Este domingo se llevarán a cabo unas elecciones en las que unas 2,7 millones de personas están habilitadas para sufragar

25 de octubre de 2024, 14:38 PM
25 de octubre de 2024, 14:38 PM

A dos días de las elecciones presidenciales y parlamentarias, Uruguay comenzó a vivir este viernes la veda electoral, por lo que los partidos no podrán llevar a cabo actos de propaganda proselitista.

Promulgada en el año 1989, le ley 16019 indica que "la realización de actos de propaganda proselitista en la vía pública o que se oigan o perciban desde ella, o que se efectúen en locales públicos o abiertos al público y en los medios de difusión escrita, radial o televisiva, deberá cesar necesariamente cuarenta y ocho horas antes del día en que se celebren los actos comiciales".

Agrega: "Lo preceptuado anteriormente alcanza a la realización y difusión por dichos medios de encuestas o consultas, así como de cualquier tipo de manifestaciones o exhortaciones dirigidas a influir en la decisión del Cuerpo Electoral".

De acuerdo con esto, el país suramericano ya se encuentra en veda, debido a que el domingo se llevarán a cabo unas elecciones en las que unas 2,7 millones de personas están habilitadas para sufragar.

Mientras tanto, desde las 19:30 hora local (22:30 GMT) del sábado hasta la clausura de los circuitos de votación no podrán expenderse bebidas alcohólicas.

Este viernes, la Junta Electoral de Montevideo se encuentra trabajando en la entrega del material que se van a distribuir en los 589 locales de votación.

El domingo, Uruguay afrontará unas elecciones en las que la ciudadanía elegirá al presidente y a los parlamentarios para el período 2025-2030.

En caso de que ninguno de los once aspirantes supere el 50 % de los votos, el 24 de noviembre se llevará a cabo una segunda vuelta entre los dos más votados.

Andrés Ojeda, del scout al abogado y candidato a presidente


Andrés Ojeda /Foto: EFE

Abogado especializado en Derecho Penal y candidato a presidente por el Partido Colorado, Andrés Ojeda fue scout desde temprana edad y asegura que eso marcó su formación personal y social.

Nacido en Montevideo en 1984, fue a través de sus redes sociales que en noviembre del pasado año anunció su precandidatura por una de las históricas fuerzas políticas del país suramericano.

En las elecciones internas celebradas en junio se convirtió en candidato único y poco después eligió al abogado y profesor Robert Silva como su compañero en una fórmula "de absoluta unidad".

Así lo dijo tiempo atrás en una entrevista con los Medios Públicos, en la que detalló que la decisión se tomó luego de que todos reclamaran que quien lo acompañara fuera el que terminara como segundo precandidato más votado del partido.

Un video grabado dentro de un gimnasio con una pequeña entrevista se convirtió en una de las propagandas políticas de las que más se habló durante la campaña.

Allí contó -entre otras cosas- que su familia es su cable a tierra, que Capricornio es su signo del zodiaco y que la película estadounidense del director Zack Snyder '300' es su preferida para este momento.

Graduado de la Universidad de la República y con un máster hecho en la Universidad Austral de Buenos Aires, Ojeda encontró en la abogacía su primer empleo cuando tenía 19 años.

La defensa del exguerrillero del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros Héctor Amodio Pérez fue uno de los trabajos como abogado hechos por quien también fue columnista en radio, televisión y en un periódico.

Edil de la Junta Departamental de Montevideo en el período 2010-2015 por el Partido Colorado, se unió en 2019 al sector Ciudadanos, liderado en ese momento por Ernesto Talvi.

Durante la campaña para las elecciones de ese año fue el referente en el área de Seguridad del sector que encabezaba el excanciller de la República. Un año más tarde fue primer suplente de Laura Raffo, quien se postuló como intendenta de Montevideo en una elección que finalmente ganó la frenteamplista Carolina Cosse.

Hincha de Nacional y con Luis Suárez como su futbolista preferido, recuerda un gol de tiro libre de Álvaro Recoba en un Clásico como su preferido.

Y aunque practicó varios deportes como el rugby y el fútbol, dice que nunca fue bueno en ninguno. "En Uruguay toda la gente que hace algo distinto al fútbol es porque no juega bien al fútbol", apuntó tiempo atrás en una entrevista.

Esto lo llevó al gimnasio, donde -subraya- no se requiere ningún talento, sino "voluntad y disciplina".

Por otra parte, el candidato que elige los costeros departamentos (provincias) de Maldonado y Rocha como sus lugares preferidos para vacacionar tiene como banda musical favorita a la argentina Soda Stereo y recuerda haber asistido a varios recitales que le dejaron recuerdos.

Algunos de estos son uno de la banda estadounidense Metallica que se llevó a cabo en la ciudad argentina de La Plata y uno de Paul McCartney en el histórico estadio Centenario de Montevideo.

