Un boliviano nos cuenta, desde adentro, cómo es la Villa Olímpica

La Villa Olímpica, lugar donde se hospedan las diferentes delegaciones que toman parte en los Juegos Olímpicos, luce poblada. Al lugar llegan atletas, entrenadores, colaboradores y dirigentes de diferentes partes del mundo.

Bolivia no es la excepción, nuestros representantes también se encuentran en la Villa Olímpica de Tokio y uno de nuestros compatriotas, Yassir Abdalla, nos cuenta cómo es el lugar. Abdalla es el entrenador del nadador cruceño Gabriel Castillo, que este domingo compitió en la prueba de 100 metros estilo espalda.

“La Villa Olímpica es hermosa, son edificios donde se hospedan las delegaciones de los diferentes países. Bolivia está en el mismo bloque que Uruguay, Eslovenia, Serbia, Kazajistán, Arabia Saudita, entre otros”, refirió Abadalla.

La Villa Olímpica es el lugar donde los participantes de los juegos pasan la mayor parte de su tiempo, ya que en el mismo lugar hay espacios de entrenamientos, distracción, alimentación y hasta transporte.

Los edificios están ubicados en una isla artificial de la bahía de Tokio con vistas a la metrópolis, estas instalaciones de 44 hectáreas cuentan con 18.000 camas para los deportistas olímpicos y otras 8.000 para los paralímpicos, según explicaron los organizadores.

Las camas son de cartón y soportan el peso de una sola persona. Esto se hizo con la intención de evitar las relaciones sexuales en el lugar como medida de prevención contra el coronavirus.

“Estamos en habitaciones de dos personas, yo por ejemplo estoy con Gabriel (Castillo), Karen Tórrez con su entrenadora y los otros deportistas también están con sus entrenadores”, agregó Abdalla.

Los atletas se alojan en bloques de viviendas construidos especialmente para la ocasión y similares a otros complejos residenciales de alto perfil que han proliferado en los últimos años en esa zona nueva de Tokio.

Los deportistas, a quienes se recomienda mantener una distancia interpersonal de al menos un metro y minimizar los contactos sociales, disponen de dos comedores en la Villa Olímpica que son los únicos lugares donde podrán recibir servicios de alimentación durante su estancia, ya que les está prohibido salir a establecimientos locales.

“Muy lindo todo, estamos cerca de todo. Tenemos transporte interno, bicicletas y buses para movilizarnos. El comedor también está muy cerca, hay una sala de esparcimiento donde hay juegos, también hay gimnasio (con 600 máquinas). En nuestro caso, estamos a media hora de la piscina y las medidas de bioseguridad son muy estrictas”, dijo nuestro entrevistado.

El comedor más grande cuenta con una amplia variedad de platos, ya que se puede encontrar hasta 700 menús y con oferta de alimentos vegetarianos, mientras que el comedor más pequeño cuenta exclusivamente con especialidades tradicionales niponas como el okonomiyaki (una especie de tortilla), el sushi o los yakitori (brochetas).

Para ingresar al comedor hay que cumplir con medidas de bioseguridad. “Al comedor hay que entrar con guantes, el barbijo debe ser usado todo el tiempo, hay varios lugares de desinfección y luego se pueden tomar las bandejas para servirse el alimento”, contó el entrenador.

Las medidas de bioseguridad se deben cumplir en toda la Villa Olímpica y el control es estricto, ya que se han detectado casos de coronavirus en los integrantes de algunas delegaciones.

“Nos realizan pruebas mediante la saliva, eso hay que hacerse todos los días. Están muy estrictos con los protocolos de bioseguridad”, finalizó Yassir Abdalla.

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