Bolivia adquirió en 2015 radares de tecnología francesa. La Felcn y la FAB deben coordinar para la lucha antidroga

10 de enero de 2022, 8:44 AM
10 de enero de 2022, 8:44 AM

Todavía la fuerza antidroga no puede acceder a la tecnología de los radares franceses para detectar aeronaves que transportan drogas por el espacio aéreo boliviano. Se necesita modificar la Ley 521 de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo para que exista una coordinación entre la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

En 2015, Bolivia adquirió 13 radares de tecnología francesa por el valor de $us 225 millones. Estos equipos fueron instalados en 12 regiones del país. Cuatro radares son de defensa aérea, un radar primario de vigilancia, dos radares de aproximación y seis radares civiles secundarios.

Así, el sistema está distribuido con seis radares de uso civil y siete de empleo militar. Son estos radares los que se utilizarán para la lucha antidroga, pero por ahora no existe un trabajo coordinado entre la Felcn y la FAB al efecto.

“Están operables en un 95%”, fue la respuesta del viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani, sobre el funcionamiento de los 13 radares.

Derribo de aviones

La ley establece que la aeronave que este volando por cielo boliviano de forma ilegal debe ser derribada previos llamados de aterrizaje forzoso. Mamani explicó que en la norma se debe establecer con claridad la coordinación que debe existir entre la policía antidroga y la fuerza área nacional. 

Una fuente de la Felcn afirmó a este medio que los radares están funcionando en el área civil, concretamente en los aeropuertos principales del país. Los radares militares, dijo, todavía son aplicados para actualizar enseñanza.

La misma fuente recalcó que Bolivia no tiene muchas aeronaves de caza que puedan derribar avionetas, en caso de ser necesario. “El radar te puede mostrar desde tierra que hay una avioneta ilegal. Nosotros como Felcn tenemos que saber si están en la ruta de la droga y actuar. Pero no existe el equipo necesario para actuar rápidamente. Hay radares muy buenos, pero ahora necesitamos aviones y tecnología para derribar aeronaves ilegales”, dijo.

La fuerza antidroga de Perú detectó al menos cuatro rutas por donde los alijos de pasta base de cocaína transitan a Bolivia. La droga, que también llega desde el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) gracias a un puente aéreo, es purificada en el país antes de ser transportada hasta la frontera con Brasil o Paraguay. Desde allí es enviada a mercados ilegales de ultramar, situados en África y Europa.

Los radares están a cargo del Centro de Comando y Control del Sistema Integrado de Defensa y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta), que tiene su sede en la ciudad de Cochabamba. Estos equipos están enlazados con el satélite Túpac Katari y un enlace terrestre alterno de fibra óptica de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel). Según versiones militares, los radares funcionan al 90%.