Las Vegas, un escenario vedado hasta hace poco por la NFL y ahora convertido ahora en capital deportiva de Estados Unidos, rebosa de expectación en los días previos al juego.

9 de febrero de 2024, 13:08 PM
9 de febrero de 2024, 13:08 PM


El Super Bowl de la NFL, el gran espectáculo del deporte estadounidense, deparará este domingo en Las Vegas mucho más que la pugna entre los Kansas City Chiefs, listos para instaurar su dinastía, y unos San Francisco 49ers hambrientos de revancha. 

El interés por la primera final de la NFL en la capital del juego ha traspasado las fronteras del deporte con el sonado romance entre la superestrella del pop Taylor Swift y el carismático Travis Kelce, figura de los Chiefs, un auténtico premio gordo para las arcas de la liga de football americano.

El fenómeno Swift-Kelce disparó las audiencias de la temporada y el domingo podría ayudar a pulverizar el récord de 115,1 millones de espectadores que siguieron el último Super Bowl, en el que los Chiefs vencieron a los Philadelphia Eagles.

Se espera que la cantante, que actúa el sábado en Japón, pueda llegar a tiempo de apoyar a su pareja en el Allegiant Stadium (65.000 asientos), donde acaparará buena parte de los focos. 

Además de Swift, una colección de famosos presenciará el intento de los Chiefs de ser la primera franquicia en revalidar el título en dos décadas, la que sería su tercera corona de las últimas cinco temporadas.

Las Vegas, un escenario vetado hasta hace poco por la NFL y ahora convertido ahora en capital deportiva de Estados Unidos, rebosa de expectación en los días previos al juego.

La Administración Federal de Aviación calculó que unos 500 jets privados aterrizarán en esta urbe del desierto de Nevada con motivo del partido, mientras las autoridades locales auguran una afluencia de más de 300.000 visitantes durante este fin de semana.

La horda de turistas llenará casinos, clubes nocturnos y fiestas organizadas por celebridades, además de los conciertos de estrellas instaladas en la ciudad como U2, Adele, Christina Aguilera y Green Day. 

Los afortunados que hayan conseguido una entrada para el Super Bowl, cuyo espectáculo del medio tiempo estará a cargo de la estrella del R&B Usher, habrán tenido que invertir una buena cantidad de dinero.

En el sitio web de venta de entradas Stubhub los asientos más baratos disponibles costaban 5.542 dólares y los más caros ascendían a 56.700. 

La Asociación Estadounidense del Juego espera que unos 67 millones de estadounidenses - aproximadamente una cuarta parte de la población adulta del país - hagan apuestas relacionadas con el  Super Bowl, generando un monto estimado de 23.100 millones de dólares.