La atleta norteamericana pulverizó su propio récord del mundo. Relegó al bronce a su gran rival, la neerlandesa Femke Bol

8 de agosto de 2024, 17:47 PM
8 de agosto de 2024, 17:47 PM

La norteamericana Sydney McLaughlin-Levrone arrasó este jueves en la final de los 400 metros vallas femeninos, con una marca de 50.37 segundos con la que pulverizó su propio récord del mundo y relegó al bronce a su gran rival, la neerlandesa Femke Bol.

McLaughlin sacó todo su potencial en la segunda mitad de la carrera para abrir una brecha gigantesca con sus rivales y repetir oro olímpico en la final en el Estadio de Francia, frente a su compatriota Anna Cockrell, plata con 51.87.

Femke Bol repitió bronce olímpico, esta vez con un tiempo de 52.15.

McLaughlin, campeona en Tokio hace tres años, demostró que era la favorita, y dio un golpe de mano frente a una rival, la neerlandesa, crecida por el oro conseguido en París en el relevo 4x400 metros mixtos con un esprint ganador que fue una de las sensaciones de esta edición olímpica.

Las dos llegaron a la final copando 21 de los 25 mejores tiempos de la historia en la distancia.

Y la norteamericana de 25 años confirmó que es la mejor, después de haber batido el 30 de junio en Eugene (Oregón) su plusmarca mundial, con un crono de 50.65, en los preolímpicos de Estados Unidos.

Bol había avisado de sus ambiciones, respondiendo dos semanas más tarde con su primer crono por debajo de los 51 segundos, en 50.95.

La neerlandesa de 24 años se había coronado campeona del mundo de la distancia en Budapest 2023, donde no estuvo una McLaughlin por entonces lesionada, que ahora regresó para defender su reinado olímpico.