Y aunque remarca que no tiene un gran fanatismo por Taylor Swift, formó parte del grupo de precandidatos presidenciales a los que fanáticos de la estadounidense le escribieron en redes sociales solicitando un espectáculo suyo en Montevideo.

"Definitivamente, hay que hacer un esfuerzo por traer a Taylor Swift a Uruguay", les dijo en ese momento.

El próximo 27 de octubre, Ojeda será uno de los once candidatos que luchará por la presidencia de Uruguay en unas elecciones en las que la ciudadanía elegirá al presidente y a los parlamentarios para el período 2025-2030.

En caso de que ninguno de los aspirantes supere ese día el 50 % de los votos, el 24 de noviembre se llevará a cabo una segunda vuelta entre los dos más votados. 

Yamandú Orsi: el profesor apadrinado por Mujica que va tras la Presidencia de Uruguay


Yamandú Orsi /Foto: EFE
Fotos: EFE

Un don de gentes abonado por sus décadas como profesor de historia y por una popular gestión en la región 'bisagra' entre la ciudad y el campo de Uruguay fue la semilla de la que el exmandatario José Mujica vislumbró que podría brotar un presidente llamado Yamandú.

Hijo de una costurera y de un agricultor, Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez nació en una casa de la capital del departamento (provincia) uruguayo de Canelones el 13 de junio de 1967, día de una de las peores heladas del siglo, y vivió sus primeros años "en campaña", como se suele referirse en Uruguay a los parajes rurales.

Monaguillo y bailarín junto con su hermana Luján, casi siete años mayor, vivían fuera de la ciudad porque allí su padre se dedicaba a vender uva a bodegas, pero, recuerda en entrevistas el hoy candidato a presidente por la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA), todo cambió a sus cinco años, cuando al 'viejo' le diagnosticaron hernia de disco y la familia se debió mudar.

"Tuve que cambiar de mundo e irme de la zona rural a un barrio de la ciudad de Canelones. Eso me determinó", contó sobre lo que supuso la mudanza tras la cual empezó a ir a la escuela pública y a colaborar con el nuevo negocio familiar, un almacén de barrio.

De madre católica, fue bautizado, de niño iba a catequesis y colaboraba los domingos como monaguillo en la capilla del barrio; en un país muy futbolero, jugaba con amigos en la calle o canchas del barrio entre llamados para ayudar con tareas del almacén.

Ya de adolescente, en su liceo estaba la danza folclórica como extracurricular y, fanático del canto popular y el folclore uruguayo de artistas como Los Zucará, Alfredo Zitarrosa o Santiago Chalar, allí encontró una pasión juvenil con la que ganó un concurso y que siguió practicando por 11 años hasta que, a sus 26, perdió interés.

Años de militancia y docencia En tiempos de dictadura, atraído por la historia revolucionaria de figuras como el 'Che' Guevara, empezó a interesarse por una política de izquierda a la que sus padres rehuían y, tras vivir la ebullición de la reapertura democrática de 1985, empezó a militar, primero en el sector del FA Vertiente Artiguista y luego en el Movimiento de Participación Popular (MPP).

Poco antes de su afiliación en 1989 al MPP, creado ese año por Mujica y otros exguerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Orsi había empezado una carrera de Relaciones Internacionales que en un mes cambió por el profesorado de historia.

En paralelo al trabajo en el almacén, en su tercer año de estudios en Montevideo comenzó a dar clases con la impronta de que bajaba su silla de la tarima docente para ponerse en ronda a la par de ellos.

"Era toda una nueva onda que había venido (...), rompíamos con aquel esquema del profesor allá arriba", cuenta en una entrevista quien, después de un primer matrimonio, conoció ya en la década del 2000 a Laura Alonsopérez, con quien se casó y tuvo en 2012, tras un tratamiento de fecundación asistida, a sus hijos mellizos Lucía y Victorio.

El elegido Secretario de la Intendencia de Canelones, el segundo departamento más poblado del país, durante los dos períodos consecutivos como intendente del frenteamplista Marcos Carámbula, en 2015 resultó electo para sucederlo.

"Es mucho más que un amigo, es un referente absoluto", dice sobre el neumólogo, al que igualaría en mandatos al ser reelecto para un período 2020-2025, que el 1 de marzo de 2024 deja con su renuncia para lanzarse como precandidato.

Antes, es el líder del MPP reconocido globalmente por una presidencia que impulsó las leyes del aborto, la regularización de la marihuana y el matrimonio homosexual, quien lo elige como su candidato por tener "una ventaja".

"Estuvo muchos años en Canelones, que es como el muestrario del país en chico, todos los problemas que tiene el Uruguay los tiene", reflexionaba Mujica antes de una victoria en las primarias de junio por 59,1 % frente al 37,6 % de Carolina Cosse, su desde entonces compañera de fórmula.

