El incendio en el campamento Laguna Verde en Iquique arrasó con todos los años de trabajo Rosa Chura, una boliviana que migró al vecino país en busca de mejores días. Hace dos días no había agua en el lugar y eso impidió mitigar las llamas

11 de enero de 2022, 21:57 PM
11 de enero de 2022, 21:57 PM

El voraz incendio que consumió al menos 100 viviendas en el campamento denominado Laguna Verde, en Iquique (Chile), la tarde del lunes, no solo consumió objetos materiales, sino también varios años de trabajo, sueños y objetivos de los compatriotas bolivianos y de otros países que se arriesgaron a vivir lejos de los suyos en busca de oportunidades.

Rosa Chura, es una boliviana que reside hace más de 10 años en la ciudad de Iquique, de la región de Tarapacá en Chile. Fue una de las afectadas por el incendio y contó el drama que vivió al ver que el fuego se acercaba poco a poco en su precaria vivienda hecha de madera. 

"El fuego arrasó con todo, por lo menos yo saqué mi pasaporte pero no tenía mi carné ni otros documentos, pero era mi vida o me quemaba buscando lo que me faltaba", es el relato desgarrador de Chura a radio Compañera.

Poco a poco empieza a recordar el drama que vivió con un centenar de migrantes bolivianos, colombianos, venezolanos y hasta residentes chilenos, la tarde del lunes cuando las llamas abrazaban rápidamente todas las viviendas.

"Se quemó casi toda la toma (asentamiento) de Laguna Verde y ahora somos muchas familias afectadas por un incendio que no esperábamos. Nosotros escapamos con lo que traíamos puesto, hasta sin zapatos estaba huyendo, pero cuando estaba en la puerta me di cuenta. Me puse lo que encontré y salí", relata la mujer.

Rosa asegura que se fue a Chile en busca de mejores condiciones de vida y por eso abandonó Bolivia. "Según las noticias chilenas, informan que somos 100 familias y 400 personas las afectadas, pero para mi eso es poco, porque hay más gente. Acá viven hasta dos o tres familias en un mismo lugar", mencionó.

Sin embargo, lo peor del día del siniestro es que muchos de los hoy damnificados ni siquiera se encontraban en sus viviendas, ya que la mayoría salen de trabajar a las 16:00, hora en el que el fuego ya consumía varias casas.

"Muchos han quedado sin documentos, sin sus pertenencias y han quedado con la ropa que tenían puesta. La mayoría estaba trabajando porque el fuego fue después del almuerzo y la gente acá sale a las cuatro de la tarde de trabajar", recalcó.


Detalló que las construcciones son de materiales ligeros, de madera, madera prensada y sobre todo de palos. "Por eso el fuego avanzó rápidamente porque el material es ligero, es como leña. A pesar que se intentó apagar, a medio trabajo de los bomberos el agua se les acabó y el fuego siguió avanzando", dijo.

Chura aseguró que la zona es un asentamiento humano y no tienen todas las condiciones. Es más, asegura que hay días en los que el agua no abastece y tienen que agarrar en turriles.

"Yo desconozco porqué comenzó el incendio, solo vi a una distancia de a cuatro cuadras que el fuego estaba avanzando rápido. Pero cuando hay un incendio todos vecinos salimos a tratar de apagar el fuego entre todos, pero esta vez no pudimos porque hace dos días no teníamos agua", manifestó Chura.

Cuenta que el fin de semana antes del incendio los vivientes del campamento solían agarrar agua por las tardes o noches, acumulando el líquido en baldes, bañeras, turriles y varios recipientes. "Ese día que hubo el incendio no había agua en el día, ocupamos el agua que teníamos acumulado pero no fue suficiente", describió la boliviana.

Ahora, un día después del siniestro pide apoyo a las autoridades tanto bolivianas como chilenas, para que los colaboren con materiales para volver a construir su techo y para tramitar los documentos que se quemaron en el incendio.

Actualmente las familias afectadas fueron evacuadas a dos colegios, lugares de refugio mientras limpian la zona de desastre. "Los dos colegios habilitados como albergue colapsaron, algunos durmieron en la calle, sobre todo en la avenida Laguna Verde estaban los que lograron salvar algunas de sus pertenencias, pasaron la noche ahí cuidando sus cosas", dijo.


En los colegios donde fueron evacuados, las autoridades chilenas sometieren a todos los afectados a una prueba de PCR para verificar si alguna persona estaba contagiada con Covid-19, aquellos que daban positivo eran trasladados a otras áreas. 

"Se está haciendo un catastro para ver cuántos somos los afectados y qué cosas perdimos en el incendio, la mayoría perdió todo pero eso están consultando", acotó.

Por otra parte, agradeció el gesto solidario de los ciudadanos chilenos y otros migrantes que les han llevado desde víveres, ropa, medicinas y hasta alimentación.


Otra afectada

Samy Calle, es otra boliviana que fue afectada por el incendio en Laguna Verde. Ella, el momento del siniestro se encontraba limpiando el techo de su casa cuando escuchó una explosión fuerte y al ver que en cuestión de segundos empezaron a incendiarse las casas salió corriendo a llamar a los Carabineros (Policías), según relato a SoyIquique.cl. 

"Lamentablemente nos hemos quedado sin nada, parados. Y no solo yo, somos cientos de familias, porque la toma se nos fue, la toma está en basura, ni una casa se salvó. Todo se fue, se lo llevó el fuego”, indicó entre lágrimas Calle.

La mujer vivía en las tomas de ese sector desde  2015, donde vivía con su familia. Y, cuenta que padece de cáncer y ahora su situación es mucho más crítica al haber quedado sin nada. "Todo se terminó, todo se quedó en escombros, prácticamente va a desaparecer todo lo que es la toma“, manifestó la afectada.

A pesar de la pesadilla que vivieron el lunes, Samy recuerda que cuando limpiaba su casa en el pasaje El Esfuerzo Norte, y escuchó la explosión a varias cuadras de su vivienda, en el pasaje Libertad pidió desesperadamente ayuda. 

"Corrí desesperada a llamar a Carabineros muchas veces. Llamaba al 133, les dije que en Laguna Verde necesitábamos ayuda, porque se estaban quemando nuestras casas”, dijo Samy.

Recuerda que la angustia se apoderó de todos los vecinos, quienes corrían de un lado a otro buscando como apagar el fuego. "Lamentablemente ese día no había agua", expresó.