Ucrania, frontalmente contraria a la eventualidad de una presencia de deportistas rusos y bielorrusos en París, incluso con bandera neutra, amenazó con boicotear la competición

11 de marzo de 2023, 10:30 AM
11 de marzo de 2023, 10:30 AM

El gobierno británico pidió a los patrocinadores de los Juegos Olímpicos, incluidos Coca-Cola y Samsung, que tomen partido para una prohibición de los deportistas rusos y bielorrusos en París el año próximo, una forma usada por Londres para meter presión al Comité Olímpico Internacional (COI) a un año y medio de los Juegos.

"Sabemos que el deporte y la política en Rusia y en Bielorrusia están estrechamente ligados y estamos determinados a que los regímenes ruso y bielorruso no sean autorizados a utilizar el deporte con fines propagandísticos", escribió la ministra británica de Cultura, Lucy Frazer, en una carta dirigida a los dirigentes de los 13 patrocinadores mundiales oficiales del COI, entre ellos Coca-Cola, Airbnb, Samsung y Deloitte.

"Como patrocinador olímpico, me gustaría conocer su punto de vista sobre esta cuestión y les pido que se unan a nosotros para hacer presión al COI para responder a las preocupaciones levantadas", añadió.

El COI diseñó a finales de enero una hoja de ruta para reintegrar a rusos y bielorrusos, excluidos del deporte mundial desde la invasión de Ucrania hace más de un año, bajo bandera neutra a condición de que "no hayan activamente apoyado la guerra en Ucrania".

La propuesta del COI para reintegrarlos sigue siendo bastante vaga, un año después de una clara "recomendación" de exclusión, y está lejos de ser acogida favorablemente de forma unánime.

En una carta común, fruto de una conferencia organizada el 11 de febrero entre ministros de Deportes de una treintena de países, entre ellos Francia, Reino Unido, Suecia, Polonia, Estados Unidos y Canadá, una coalición de naciones pidió al COI "clarificaciones" sobre la neutralidad exigida a los deportistas rusos y bielorrusos para condicionar su participación en los Juegos de 2024 en París.

El viernes, la Federación Internacional de Esgrima aprobó el regreso de los deportistas rusos y bielorrusos, permitiéndoles tomar parte en las pruebas del circuito mundial, clasificatorias para los Juegos, provocando el enfado de Kiev.