Cargando con el peso de liderar el retorno de la izquierda al poder tras la derrota de 2019 de la mano de Luis Lacalle Pou y su estratégica coalición de centroderechas, el profesor apadrinado por el único vivo de los dos grandes líderes del FA en haberla vestido irá tras la banda presidencial en los decisivos y ya cercanos comicios del 27 de octubre.

Álvaro Delgado: el compañero de ruta de Lacalle Pou que aspira a sucederlo en Uruguay


Álvaro Delgado /Foto: EFE

Una reputación de conciliador y resolutivo cimentada desde sus años como inspector de trabajo que encastró fácil en la vacante de segundo al mando explica que Luis Lacalle Pou buscará en su amigo y compañero de ruta Álvaro Delgado a alguien capaz de construir un segundo piso sobre su Presidencia.

Nacido el 11 de marzo de 1969 en Montevideo como primogénito del contador Omar Delgado y la química Celeste Ceretta, Álvaro Luis Delgado Ceretta vivió su infancia entre los barrios capitalinos de Pocitos y Reducto pero tuvo desde su infancia una fuerte conexión con el campo.

Ruralidad y caballos
Fue a través de su familia materna, oriunda del norteño departamento (provincia) de Paysandú, que se vinculó con un medio rural que, cuenta en entrevistas, hasta hoy disfruta.

"Me gusta la ruralidad, que es un concepto más amplio que el campo", afirma. Su abuela le regaló como primera mascota un caballo; animal al que considera "muy inteligente" y con "mucha sensibilidad".

Es que el hoy candidato a la Presidencia por el oficialista Partido Nacional (PN) desarrolló desde pequeño con los caballos una "conexión muy especial", al punto de que montar es uno de sus pasatiempos preferidos.

"Es una terapia que tengo (...) el domingo pasado me dediqué toda la tarde a andar y es una sensación de libertad y te despeja la cabeza muchísimo", dice ya con varios caballos propios.

Si bien hizo natación y karate, Delgado dice que su relación con los deportes nunca fue buena, pero sus compañeros de clase lo consideraban un "líder".

De veterinario a político

Todavía recuerda cómo aquella "efervescencia" arrastrada desde el acto de 1983 donde, aún en dictadura, miles exigieron el retorno democrático, lo motivó a ir, con 15 años, a ver el 30 de noviembre de 1984 al líder del PN Wilson Ferreira Aldunate tras su liberación después de ser apresado por el régimen a su regreso del exilio.

"Tenía algo adentro que hizo que me picara mucho", reflexiona quien, sin venir de una familia politizada o nacionalista, dice que aquel discurso que escuchó cerca del escenario lo "marcó para siempre".

En bachillerato tuvo que elegir entre una vocación volcada al derecho o a la agropecuaria y, pese a dudas por su despertar político, eligió lo rural y estudió veterinaria, carrera de la que se recibió en 1995 y en cuyas clases conoció a quien en 1997 pasaría a ser su esposa, Leticia Lateulade.

Como veterinario trabajó en certificaciones, pero su militancia pronto le abrió paso a ser secretario de bancada del PN y en el 2000, bajo la presidencia del colorado Jorge Batlle, lo designaron inspector general de Trabajo en un período atravesado por la crisis económica de 2002 en el que destaca haber generado buen vínculo con integrantes de sindicatos y del izquierdista Frente Amplio.

Tras la derrota de Luis Alberto Lacalle Herrera, padre de Lacalle Pou, ante el frenteamplista Tabaré Vázquez en 2005, asumió como diputado y hacia un 2009 de elecciones ya se había juntado con el hijo del expresidente para crear el sector Aire Fresco.

El compañero de ruta
Así emprendieron un camino en el que serían compañeros de ruta: compartieron sesiones como diputados hasta 2015 y como senadores hasta 2019: el decisivo año electoral en que el PN encabezó la coalición con la que Lacalle Pou resultó presidente.

A pocos días de soltar amarras, en marzo de 2020, un golpe inesperado sacudió el inmaculado buque que el Gobierno recién ponía en marcha: la pandemia de la covid-19 y, designado como secretario de la Presidencia, aquel inspector que timoneó en la crisis de 2002 dio un paso al frente como segundo al mando.

En cada conferencia convocada por el mandatario para anunciar medidas o tranquilizar a un pueblo al que no se confinó apostando a la "libertad responsable", el secretario, que, según compañeros, reconvirtió ese cargo con su impronta, explicaba los pasos a seguir.

Así, el padre de tres hijos -Agustina, Felipe y Pilar- se perfiló más como claro sucesor de ese amigo cuatro años menor que, sin reelección, antes de una posible nueva candidatura en 2029, apoya su proyecto de construir "un segundo piso de transformaciones" sobre su mandato.

De momento, retribuir a sus hijos en orgullo las ausencias es uno de los motores del candidato acompañado en la fórmula por la exsindicalista Valeria Ripoll: "Termino algún acto diciendo 'quiero ser presidente entre otras cosas porque tengo tres hijos y ojalá las ausencias hayan valido la pena'". EFE