Tiene 34 años y nació en Finlandia, pero asumió la nacionalidad boliviana cuando vivió en La Paz con su esposa Leny Huamán. Será su segunda participación en esta gran cita deportiva. La primera vez fue en 2018. Competirá en la prueba esquí de fondo.

29 de enero de 2022, 8:32 AM
29 de enero de 2022, 8:32 AM

Cada día, la boliviana Leny Huamán toma un autobús en Kitee, un pueblo finlandés de unos 10.000 habitantes, para recorrer los 70 km que le separan de su lugar de trabajo como ingeniera. Junto a su marido, nacido allí, dejaron Bolivia en 2019, tras vivir cinco años en La Paz.

Desde la fría Finlandia, Leny verá cómo su marido, Timo Gronlund, representa a Bolivia, por segunda vez en unos Juegos Olímpicos, en esquí de fondo

Gronlund se naturalizó boliviano y ya representó a su país de adopción en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang de 2018, donde quedó cerca del puesto 100 en los 15 km de esquí de fondo.

Un año después de su bautizo olímpico, en 2019, Timo y Leny, junto a sus hijos, Austin y Venla, hicieron las maletas y después de vivir en La Paz desde 2014 decidieron instalarse en Finlandia. Ella pudo encontrar un trabajo como ingeniera en un pueblo cercano y él pudo seguir trabajando como autónomo en el campo de la traducción y los idiomas.

- Encuentro en Miami -

Timo y Leny se conocieron en 2010 en Miami, cuando el deportista de origen finlandés se encontraba estudiando Lengua Internacional y Comunicación. Tras formar una familia en Bolivia decidieron en 2019 cambiar de lugar de residencia. 

Durante su residencia en Bolivia, Timo Gronlund contactó en 2016 a la Federación Boliviana de Ski y Andinismo (Febsa) para representar al país andino en el esquí de fondo. Ese paso le sirvió para defender a su país de adopción en dos Juegos Olímpicos.

"Nos instalamos en Finlandia hace tres años. Lo más importante es que mi esposa ha encontrado trabajo. Tardó en encontrar, pero ahora lo tiene. Creo que para mis hijos ha sido bueno venir, pero para mi esposa ha sido difícil, por el frio, porque oscurece muy temprano y por el idioma. Lo habla bien y me sorprende que lo haya aprendido tan rápido y tan bien, porque es un idioma muy difícil", explica Timo Gronlund a la AFP.

"En Finlandia es más fácil entrenar. Esta fue una de las razones para irnos, aunque no la más importante. En Bolivia eran entrenamientos prácticamente de verano", añade.

Pero el sueño de sus segundos Juegos Olímpicos casi se desvanece el pasado 19 de diciembre.

"Tuve una fractura de coxis. Tuve una caída en una competencia en Finlandia y me he lastimado. No hay un tratamiento y vamos a esperar que mejore. Tras aquel incidente descansé un poco, para después ponerme a entrenar muy suave, descansar otra vez y después entrenar casi normal. Los entrenamientos no han sido muy duros para no correr riesgos. En el día a día tengo molestias. Espero que no me afecte mucho. He estado dos años y medio entrenando bien y espero que no incida tanto", indica.

- Crear afición -

Pese a que en Bolivia no hay lugares para esquiar, Timo Gronlund espera que su ejemplo sirva para animar a niños bolivianos para adentrarse en la aventura de los deportes de invierno.

"En Bolivia también se puede practicar este deporte, igual que hace Brasil, que siempre están practicando sobre asfalto (con roller esquíes) y tienen buenos resultados", destaca el deportista de origen finlandés.

"Mi ejemplo podría ser bueno para que alguien se anime a practicar este deporte a nivel serio, aunque en Bolivia no es fácil encontrar lugares para entrenar, pero se puede", explica Gronlund, que entrenaba todos estos años muchas veces sobre asfalto, durante sus años de residencia en Bolivia.

A sus 34 años emprende su segunda aventura olímpica. Una maldita lesión a menos de dos meses de la cita china pudo quebrar el sueño. Pero Gronlund se agarró fuerte a él. Y no lo soltó.

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