Este cultivo oleaginoso pasó de una participación porcentual del 16% en 1981 al 50% en 2022. En términos absolutos, creció de 41.070 hectáreas a más de 1,5 millones de hectáreas para el año 2022.

“El aumento del tamaño de las explotaciones en el sector agrícola disminuyó los beneficios tangibles e intangibles asociados a los bosques, sobre todo debido a las pérdidas de recursos maderables, servicios eco sistémicos como la captura y almacenamiento del carbono o la ruptura de los ciclos hídricos”, destacó Colque.

El boom de la soya

La soya es el principal producto que se cultiva en Santa Cruz. Bolivia está dentro del top 10 de los países del mundo con mayor superficie cultivada de soya (FAO 2021) y, prácticamente, toda la producción de soya del país se encuentra en suelo cruceño.

En 1981, la superficie dedicada a la siembra de soya alcanzaba 41.070 hectáreas y a partir de entonces mantuvo un crecimiento ascendente, con caídas puntuales, aisladas y pasajeras. En 1988 superó la barrera de las 100.000 hectáreas. En 1996 sobrepasó la línea de 500.000 hectáreas y finalmente, el año 2010 se ubicó por encima de un millón de hectáreas anuales. El último año -2022- la superficie dedicada a los cultivos de soya llegó a 1.506.869 hectáreas, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De esta manera, la superficie cultivada de soya se multiplicó 35 veces en cuatro décadas.

“En la última década, la expansión soyera provocó la aparición de otro fenómeno agrícola: el crecimiento acelerado de los cultivos de sorgo. Antes del 2010, el sorgo ocupaba solamente 87 mil hectáreas anuales y paulatinamente creció hasta llegar a 499 mil hectáreas cultivadas para el año 2022. El boom del sorgo está impulsado tanto por los anuncios gubernamentales de utilizar como materia prima para la producción de alcohol anhidro para biocombustibles”, destaca la investigación.

Óscar Justiniano Pinto, quien fue presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y ahora la cabeza principal de los empresarios cruceños, resaltó que es fundamental que se haga más investigación, ya que el país tiene la virtud de poseer una cantidad importante y variada de pisos ecológicos, cada uno con importantes beneficios.

“En la gestión 2021, Santa Cruz ya tenía el 44% de la población bovina del país; el 60% de la producción nacional de pollo parrillero; el 53% de la producción nacional de huevo; el 100% de algodón; el 100% de girasol; el 43% de la producción nacional. Destacamos solo algunos rubros, son muchos más en los que sobresale la participación y aporte de Santa Cruz a la producción de alimentos”, remarcó Justiniano en un foro desarrollado por Fundación Tierra.

Este avance en cultivos trae una desgracia natural. El 86% de los desmontes están localizados en el departamento de Santa Cruz, lo que evidencia su estrecha relación con la agricultura mecanizada que, casi en su totalidad, está situada en esta región.

Bosque y el cultivo sostenible

Varios expertos ambientales concluyen que los cultivos de soya van de la mano con los altos índices de deforestación

La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) ha arrojado luz sobre la situación de la producción de soya en Bolivia. Esta institución reveló que la producción de soya se estancó en los últimos años y que en cada gestión hay un crecimiento del 3%. Es por eso que Anapo lanza opciones para lograr una agricultura sostenible.

“El departamento de Santa Cruz posee más de 36 millones de hectáreas de tierra, de las cuales 2,9 millones de hectáreas son adecuadas para la agricultura, pero solo se están utilizando alrededor de 2 millones de hectáreas para diversas actividades agrícolas, incluyendo la producción de soya, caña de azúcar y hortalizas”, detalló Jaime Hernández, gerente general de Anapo.

La superficie cultivada de soya se multiplicó 35 veces en cuatro décadas, según una investigación de Fundación Tierra. En 1981, la superficie dedicada a la siembra de soya alcanzaba 41.070 hectáreas y a partir de entonces mantuvo un crecimiento ascendente, con caídas puntuales, aisladas y pasajeras. En 1988 superó la barrera de las 100.000 hectáreas, en 1996 sobrepasó la línea de 500.000 hectáreas y, finalmente, el año 2010 se ubicó por encima de un millón de hectáreas anuales. El último año (2022) la superficie dedicada a los cultivos de soya llegó a 1.506.869 hectáreas (INE 2023).

Los mayores crecimientos interanuales de soya se registraron en 2012, con 170.000 hectáreas y en 2004, con 135.000 hectáreas. Aunque el crecimiento anual (35.000 hectáreas) está bastante alejado del ritmo de crecimiento de Brasil -que es el primer productor mundial de soya-, Bolivia tiene similitudes con el país vecino porque la ampliación de los suelos agrícolas tiene relación directa con el aumento de la deforestación.

Esto explica por qué Brasil es el primer país productor de soya del mundo y en paralelo el primer país con mayor pérdida de bosques y por qué Bolivia ocupa el tercer lugar en deforestación, después de la República Democrática de Congo.

Tecnologías

Un aspecto sobresaliente de la producción de soya en Bolivia es la implementación de tecnologías conservacionistas. Desde la década de los 90, los agricultores han adoptado el sistema de labranza de siembra directa en aproximadamente el 80% de las áreas de producción. Combinado con la rotación de cultivos durante el invierno, esta práctica promueve un enfoque de manejo sostenible del sistema productivo.

Hernández resaltó que “la diversificación de la agricultura en Santa Cruz, donde la soya sirve como base para la rotación de cultivos que incluye sorgo, trigo, maíz, girasol y chía, con una producción anual conjunta de 5 millones de toneladas”. Estos cultivos desempeñan un papel crucial en el suministro de insumos para cadenas alimenticias como la avícola, porcina, de leche y carne de res.

En cuanto a los planes de futuro, el sector busca aumentar la producción mediante una mejora en la productividad, aprovechando tecnologías como los nuevos eventos de organismos genéticamente modificados, conocidos como transgénicos.

Estos eventos pueden mitigar pérdidas debido a plagas y condiciones climáticas adversas, como la sequía. Hernández subrayó la importancia del acceso a tecnologías como Intacta y HB4 para cultivos de soya, trigo y maíz.

Hernández aclaró que el sector productivo no promueve la expansión de la frontera agrícola. En lugar de ello, se enfoca en elevar la productividad para equipararse a países vecinos, como Brasil.