El piloto francés perdió la vida luego de un accidente protagonizado junto con el estadounidense, Juan Manuel Correa, durante la carrera de F-2 en Bélgica.

El Deber logo
1 de septiembre de 2019, 17:55 PM
1 de septiembre de 2019, 17:55 PM

La muerte del joven piloto francés Anthoine Hubert durante una carrera de Fórmula 2 en el circuito de Spa-Francorchamps devolvió al primer plano los peligros de las competiciones automovilísticas, donde sin embargo los accidentes mortales son cada vez más escasos.

 Tras la muerte de Ayrton Senna en 1994, los progresos en materia de seguridad, tanto los aplicados sobre los bólidos (halo de seguridad para la protección del piloto), como sobre los circuitos, permiten a los pilotos salir a menudo indemnes de accidentes extremadamente violentos y aparatosos.

 Pero el vehículo de Hubert, de 22 años, resultó literalmente seccionado por la mitad el sábado por el del estadounidense-ecuatoriano Juan Manuel Correa tras una salida de pista. Correa, por su parte, tiene ambas piernas fracturadas.

 El accidente se produjo en una parte del circuito especialmente rápida, el célebre 'Raidillon', lo que aumentó la violencia del impacto.

 "Es algo que siempre he dicho, e incluso aunque la seguridad de los vehículos en los circuitos ha mejorado enormemente, sigue siendo un deporte peligroso y eso no hay que olvidarlo", indicó este domingo el cuádruple campeón del mundo francés Alain Prost.

 La carrera de F2 tuvo lugar justo después de la sesión clasificatoria para el Gran Premio de F1 del domingo, y estaba siendo retransmitida en directo en las pantallas gigantes del circuito.

 Lewis Hamilton, quíntuple campeón del mundo de F1 y actual líder esta temporada, estaba siendo entrevistado cuando presenció el accidente sobre la pantalla gigante. "Espero que el chico esté bien. Es aterrador", reaccionó visiblemente impactado.

 Durante la larga espera antes de la confirmación de la muerte del joven piloto, un pesado silencio se hizo sobre el circuito belga.

 La Fórmula 1 guardó un minuto de silencio este domingo antes de la salida del Gran Premio.

 - Pilotos jóvenes –

Si bien el último piloto fallecido en el marco de un Gran Premio de F1 antes de Hubert había sido otro francés, Jules Bianchi, este último perdió la vida en el hospital varios meses después del accidente.

 En IndyCar -un formato de carreras estadounidense que se disputa sobre circuitos tipo óvalo particularmente rápidos- los accidentes graves son más numerosos. Los pilotos británicos Dan Wheldon y Justin Wilson encontraron la muerte en 2011 y 2015 respectivamente.

 Aunque algunos pilotos procedentes de la F1 lo intentan en IndyCar otros declinan la posibilidad, como el francés Romain Grosjean, por considerarla demasiado peligrosa.

 El incidente ocurrido el sábado recuerda asimismo al que costó la vida al joven británico Billy Monger, de 17 años, durante una carrera de F4 en 2017. Amputado de las dos piernas, volvió a correr y a menudo se le ve por el 'paddock' de la F1 como comentarista de televisión.

 La media de edad de los pilotos descendió considerablemente estos últimos años, tanto en las categorías inferiores como en la F1. Max Verstappen, el nuevo "fenómeno" de los Grandes Premios sólo cuenta con 21 años, Charles Leclerc, ganador del GP de Bélgica, tiene la misma edad.

 Todos se conocen por haber pasado juntos por los diferentes escalones. "No puedo creerlo. Teníamos la misma edad, comenzamos a correr juntos y fuimos rivales en las pistas durante años", tuiteó tras el accidente Esteban Ocon, que integrará en 2020 la escudería Renault en F1.

 Hubert estaba en la órbita del constructor francés en el marco de su programa 'Renault Sport Academy', encargado de detectar jóvenes talentos.

 Porque el deporte del automóvil sigue atrayendo a multitud de candidatos, que comienzan generalmente en el karting desde su más tierna edad, y participan después en fórmulas de promoción en sus países, antes de pasar al escalón continental y al Mundial.

 Pero el riesgo no es sólo para jóvenes varones. Anthoine Hubert corría en el equipo BWT-Arden junto a una mujer, la colombiana Tatiana Calderón, de 26 años, la primera en correr en F2.