El 54% de los incendios hoy está en reservas, tierra fiscal, TCO o área protegida
Según los reportes de la ABT, en agosto los siniestros empezaron a concentrarse en tierras que son propiedad del Estado boliviano. Ayer, Guarayos, San Ignacio y Concepción eran azotados por el fuego, generando una calidad de aire perjudicial
Las reservas naturales Bajo Paraguá y Parque Nacional Noel Kempff Mercado, en San Ignacio de Velasco; Copaibo, en Concepción; y Guarayos, además del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, ayer estaban literalmente en llamas, según el reporte de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosque y Tierra (ABT), actualizado hasta el 27 de agosto.
El documento evidencia que la reserva de producción forestal Choré, recientemente declarada por decreto supremo 5202 como ANMI, ya iba por 10 mil hectáreas quemadas en el centro poblado La Victoria, en el lado de Yapacaní , tras casi 40 días de incendios. El año pasado, en ese lugar se calcinaron cerca de 60 mil ha, generando un histórico negativo en la calidad del aire en Santa Cruz.
Este 2024 la historia se repite, el indicador de calidad de aire IQ Air muestra que en Bolivia, este 27, respirar iba de perjudicial a peligroso, sobre todo en la Chiquitania y Beni.
En la capital cruceña, la Alcaldía informó que este indicador llegó a 187, es decir muy mala para grupos de riesgo.
En Roboré, en el centro poblado Savinal (tierra fiscal) ya se contabilizaban más de 15 mil hectáreas calcinadas por 39 días; en San José de Chiquitos, las llamas pasaron sobre una superficie aproximada de 14 mil ha, en puntos aledaños a las comunidades campesinas Jerusalén, Nueva Esperanza, y Siglo XX.
En San Miguel de Velasco, las tierras fiscales colindantes con el predio El Puquió también se vieron afectadas. En el caso de San Rafael, la afectación alcanzó a la Asociación Legal del Lugar (ASL) Monteverde, dedicada al manejo sostenible de la madera, con una afectación por encima de las 2.000 ha.
En el ANMI San Matías, área protegida, el reporte ubicaba a los responsables del fuego en el predio Las Palmitas, con un saldo de daño por encima de las 600 mil ha. En el mismo municipio, se sumó la afectación en tierras fiscales “en el centro poblado San Juan de Corralito”.
En la TCO y reserva forestal Guarayos, elas llamas se concentraron en Urubichá, con al menos cinco flancos: la industria CIMAL, con dos puntos de incendios sobre más de 35 mil ha quemadas en 42 días; tierras de la Central de Pueblos Nativos de Guarayos (Copnag), con casi 5.000 ha; y, por último, dos ingresos de las llamas en la TCO Subárea priorizada B, con un daño de más de 2.000 ha.
Chiquitania, devastada
“Nuestro Bajo Paraguá se encuentra en llamas, con incendios que iniciaron desde el lado sur, por una parte, y también desde el Parque Noel Kempff Mercado, con líneas de fuego que superan los 40 kilómetros”, lamentó María René Álvarez, diputada chiquitana por Creemos.
Según Álvarez, este desastre ambiental fue provocado por los asentamientos, avasalladores, y constante presencia de quienes han ingresado a esta área protegida, “incluso improvisando casetas previamente al censo”, apuntó.
La legisladora arremetió contra los tres niveles de Gobierno. “La Alcaldía de San Ignacio no acató la Acción de Cumplimiento de la Sala Constitucional que desde 2023 pidió que se tomen todas las medidas para evitar los asentamientos, tampoco se hizo el desalojo que los propios comunarios exigieron cuando se descubrieron las casas en pleno bosque. La Gobernación guarda silencio cómplice ante este panorama porque tampoco entregó la auditoría ambiental que permitirá conocer con precisión las tierras avasalladas y la relación con las hectáreas afectadas por incendios”, dijo.
Por último, lamentó que Ministerio de Gobierno y Ministerio Público no actúen y que hoy se sufran las nefastas consecuencias ambientales por presencia humana en áreas protegidas.
El Observatorio de la Fundación para la Conservación del Bosque Seco Chiquitano (FCBC) hasta ayer aún analizaba los daños en Copaibo y Bajo Paraguá y anunció un informe para hoy.
Pando y Beni
Los reportes también mostraron que el daño alcanzó al área protegida nacional Reserva de Vida Silvestre Manuripi, en Pando, con más de mil hectáreas quemadas. En este departamento hoy se está trabajando para cambiar el uso del suelo.
En Beni, por lo menos cuatro municipios presentaban incendios activos: San Joaquín, Puerto Siles, Baures y Magdalena, con el área afectada aún en análisis.
La plataforma Greenpeace evidenció que el 26 de agosto Bolivia fue el segundo país del mundo con más focos de calor. Ayer fue el cuarto, con casi 20 mil.