El piloto australiano explicó que tenía que pedir ayuda para que le saquen el guante de su mano derecha debido a que estaba hinchada. 

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17 de enero de 2019, 15:07 PM
17 de enero de 2019, 15:07 PM

El australiano Toby Price se proclamó este jueves campeón del Dakar en motos por segunda vez en su carrera, un éxito que demuestra su fortaleza y entereza al triunfar nuevamente en el rally más duro del mundo con una muñeca maltrecha y tras haberse roto una pierna en esta misma competición hace dos años.

Price, de 31 años, apenas podía mantenerse de pie cada vez que se bajaba de la moto en las últimas etapas de este Dakar disputado de principio a fin sobre el desierto de Perú.

Rodeado de sus mecánicos, tenía que pedir ayuda para que le sacasen el guante de su mano derecha, que tapaba una muñeca hinchada, todavía no recuperada de la lesión que se produjo a apenas un mes para la salida del Dakar y que le obligó a pasar por el quirófano.

El australiano demostró en esta carrera tener una tolerancia al dolor fuera de lo común, manteniendo la cabeza fría en los momentos clave para asestar el golpe en el momento preciso y hacerse con su segundo Dakar, lo que le sitúa como el motociclista del Dakar en activo con más títulos.

Con su segundo Dakar, este piloto con apariencia de surfero rompe el empate que tenía con sus compañeros de equipo, el británico Sam Sunderland (2017) y el austríaco Matthias Walkner (2018), con uno cada uno.

A este Dakar, Price llegaba como uno de los pilotos más en forma del panorama mundial, pero la lesión de muñeca parecía quitarle posibilidades de salir victorioso. Sólo su estoicidad encima de la moto le hicieron correr con el dolor como su principal enemigo.

Más allá del Dakar, el australiano es un "cazarallys" y un apasionado de las camionetas modificadas, tanto que se atrevió a participar en el mítico rally estadounidense de la Baja 1000 con un automóvil que compartía con el piloto norteamericano Bryce Menzies y que terminó en un nada desdeñable quinto lugar.

Así ha sido capaz de conducir su carrera como una de las más prometedoras del Dakar, posiblemente como el piloto más talentoso de la actualidad para seguir cazando más estatuillas de tuareg, trofeo distintivo del rally más duro del mundo.