Esta condición afecta a un 5% aproximado de las mujeres, con cerca del 70% de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación.

1 de agosto de 2024, 18:44 PM
1 de agosto de 2024, 18:44 PM

La boxeadora argelina Imane Khelif arrancó este jueves en los Juegos de París pasando solo 46 segundos en el ring, los que tardó en retirarse la italiana Angela Carini. Una victoria que relanza la controversia sobre la participación olímpica de las deportistas hiperandrógenas.


El debate trascendió rápidamente el deporte, con políticos de la extrema derecha, como la presidenta italiana Giorgia Meloni y el argentino Javier Milei posicionándose contra la participación de Khelif.

¿Cómo funciona esta hormona sexual?

La testosterona es una hormona sexual que producen hombres y mujeres. Sin embargo los primeros producen alrededor de 20 veces más que las mujeres, principalmente en los testículos.


Las mujeres la producen en los ovarios y en las glándulas suprarrenales.


Un nivel normal de testosterona en los hombres se estima entre 10 y 35 nanomoles por litro de sangre, según el prestigioso hospital estadounidense Monte Sinai.


En las mujeres, oscila entre 0,5 y 2,4 por litro.


La testosterona puede variar según la edad y la época del año.


Cuando las personas producen de manera natural un exceso de hormonas del sexo como la testosterona, se habla de hiperandrogenismo.


Esta condición afecta a un 5% aproximado de las mujeres, con cerca del 70% de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación.


Los síntomas incluyen acné, el crecimiento de pelo corporal y caída del cabello

¿Cómo afecta en el deporte?

La testosterona puede mejorar la masa muscular y la masa ósea. Incrementar esta hormona de manera artificial es una forma de dopaje y está prohibido.


Las investigaciones indican que los deportistas con exceso de testosterona son una minoría en la élite.


Pero cómo mejora esta hormona el rendimiento es objeto de un debate recurrente.


La directora de derechos humanos del Comité Olímpico Internacional Magali Martowicz señaló en 2021 que no hay "un consenso científico" sobre cómo la testoreona afecta a los deportistas.


En la edición olímpica precedente, hace tres años en Tokio, la halterófila neozelandesa Laurel Hubbard se convirtió en la primera mujer transgénero en participar en unos Juegos.


Para clasificarse tuvo que mantener su nivel de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses.


A pesar de cumplir con los requisitos, la participación de Hubbard fue muy criticada.


A finales de 2021 el COI renunció a establecer una guía sobre los criterios de participación, dejando esta potestad a las federaciones deportivas internacionales.

¿Qué ocurre en el boxeo?

Khelif fue descalificada en el Mundial de boxeo el año pasado porque "sus elevados niveles de testosterona no cumplían los criterios de elegibilidad", según la página web del COI.


La argelina y la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting fueron descalificadas en Nueva Delhi en un evento de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), presidida por el ruso Umar Kremlev.


Sin embargo, debido a problemas de gobernanza, económicos y éticos, la IBA fue expulsada del movimiento olímpico el pasado año, por lo que el COI tomó la responsabilidad de organizar el boxeo en París-2024.


En un comunicado publicado el miércoles, la IBA señaló que las dos boxeadoras "no se sometieron a tests de testosterona, pero se sometieron a tests de reconocimiento separados cuyos detalles son confidenciales".


El portavoz del COI Mark Adams señaló que todas las participantes en las competiciones femeninas "cumplían con las reglas de elegibilidad".


"Estas deportistas compitieron muchas veces antes durante mucho años, no acaban de llegar, compitieron en Tokio", recordó.


"Testosterona no es un test perfecto. Muchas mujeres tienen testosterona en lo que llamaríamos 'niveles masculinos' y siguen siendo mujeres, compiten como mujeres", añadió.


"Esta idea de que de repente haces un test de testosterona y lo resuelves todo no es el caso, me temo", continuó.


"Esperemos que estemos todos de acuerdo en no estar pidiendo regresar a los viejos tiempos cuando se hacían tests de sexo, algo que fue terrible", concluyó.