La tenista observó directamente al juez de silla, el portugués Carlos Ramos, por su decisión: “Nunca le quitó un juego a un hombre porque dijeron ‘ladrón’”.

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9 de septiembre de 2018, 14:35 PM
9 de septiembre de 2018, 14:35 PM

La exnúmero uno del mundo Serena Williams acaparó de nuevo toda la atención en Flushing Meadows a pesar de haber perdido la final del Abierto de Estados Unidos frente a la joven japonesa Naomi Osaka (6-2, 6-4), en un partido marcado por controversias y penalizaciones.

Wiliams, que se quedó a las puertas del séptimo título del Abierto de Estados Unidos, y del vigésimo cuarto de Grand Slam, acusó directamente al juez de silla, el portugués Carlos Ramos, de “sexismo”, durante la rueda de prensa tardía que ofreció tras el partido.

Ramos le dio a Williams tres violaciones en el segundo set: la primera una advertencia sobre el entrenamiento; el segundo es un punto de penalización por romper su raqueta; y la tercera una pena de juego por abuso verbal luego de que ella lo llamara “ladrón”. Ese aspecto le costó una multa de 17.000 dólares por los organizadores del Abierto de EE.UU. por cometer tres violaciones del código de conducta.

“Me quitó un punto después de que alegaba que estaba haciendo trampa, y yo no estaba haciendo trampa. Tuve una buena conversación con él y la misma le explique que me conoce y no soy el tipo de persona que hago trampa porque antes prefiero perder”, explicó Williams. “Luego cuando me senté hasta admití que pudo parecer que recibí entrenamiento, pero no lo vi”.

Williams reconoció que no sabía si cambiaría las cosas que hizo si tuviese la oportunidad de rectificar.

“Definitivamente no puedes retroceder en el tiempo”, comentó Williams. “No puedo sentarme aquí y decir que no diría que es un ladrón porque pensé que me había quitado un juego”. La menor de las hermanas Williams recordó que los tenistas se pasan todo el tiempo protestando y diciendo malas palabras sin que al final reciban castigo.

“He visto a otros hombres llamar a otros árbitros varias cosas. Estoy aquí luchando por los derechos de las mujeres y por la igualdad de las mujeres y por todo tipo de cosas”, defendió Williams. “Creo que el quitarme un juego por ser mujer cuando le dije ‘ladrón’ es algo sexista. Nunca le quitó un juego a un hombre porque dijeron ‘ladrón'”.

Luego Williams argumentó que su protesta podría servir de ejemplo para las personas que tengas emociones y quieran expresarlas con total libertad.

“Siento que el haber pasado por esta experiencia es solo un ejemplo para la siguiente persona que tiene emociones, quiere expresarse y desea ser una mujer fuerte. Se les permitirá hacerlo por lo de hoy. Tal vez no funcionó para mí, pero va a funcionar para la próxima persona”, subrayó Williams.