Como en el teatro, el Giro propone una decoración singular, a la imagen de los rocosos Dolomitas, nevados en este periodo del año. Una nueva edición arrancará este viernes

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2 de mayo de 2017, 11:06 AM
2 de mayo de 2017, 11:06 AM

Llega mayo y el Giro propone cada temporada una carrera incomparable en el teatro a cielo abierto que es Italia, país histórico de ciclismo que festejará a partir del viernes la 100ª edición de su gran carrera nacional.

 Como en el teatro, el Giro propone una decoración singular, a la imagen de los rocosos Dolomitas, nevados en este periodo del año, o de las 'piazzetta' (plaza) de fachadas ocre, pero también las intrigas. Su larga historia está llena de episodios marcados por las escapadas, las emboscadas, los juegos y las alianzas. Es la carrera que simboliza el romanticismo del ciclismo a menudo expuesto a la comedia humana, con sus problemas, sus inquietudes y sus intereses.

"¡Me robaron!", señaló a la AFP el fallecido Laurent Fignon, desposeído del Giro 1984 en beneficio del local Francesco Moser, bajo la aureola de su futurista récord de la hora.

 Enfadado, el parisino no volvió a Italia en cinco años. Regresó en 1989 para ganar y sacarse la espina, añadiendo el triunfo a las ediciones del Tour que logró en 1983 y 1984.

 El Giro se creó precipitadamente en 1909 por el referente periodístico deportivo, La Gazzetta dello Sport, con el objetivo de evitar que otro diario tomara la iniciativa. Seis años antes había nacido el Tour de Francia.

 En su larga vida, la carrera toca la historia del país, "un hilo rosa que nos une como pueblo desde hace más de 100 años", según Andrea Monti, director del diario deportivo rosa.